¿Qué significa Génesis 40:8?

El antiguo copero y panadero del faraón estaban desgastándose en la cárcel por haber cometido un crimen que no se nos ha nombrado (Génesis 40:1–3). La persona encargada de cuidarlos también es un prisionero, uno que fue injustamente encarcelado por haber sido acusado de un crimen que en realidad no había cometido (Génesis 39:11–15). José le había demostrado sus habilidades al carcelero e incluso se le han dado considerables responsabilidades dentro la prisión (Génesis 39:21–23). Esto incluía el hecho de tener cierta autoridad sobre estos dos hombres (Génesis 40:4). El futuro de estos tres hombres parece un poco sombrío. Recientemente, el panadero y el copero tuvieron sueños increíbles durante la misma noche, y estos sueños hicieron que se preocuparan mucho. (Génesis 40:5–7).

Los egipcios consideraban en general que los sueños eran muy importantes; creían que los sueños les permitía entrar en contacto con los muertos y con los dioses. Algunos egipcios incluso se especializaron en la interpretación de sueños. El copero y el panadero no podían entender lo que vieron, pero sabían que eran importantes (Génesis 40:5–6). Probablemente desearon poder hablar con uno de esos "especialistas" en sueños.

José descartó ese tipo de superstición con una sola declaración: las interpretaciones de los sueños solo le pertenecen a Dios. José consideraba que Dios era el único que podía revelar su significado. Los especialistas en sueños no podían hacer nada en contra de alguien que de hecho estaba en comunicación con el único Dios verdadero, tal y como lo estaba José. José les pidió a los hombres que le contaran sus sueños, que Dios le revelaría su significado y más tarde se los contaría. Eso es exactamente lo que acabó sucediendo (Génesis 40:9, 16)