¿Qué significa Génesis 49:24?
La profecía desde el lecho de muerte de Jacob (Génesis 49:1–2) sobre su amado José (Génesis 49:22–23) es más complicada que las profecías que compartió con el resto de sus hijos. Jacob ha dicho que la futura descendencia de José sería muy próspera (Génesis 49:22). En este versículo, José completa un pensamiento que ya comenzó en el versículo anterior (Génesis 49:23). Aunque José había sido amargamente atacado en su vida varias veces, y sus descendientes serán atacados en el futuro, José no sería derrotado. Específicamente, Dios lo protegería y liberaría al pueblo de José.La metáfora utilizada en ambos versos evoca un tiroteo entre arqueros. Jacob describe un ataque severo y amargo de flechas que algunos enemigos le disparan a José. En lugar de ser golpeado, correr o esconderse, Jacob describe el arco de José diciendo que estaba tenso y firme. Después, José les dispara de vuelta a sus enemigos con mucha habilidad. La agilidad que se le atribuye a los brazos de José, sin embargo, no provendrá de su propia fuerza. La profecía de Jacob dice que los brazos de José serán fortalecidos gracias a Dios. En otras palabras, la fuerza de José provendrá del Señor.
Los futuros descendientes de José darán evidencia sobre esta habilidad en la batalla. Muchos famosos guerreros del Antiguo Testamento como Josué, Gedeón y Débora, serán miembros de las tribus de Efraín y Manasés. Estas tribus vendrán de los hijos de José que Jacob adoptó y los consideró como si fueran sus propios hijos (Génesis 48:5–6).
En una rápida sucesión, este pasaje usa varios nombres para Dios. Al Dios que le da fuerza a José se le llama el "Fuerte de Jacob", un nombre que demuestra que Jacob entendía que su propia fuerza también provenía del Señor. A continuación, Jacob llama a Dios "el Pastor", tal y como ya lo había hecho en Génesis 48:15: "el Dios que me ha guiado toda mi vida y hasta el día de hoy". Entonces, Jacob dice que este Pastor es "la Roca de Israel", quizás refiriéndose a Dios como la roca inamovible de Israel, el fundamento de su pueblo, o quizás Jacob estaba pensando en el Dios para el que colocó grandes piedras para construir un pilar de adoración (Génesis 28:22).