¿Qué significa Génesis 49:26?
Jacob se estaba muriendo (Génesis 48:1), y llamó a sus doce hijos para profetizarles, de manera poética, lo que ocurriría con cada una de sus futuras tribus (Génesis 49:1–2). La profecía que Jacob compartió sobre José concluye en este versículo. De alguna manera, esto se parece mucho a la bendición familiar formal y oficial que en su momento les fue transmitida a Abrahán, a Isaac, a Jacob y ahora a José.Las bendiciones de Dios sobre Jacob se describen en términos grandiosos. Dependiendo de la traducción, sus bendiciones han sido mayores incluso que las bendiciones de sus padres, mayores que las bendiciones de sus antepasados, e incluso mayores que las bendiciones de "las bendiciones de mis progenitores". Dios ciertamente bendijo a Jacob con más hijos que cualquiera de las dos generaciones que vinieron antes de él. Jacob continúa diciendo que las bendiciones de su vida habían sido mayores incluso que la generosidad o las riquezas que se encontraban en los "montes eternos". Las colinas de Canaán eran ricas en minerales preciosos, y quizás eran bendecidas por Dios con vegetación durante el verano.
Con algunas de sus últimas palabras, Jacob le ofreció a José evidencia de la fidelidad y el poder de Dios usando la historia de su propia vida. Entonces Jacob declaró que esas mismas bendiciones pasarían a través de la vida de José. Jacob estaba traspasando la bendición familiar, la bendición de Dios, como si fuera una corona en la cabeza de José. Algunas traducciones dicen que José era "el príncipe de sus hermanos" o "el consagrado", y también "el escogido".
En cualquier caso, el posible uso de la palabra "príncipe" no significaba que los descendientes de José se convertirían en la realeza de Israel. Al contrario, ese era el destino del pueblo de Judá (Génesis 49:10). Lo que Jacob estaba dejando claro es que José iba a ser el que recibiera la bendición más importante.
Génesis 49:22–27 incluye los comentarios proféticos finales de Jacob sobre sus hijos. Sus últimos dos hijos son los más pequeños, los únicos hijos naturales que le nacieron de Raquel, su esposa favorita. Los hijos de José ya se habían incluido en la bendición familiar (Génesis 48:5–6). Esta es, sin duda, la profecía más positiva de todas las profecías de Jacob. De Benjamín, al contrario, se predice que se convertiría en una tribu notablemente violenta.
Génesis 49 contiene los últimos comentarios proféticos de Jacob. En forma de poesía, Jacob pronuncia "bendiciones" positivas y negativas sobre cada uno de sus 12 hijos y las personas que vendrían de ellos. Rubén, Simeón y Leví deben rendir cuentas por sus pecados pasados. Judá se describe como un león; la línea real vendría de su pueblo. A José y a su descendencia se les ofrecen muchas bendiciones. Una vez que se completa el oráculo, Jacob les ordena a sus hijos que lo entierren con sus padres en Canaán. Finalmente, Israel (Génesis 35:10–11) exhala su último suspiro y muere.