Capítulo
Verso

Génesis 44:16

LBLA Entonces dijo Judá: ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de tus siervos; he aquí, somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder fue encontrada la copa.
NBLA Entonces dijo Judá: “¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de sus siervos. Así que somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquél en cuyo poder fue encontrada la copa.”
NVI ?¡No sabemos qué decirle, mi señor! —contestó Judá—. ¡No hay excusa que valga! ¿Cómo podemos demostrar nuestra inocencia? Dios ha puesto al descubierto la maldad de sus siervos. Aquí nos tiene usted: somos sus esclavos, nosotros y el que tenía la copa.
RV1960 Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.
JBS Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos? ¿O con qué nos justificaremos? Dios ha descubierto la maldad de tus siervos: he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros también, y aquel en cuyo poder fue hallada la copa.

¿Qué significa Génesis 44:16?

Judá se convirtió en el portavoz del resto de sus hermanos en este momento, y adoptó un enfoque diferente a la hora de responder a las duras palabras de José sobre el robo de su valiosa copa de plata (Génesis 44:14–15). Judá sabía que eran inocentes (Génesis 44:2, 7). En lugar de intentar discutir con el poderoso gobernador egipcio (Génesis 41:44), simplemente se arrojó al suelo y le pidió misericordia a José.

Judá reconoció que esta era una situación imposible. La "culpa" de la que hablaba, en este caso, era probablemente la de haber vendido a José como esclavo veinte años antes, la misma persona que estaba de pie en frente de ellos sin que ellos lo supieran (Génesis 42:21–23). Judá sabía que había cometido pecados dignos de castigo. Judá no estaba tratando de reclamar su inocencia. En cambio, estaba rogándole a José por misericordia, y le estaba pidiendo que la culpa cayera sobre los hermanos en lugar de sobre Benjamín.

Esto ayudaría a establecer la prueba definitiva que José le estaba poniendo a sus hermanos: una oferta para salvarse de la esclavitud, a costa de su hermano menor (Génesis 44:17). Los mismos diez hombres que una vez vendieron a José por problemas de celos (Génesis 37:24–28) se verán tentados a abandonar a otro hermano simplemente para librarse de la esclavitud. Su reacción, particularmente la de Judá, tendrá un impacto enorme en José.
Expand
Expand
Expand
¿Qué es el evangelio?
Download the app:
BibleRef.com is a ministry of