¿Qué significa Génesis 44:15?
El último plan de José había funcionado a la perfección. Sus diez hermanos mayores, quienes lo vendieron como esclavo hacía ya veinte años (Génesis 37:24–28), estaban humillados a sus pies (Génesis 44:14). Con ellos también estaba el menor de los hijos de Jacob, Benjamín. Ninguno de estos once hombres pudo reconocer a su hermano, que ahora era un gobernador poderoso en Egipto (Génesis 41:44). Al salir con el trigo que habían comprado, el mayordomo de José se acercó a ellos y los acusó de haberle robado a su amo. Entonces, horrorizados, encontraron la copa de plata en el saco de Benjamín (Génesis 44:7–12). Después, los hermanos de José vinieron a pedir piedad. En realidad, todavía no sabían que José había sido quien había puesto la copa en el saco de Benjamín (Génesis 44:1–6).A juzgar por el contexto completo de la historia, todo esto pretendía ser una prueba final que José les estaba poniendo a sus hermanos. Estos hombres, excepto Benjamín, lo vendieron cruelmente como esclavo simplemente para poder aliviar sus propios celos (Génesis 37:4). En ese momento, se enfrentaron nuevamente a la pérdida de un hermano menor. El plan de José le mostraría si sus hermanos habían cambiado. ¿Sacrificarían a Benjamín para salvarse a sí mismos? ¿Se sentirían mal por dejarlo atrás? ¿Estarían simplemente agradecidos de no haber sido esclavizados también?
Ahora, mientras yacían aterrorizados a sus pies, José les habló con dureza. José de nuevo les sugirió que podía practicar la "adivinación" (Génesis 44:4), que consistía en usar objetos comunes para describir el futuro de manera sobrenatural. Más adelante en la historia de Israel, Dios prohibiría específicamente esta práctica (Deuteronomio 18:10). Por supuesto, José no estaba haciendo tal cosa, ya que tenía un conocimiento directo de las cosas a través de Dios (Génesis 37:5–9; 41:25–28). Por lo tanto, José solo estaba actuando en su papel de gobernador de Egipto para así confundir a sus hermanos aún más.