¿Qué significa Génesis 33:20?
Jacob llegó a Siquén después de dejar a su hermano Esaú (Génesis 33:4). A pesar de decirle a Esaú que lo seguiría hasta Seir (Génesis 33:14), Jacob y su caravana viajaron en la dirección opuesta, y finalmente compraron tierras fuera de la ciudad (Génesis 33:19). Tal y como lo había hecho su abuelo Abrahán (Génesis 12:7–8), Jacob le construyó un altar al Señor en Siquén. La diferencia es que Jacob lo construyó en un terreno del que ahora era el dueño. Jacob le puso de nombre al altar El-Elohe-Israel, o "Él, el Dios de Israel", usando el nombre que Dios le había puesto a él mismo.En otras palabras, Jacob estaba declarando abiertamente que Dios era su Dios y, por implicación, el Dios de los descendientes que vendrían después de él.
Génesis 33:12–20 registra que la gran compañía de Jacob se estableció cerca de la ciudad de Siquén. Esaú le pidió a Jacob que viajara de regreso a Seir con él, pero Jacob le dijo que lo acompañaría más tarde. En lugar de seguir a Esaú, Jacob se acabó llevado a su caravana a través de Sucot. Finalmente llegaron a un lugar cerca de Siquén. Jacob compró un terreno y estableció a su familia allí. En el próximo capítulo, este lugar se convertirá en el lugar de uno de los episodios más horribles dentro de la joven historia de Israel.
Jacob ha hecho todos los preparativos para el momento de reunirse con Esaú. Jacob tenía tanto la promesa de la protección del Señor como un plan sobre cómo hacerlo. Ahora ha llegado el momento. Jacob se acercó a Esaú, inclinándose repetidamente, hasta que Esaú finalmente corrió para abrazar y besar a su hermano, y los dos se echaron a llorar juntos. Esaú se encontró con la familia de Jacob. Aunque inicialmente rechazó el enorme regalo de Jacob, Jacob lo animó a que se lo llevara como una señal del favor que Esaú le había mostrado. Jacob acabó comprando un terreno y estableció un campamento a las afueras de la ciudad de Siquén, donde también le construyó un altar al Señor.