¿Qué significa Génesis 33:2?

El tan esperado reencuentro con Esaú había llegado, décadas después de que Jacob huyera para evitar la ira de su hermano gemelo (Génesis 27:41–45). Jacob aún no sabía si la reacción de Esaú sería pacífica o violenta. Todo lo que sabía es que Esaú venía acompañado de 400 hombres (Génesis 32:7–8). Una vez que Esaú finalmente estuvo a la vista, Jacob eligió posicionar a su familia de una manera muy específica a medida que se acercaba su hermano (Génesis 33:1).

La estrategia de Jacob era colocar a sus esposas siervas, Bilá y Zilpa (Génesis 30:3, 9), y los hijos que tuvo con ellas, al frente de la caravana. Lea y sus hijos los seguirían detrás. En la parte de atrás estarían Raquel y su hijo, José. Las motivaciones de Jacob para hacer esto no se nos dan explícitamente, pero no son difíciles de adivinar. Jacob ha favorecido a Raquel durante mucho tiempo, por lo que este posicionamiento probablemente sea un reflejo de las preferencias que sentía hacia sus propios hijos. Esto nos puede parecer algo duro, pero no habría sido una actitud poco común durante esa época.

La parte estratégica de este plan se volverá más clara durante el siguiente versículo: Jacob se acercará primero a Esaú, antes de que lo hiciera toda su familia (Génesis 33:3). Podríamos sentirnos avergonzados por el claro favoritismo que estaba mostrando, pero al mismo tiempo, debemos tener en cuenta que, ante todo, decidió arriesgarse el primero. La intención de Jacob parecía ser que, si Esaú finalmente lo atacara, las esposas y los hijos tendrían la oportunidad de escaparse. Raquel y José, estando en la retaguardia, lo tendrían más fácil a la hora de huir de allí.