¿Qué significa Génesis 30:25?

Jacob ahora engendró al menos 11 hijos con cuatro esposas diferentes, incluidas las dos hermanas, Lea y Raquel (Génesis 29:18–30), y sus dos siervas, Bilá y Zilpa (Génesis 30:1–10). El trato que Jacob había hecho con su suegro Labán consistía en trabajar para él otros siete años después de haberse casado con Lea y Raquel. Ese tiempo ya se había acabado. De hecho, pueden haber pasado más de siete años, ya que Lea había dado a luz a seis hijos y al menos a una hija (Génesis 30:21).

Sin importar cuánto tiempo hubiera pasado, el nacimiento de José, el hijo de Raquel, pareció ser el momento que Jacob había estado esperando para finalmente declarar su intención de dejar la casa de Labán y regresar a su propia tierra en Canaán. Ahora tenía un hijo biológico con la mujer a la que amaba de verdad. Esto, en cierto sentido, significaba que Jacob había cumplido por completo el propósito que su padre le había dado después de que lo hubiera enviado hacia esta tierra (Génesis 28:1–3).

Jacob se dirigió a Labán con exigencia: "déjame ir". De hecho, Jacob continuará adoptando un tono firme durante los siguientes versículos. En gran parte debido a la manera en que Labán lo había engañado, Jacob era consciente de que negociar con Labán era algo complicado.