¿Qué significa Génesis 32:28?
El inesperado enfrentamiento de Jacob con un hombre misterioso simbolizaba sus propias necesidades espirituales y presagió los contornos básicos del evangelio. El pasado de Jacob estaba plagado de mentiras y engaños (Génesis 25:29–34; 27:30–35). Jacob luchó tenazmente contra este extraño hasta el amanecer, hasta el momento en el que su oponente le dio un golpe paralizante en la cadera (Génesis 32:25). Incluso entonces, Jacob decidió no rendirse, y le exigió que le diera una bendición. En respuesta, el hombre exigió saber el nombre de Jacob. Posiblemente dándose cuenta de que este combatiente era Dios, en alguna forma física, Jacob finalmente admitió quién era realmente.En respuesta, Dios le cambió el nombre de Jacob a Israel, que significa "Dios pelea". El hombre, Dios, le dice a Jacob que esto se debía a que Jacob había luchado con Dios y con los hombres y había vencido. Esto, al igual que con el versículo 25, genera controversia cuando no se estudia con cuidado.
Primero, debemos notar que Jacob no "ganó" esta lucha. De hecho, parece haber sido paralizado permanentemente de alguna manera debido a ello (Génesis 32:25; 32:31). Sin embargo, se negó a darse por vencido; y, cuando todo terminó, Jacob salió "mejor" que cuando había entrado, ya que obtuvo una bendición de Dios. Al estudiar el simbolismo más profundo del nombre Israel, también es cierto que los mayores éxitos de Jacob se produjeron cuando decidió confiar en Dios para planificar su vida en todos los sentidos. Por lo tanto, Jacob también había "vencido" en ese sentido.
Este cambio de nombre de Jacob es significativo por varias razones. Por un lado, era otra confirmación de que Dios iba a protegerlo durante su posible confrontación con su hermano Esaú. Dios respondería a la oración de Jacob (Génesis 32:9–12), y no tendría nada que temer durante el encuentro con su hermano.
En segundo lugar, el nombre Jacob, Ya'aqōb en hebreo, significa algo así como "tramposo" o "engañador", que es exactamente de la manera que Jacob había tratado a Esaú hacía ya 20 años. Su nombre, en parte, describía su carácter. Este nuevo nombre pretendía describir su nuevo carácter, el cual se basaba en el hecho de que Dios lucharía por él y, lo que es más importante, por la nación que vendría de él.
Finalmente, este nombre que Dios le dio a Jacob se convertirá en el mismo nombre del pueblo de Dios. La nación se llamará Israel a partir de este momento. En realidad, no es una pequeña coincidencia que esta nación de personas continúe "luchando" contra Dios, demostrando la debilidad humana, así como la gracia de la misericordia de Dios.