¿Qué significa Génesis 31:28?

Labán está enfrentándose a Jacob debido a que se había ido repentinamente, junto con sus esposas e hijos, y todas las posesiones de Jacob, sin decir una palabra. Labán ha sugerido que, si Jacob se lo hubiera dicho, podrían haberlo celebrado con una fiesta de despedida. Jacob no se habría creído esto en absoluto viniendo de Labán. Tal y como se había demostrado repetidamente, era mucho más probable que Labán hubiera respondido con alguna forma de manipulación para evitar que Jacob se fuera o para quitarle parte de la riqueza que había acumulado. Incluso las propias hijas de Labán habían admitido que su padre realmente no se preocupaba por ellas, y solo estaba interesado en la riqueza (Génesis 31:14–16).

La objeción de Labán en este versículo, sin embargo, es al menos algo más creíble. Jacob se había ido sin darle a Labán la oportunidad de besar a sus hijas e hijos —en el texto se incluyen a los nietos también— algo que rompería el corazón de cualquier padre. A las hijas de Labán no parecía importarles el hecho de haberse ido sin haberse despedido de su padre, pero la apelación de Labán aquí no está del todo mal.

Labán concluye diciendo que Jacob había hecho una locura. Una cosa que ayuda a que el libro del Génesis resuene tan profundamente en nuestras vidas son historias como estas, en las que los lectores pueden considerar la validez de ambos puntos de vista. ¿Hizo bien Jacob en irse de esa manera y no darle una oportunidad a Labán de manipularlo de nuevo? ¿Tiene Labán razón al decir que tal acción fue deshonrosa, sin importar cuán deshonroso hubiera sido el mismo Labán anteriormente? Conversaciones muy similares a esta continúan ocurriendo en familias de todas las generaciones.