¿Qué significa Génesis 42:36?
Los nueve hijos que regresaron de Egipto (Génesis 42:1–5) seguramente se esperaban que su padre Jacob no se tomara muy bien las noticias que le traían (Génesis 42:29–35). Uno de sus hijos, Simeón, se había quedado encarcelado en Egipto y el gobernador de Egipto les exigió que trajeran a Benjamín en su próximo viaje. En Egipto, los hijos de Jacob reconocieron que eran culpables de haber vendido a José como esclavo (Génesis 37:28) y creían que esa era la razón por la que estaban pasando por esto (Génesis 42:21–22). En realidad, no se dieron cuenta de que todo esto formaba parte del plan que su hermano José había ideado para saber si eran honestos. José era el gobernador de todo Egipto (Génesis 42:7–8).Sin embargo, es probable que no se esperaran esta reacción. Jacob arremetió contra los nueve, haciéndolos responsables de la pérdida tanto de Simeón como de José (Génesis 37:31–33). Algunos eruditos sugieren que, al ver el dinero en los sacos, Jacob pudo sospechar que todos los hermanos habían vendido a Simeón. Si esto fuera así, esto también nos sugeriría que Jacob también sospecharía acerca de lo que los hermanos pudieron haberle hecho a José (Génesis 37:4) veinte años antes. Jacob estaba enojado con ellos porque una vez más se les había asignado una tarea que no cumplieron, además de haber perdido a otros de sus hijos.
Independientemente de lo que Jacob creyera, decidió que la pérdida de dos de sus hijos era culpa de sus otros hijos. Además, su amado hijo Benjamín estaba también en peligro. Jacob se lamenta de todo esto diciendo: "¡Todo esto va en contra de mí!»".