¿Qué significa Génesis 41:40?

En un giro inesperado de los acontecimientos, el faraón nombra a José como su segundo al mando sobre todo Egipto. El faraón, demostrando así su humildad y preocupación por el reino, ha reconocido que el Espíritu de Dios estaba con José, lo que lo convertía en el hombre más sabio y perspicaz de todo Egipto (Génesis 41:38–39). El faraón estaba convencido de que la revelación del plan de Dios que José le había comunicado era verdad (Génesis 41:28–32), y quería que José manejara los preparativos para los siete años de hambruna que estaban por venir (Génesis 41:33–36).

José, por su parte, podría haberse sentido abrumado por estos eventos. Esa misma mañana se había despertado en prisión, después de haber pasado allí mucho tiempo por un crimen que en realidad no había cometido (Génesis 40:14–15). Ahora, José, termina este encuentro como el segundo hombre más poderoso de todo Egipto, quizás la nación más poderosa del mundo en ese momento.

El faraón dice específicamente que José estaría a cargo de su propia casa, el palacio de Egipto. Todas las personas responderían a las órdenes de José y "se someterían" a lo que José dijera. En otras palabras, todo el mundo debía obedecerlo. El faraón, por supuesto, continuará ocupando el trono y la máxima autoridad, pero le confiará a José el mando sobre todo lo demás, algo que ya había ocurrido anteriormente (Génesis 39:4–5, 21–23).