¿Qué significa Génesis 31:30?
Después de enfrentarse con Jacob por haberse ido sin previo aviso, Labán ahora expresa una pizca de simpatía hacia Jacob. Labán admite que Jacob "tenía ganas" de volver a la casa de su padre. Labán parece entender que su yerno quería irse de su casa. Por muy enojado que estuviera, y por mucho que su reputación sugiriera que estaba más interesado en el dinero que en la familia (Génesis 31:14–16), Labán parece decidido a dejar de lado otros asuntos y permitir que Jacob se fuera. Esto, en gran parte, se debe al mensaje que Dios le comunicó a Labán, el cual aparece en el versículo 24: "no interfieras en los planes de Jacob".Sin embargo, antes de que se separaran, Labán tenía una acusación más para Jacob: ¿por qué robaste mis dioses? Esto hacía referencia a los ídolos que Raquel le había robado (Génesis 31:19), un acto del que nadie, incluido Jacob, estuvo al tanto hasta ese momento. Estos ídolos eran comunes en esa época y probablemente tenían la intención de traer suerte o protección a la familia. Esta acusación, mucho más que las otras, tenía cierto peso legal. No hay duda de que robar esos objetos, fueran ídolos o no lo fueran, sería considerado como un robo y también se podría considerar como un crimen. Además de las cuestiones espirituales que rodeaban estos ídolos, los ídolos de la casa pueden haber sido considerados como una especie de marcador legal que indicaba quién era el verdadero propietario o heredero de la propiedad. Labán podría estar legítimamente preocupado de que Jacob regresara después de su muerte y exigiera quedarse con su herencia.