¿Qué significa Génesis 31:38?

Jacob finalmente le está expresando toda su frustración a Labán, exponiendo exactamente la manera en que su suegro lo había maltratado durante los últimos veinte años. Este maltrato fue tan obvio, y tan abusivo, que incluso las hijas de Labán, quienes no podían verse (Génesis 30:8), estuvieron de acuerdo en que su padre no se preocupaba por ellas en absoluto, y lo único que le importaba eran sus riquezas (Génesis 31:14–16). Después de burlarse de Labán por no haber encontrado los ídolos de la casa que afirmó que Jacob le había robado (Génesis 31:30), Jacob ahora comienza a expresar toda la ira que había contenido durante veinte años.

Primero, durante las dos décadas de servicio como administrador de los rebaños de ovejas y cabras de Labán, Jacob no provocó ningún aborto espontáneo cuando nacieron nuevos animales. Labán se benefició de la habilidad de Jacob y de la bendición que el Señor le había otorgado a Jacob, como el mismo Labán llegó a admitir en su momento (Génesis 30:27).

Además, Jacob se negó a comer carneros adultos. En otras palabras, no se aprovechó de las ganancias de su suegro robándole animales para comer. Jacob tenía un largo historial de servicio definido por la honestidad en su trabajo, lo que hizo que la acusación aparentemente falsa de Labán sobre los ídolos robados fuera aún más difícil de aceptar.