¿Qué significa Génesis 30:43?
El trato que Jacob hizo con Labán para que los animales de colores salpicados nacieran en los rebaños (Génesis 30:25–34) parecía, al principio, ser otra forma en que Labán se aprovecharía de su yerno (Génesis 29:18–30). Su codicia era tan descarada que incluso sus propias hijas (Génesis 29:16), que eran rivales encarnizadas (Génesis 30:8), más tarde se unirían para condenar la actitud de su padre (Génesis 31:14–16). Labán no solo estaba de acuerdo con lo que parecía ser un trato ridículamente bueno, sino que trató de engañar a Jacob sacando de los rebaños los mismos animales que Jacob necesitaba para ganarse su propio salario (Génesis 30:35–36).Dado que Dios estaba del lado de Jacob, las tácticas de Labán no acabarían funcionando. En cambio, con la intervención de Dios y la astuta estrategia de Jacob, el trato acabaría convirtiendo a Jacob en un hombre rico por derecho propio. En el rebaño nacieron tantas ovejas y cabras de colores salpicados que, al parecer, Jacob pudo vender algunas de ellas para adquirir sus propios siervos, así como camellos y asnos.
El Señor le prometió grandes cosas a Jacob antes de que llegara al territorio de Labán. Ahora Dios ha demostrado que Su bendición seguía estando sobre Jacob. Pronto, Jacob estaría listo por fin para regresar a la tierra donde residía su propio pueblo.