Capítulo

Génesis 31:8

LBLA Si él decía: “Las moteadas serán tu salario”, entonces todo el rebaño paría moteadas; y si decía: “Las rayadas serán tu salario”, entonces todo el rebaño paría rayadas.
NBLA Si él decía: ‘Las moteadas serán tu salario,’ entonces todo el rebaño paría moteadas; y si decía: ‘Las rayadas serán tu salario,’ entonces todo el rebaño paría rayadas.
NVI Si él acordaba conmigo: “Los animales manchados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías manchadas; y, si él acordaba: “Los animales rayados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías rayadas.
RV1960 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados.
JBS Si él decía así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los cinchados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían cinchados.

¿Qué significa Génesis 31:8?

Jacob les está explicando a sus esposas la razón por la que deberían irse y regresar a las tierras de la familia de Jacob. Está describiendo cómo su padre lo había engañado, a pesar de su propia fidelidad. Jacob estaba compartiendo todo esto para darles razones para acabar decidiendo irse de Padán Aram para vivir permanentemente en su tierra natal de Canaán (Génesis 28:1–5; 31:3).

Jacob acaba de decirles que Labán intentó cambiar su salario varias veces, y ahora lo explica. Su acuerdo original era que Jacob tendría derecho a poseer todas las cabras rayadas, moteadas y manchadas, además de todas las ovejas negras. Ahora se nos dice que Labán intentó cambiar ese acuerdo varias veces. En lugar de que todas las cabras que no eran negras le pertenecieran a Jacob, finalmente solo las manchadas le pertenecerían a Jacob. Más tarde, solo le pertenecerían las rayadas.

Sin embargo, el Señor intervino repetidamente para proteger los intereses de Jacob, provocando sobrenaturalmente que solo nacieran cabras manchadas o rayadas para mantenerse al día con las reglas de Labán. Los detalles sobre este arreglo aparecerán en el versículo 11, donde se nos mostrará que la aceptación del trato por parte de Jacob (Génesis 30:25–34) y los resultados finales (Génesis 30:37–43) ya habían sido garantizados por Dios. Entonces, no importa lo que hiciera Labán para tratar de engañar a Jacob, Jacob siguió prosperando a sus expensas.
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