¿Qué significa Génesis 44:33?
El hermano menor de Judá, Benjamín, fue el "responsable" de haberle robado la copa de plata al gobernante egipcio (Génesis 44:11–13). Como castigo, se le exigió que se convirtiera en un esclavo del gobernante mientras que el resto de sus hermanos se podrían marchar de vuelta a casa (Génesis 44:17). Aunque los hermanos no lo sabían, este gobernante egipcio era en realidad José, el mismo hermano al que vendieron como esclavo hacía ya veinte años (Génesis 37:24–28; 42:7–8). José los estaba poniendo a prueba para ver si habían cambiado. El ingenioso plan de José (Génesis 44:1–6) los obligó a pensar en lo que le habían hecho. ¿Actuarán egoístamente, dejando sufrir a un niño inocente y a un anciano nuevamente? ¿O, en cambio, actuarán con integridad y honor?La solución que ofrece Judá aquí llegó al final de una súplica larga y apasionada (Génesis 44:18–32). Judá mismo se haría responsable ante su padre si Benjamín no regresara sano y salvo a casa. De hecho, también sería el responsable de la muerte de su padre, porque la pérdida de Benjamín provocaría que Jacob se muriera de dolor (Génesis 42:38).
Con la esperanza de haberle ablandado el corazón de este gobernante egipcio, Judá entonces le hizo una propuesta desinteresada: su vida a cambio de la de Benjamín. Judá le pidió formalmente al gobernante egipcio que se quedara con él como esclavo y le permitiera a Benjamín regresar a casa con sus otros hermanos. Gracias a esto, José pudo finalmente verificar que sus hermanos habían cambiado, y que los celos ya no eran un problema en su casa (Génesis 42:21–23).