¿Qué significa Génesis 38:6?
Judá se ha alejado del resto de su familia (Génesis 38:1–3), se casó con una mujer cananea y tuvo varios hijos con ella. El mayor es Er, que ahora ha alcanzado una edad suficiente como para contraer matrimonio. Judá le encuentra a su hijo una esposa, probablemente también cananea, que se llama Tamar. Con este acto, Judá siguió demostrando que no respetaba la tradición y la orden que Dios le había dado a su pueblo de no casarse con los cananeos, ya que los cananeos adoraban a ídolos (Génesis 28:1).Lamentablemente, la vida de Er terminará muy pronto. Las Escrituras no nos dan muchos detalles sobre cómo pasó, solo que Dios lo castigó por sus pecados (Génesis 38:7). Siguiendo la costumbre de la época, Tamar pasó a casarse con Onán, el hermano de Er, para que le proporcionara descendientes a Er y a Tamar, además de hijos que pudieran mantenerla. Finalmente, ese matrimonio también terminaría en pecado y tragedia (Génesis 38:7–10).
Génesis 38:6–11 nos explica cómo Tamar se había enviudado dos veces. El hijo mayor de Judá, Er, se casó con Tamar pero Dios acabó con su vida debido a sus pecados. Siguiendo la tradición de la época, la viuda pasó a casarse con el siguiente hermano de su difunto esposo, y los hijos resultantes de este matrimonio se considerarían sucesores del difunto. El hermano de Er, Onán, acepta a Tamar como su esposa, tiene relaciones sexuales con ella, pero evita deliberadamente darle hijos a Tamar. Debido a que quiso aprovecharse sexualmente de Tamar, Dios también acabó con la vida de Onán. Judá aparentemente culpó a Tamar por la muerte de sus hijos y le dijo que se esperara antes de casarse con el otro hermano que quedaba, Sela. Una vez Tamar se dio cuenta de que Judá no iba a cuidar de ella, Tamar decidió hacer algo por sí misma para arreglar su situación.
Judá, el hijo de Jacob, se casa con una mujer cananea y tiene tres hijos con ella. Su primer hijo se casa con una mujer llamada Tamar, pero Dios lo mata por un pecado que no se nombra. Judá respeta la tradición que se seguía en esos días y decide casar a la viuda de Er con uno de sus hermanos. Onán se aprovecha de la situación solo para tener relaciones sexuales, pero se niega deliberadamente a darle hijos a Tamar. Por lo tanto, Dios también acabó con su vida. Después de que Judá abandonara a Tamar, ella se disfrazó de prostituta y consiguió acostarse con Judá. Cuando Tamar demuestra que estaba embarazada y probó que Judá era el padre, Judá admitió su culpa. Finalmente, Tamar dio a luz a gemelos.