¿Qué significa Génesis 31:44?

Jacob y Labán, aparentemente, se dijeron lo que tenían que decirse. Jacob argumentó que le había servido a Labán fiel y honestamente durante veinte años. De hecho, fue tanto la protección como la bendición del Señor lo que impidió que el maltrato de Labán dejara a Jacob con las manos vacías (Génesis 31:10–12). Labán ha confirmado que creía que tenía el derecho legal de propiedad sobre las esposas, los hijos, los rebaños y las posesiones de Jacob, ya que todos fueron adquiridos mientras Jacob era una especie de siervo contratado en la casa de Labán. Después de todo, Labán se da cuenta de que, sin embargo, no puede hacer nada para reclamar lo que él consideraba que era legítimamente suyo, porque el Dios de Jacob le había advertido a Labán, en esencia, que dejara en paz a Jacob (Génesis 31:24).

Ahora Labán sugiere que hagan un pacto para resolver completamente su disputa. En parte, el objetivo de este pacto era establecer una separación permanente y pacífica entre Labán y Jacob. Labán sabía que no podía competir contra la bendición y la protección del Dios de Jacob. Por lo tanto, Labán decide que sería mejor simplemente mantener su distancia de ahora en adelante y evitar que Jacob regresara para reclamar más cosas de su propiedad o herencia.