¿Qué significa Génesis 44:3?

Durante un segundo viaje a Egipto (Génesis 42:1–2; 43:1–2), todo les fue mucho mejor a los once hijos de Jacob, y estaban regresando a casa habiendo cumplido tres misiones específicas: tenían la comida que necesitaban para evitar que la familia se muriera de hambre; Simeón había sido liberado de la prisión (Génesis 42:24) y estaba con ellos; y Benjamín, el hijo amado de Jacob (Génesis 43:14), estaba a salvo y a punto de volver a estar con su padre.

Los once hombres incluso disfrutaron de una comida agradable como invitados de honor junto con el gobernante egipcio, a quien en principio habían temido tanto (Génesis 43:34). Seguramente suspiraron de alivio cuando dejaron la ciudad atrás.

Es probable que los hermanos se dieran cuenta de que el gobernador egipcio les devolvió el dinero que usaron para comprar la comida una vez más y lo puso de nuevo en sus sacos (Génesis 44:1). Sin embargo, no mencionaron esto en ninguna de sus conversaciones posteriores; probablemente vieron esto como otro regalo inesperado por parte del gobernador de Egipto. Sin embargo, no tenían ni idea de que este hombre, quien en realidad era José (Génesis 42:8), quiso que su propia copa de plata se colocara en el saco de Benjamín.