¿Qué significa Génesis capitulo 6?
Hace solo unos capítulos, Dios observó todo lo que había hecho en la tierra y consideró que era bueno (Génesis 1:31). Varios cientos de años después de que Adán y Eva salieran del Edén, Dios observó un mundo muy diferente. La pecaminosidad humana había convertido al mundo en lugar devastador. Esta tendencia al pecado no se le podía achacar a que se hubieran olvidado de lo que Dios había hecho. Adán y sus hijos vivieron durante cientos de años, lo cual hacía que hubiera una larga lista de testigos presenciales de lo que Dios había hecho en la tierra. Sin embargo, comenzaron a suceder muchas cosas terribles en el mundo debido a la humanidad.Por un lado, los miembros de un grupo misterioso descrito como los "hijos de Dios" comenzaron a tomar esposas humanas y a reproducirse. Su descendencia se convirtió en un grupo de héroes y personas famosas y, aparentemente, muy poderosa en la tierra. Existe un debate frecuente sobre quién eran estos hombres realmente. Algunos especulan que eran seres humanos de una gran constitución física. Otros sugieren que estos eran descendientes de humanos y demonios, o quizás que eran extraterrestres. Si bien el número de posibles interpretaciones es casi infinito, la Biblia le dedica muy poco tiempo a esta idea en particular. Más bien, parece más bien como una nota al pie de página durante la historia del diluvio.
Los seres humanos, cuando no controlan su pecaminosidad, siempre producen muerte, destrucción y mucha maldad. Considere cuánto daño han hecho los dictadores modernos con solo 30–40 años de vida activa a su disposición. En este capítulo, Dios señala que toda inclinación de los pensamientos de los seres humanos era malvada todo el tiempo (Génesis 6:5). Dios decidió reducir la esperanza de vida humana a solo 120 años (Génesis 6:3). Al igual que con la confusión de los idiomas que ocurrió en la Torre de Babel (Génesis 11), esta pareció ser la forma que Dios ideó para limitar el mal que las personas pudieran infligir durante sus vidas.
Una interpretación alternativa de este pasaje es que Dios tenía la intención de acabar con toda la vida que habitaba en la tierra en el planeta en 120 años. Independientemente de cómo se interprete este pasaje, ciertamente se acabó cumpliendo.
En las Escrituras, muy pocas veces se nos dice que Dios experimente algún tiempo de "arrepentimiento". El estado de la humanidad antes del diluvio produjo este tipo de emoción en su Creador. Este comentario debe entenderse con cuidado y con la ayuda del idioma hebreo original. Dios no piensa que hubiera cometido un error. Al igual que un padre que siente dolor en el momento en el que tiene que disciplinar a un hijo, pero no tiene ninguna duda de que es lo que tiene que hacer, Dios también puede sentir dolor por los pecados de las personas sin llegar a pensar que pudiera haber cometido un error al crear a los seres humanos. Algunas traducciones usan frases como "afligido" o incluso "arrepentido", y todas ellas comunican la misma idea de dolor (Génesis 6:6–7).
Sin embargo, la Biblia no nos indica que Dios se sintiera culpable o dudara acerca de Su creación. Más bien, este versículo expresa la angustia de Dios al ver la maldad y la violencia que se había desarrollado en el corazón de la humanidad.
Para preservar Su creación, Dios declaró que ejercería Su autoridad como Creador y borraría a la humanidad de la faz de la Tierra debido a su pecado y a su violencia, junto con los pájaros, los insectos y otros animales (Génesis 6:7, 13, 17). A menudo se debate sobre el alcance geográfico de la inundación en sí. Algunos consideran esto como un evento mundial, otros como un evento "local" que solo destruyó a todos los seres humanos, y no a todo el planeta. En realidad, hay detalles a tener en cuenta dentro de ambas perspectivas, pero la intención de Dios con el diluvio está más allá de todo debate: la destrucción de toda la raza humana, con la excepción de solo una familia.
Esa excepción era Noé. Dios señala que Noé es un hombre justo y sin pecado que caminaba fielmente con el Creador. Dios le dijo a Noé lo que estaba a punto de hacer: Dios iba a destruir toda vida que habitara en la tierra con un gran diluvio. Sin embargo, no eliminaría por completo a Su creación, sino que perdonaría a Noé y a la familia de Noé. Además, también salvaría a un macho y a una hembra de todo tipo de ave, "reptil" y animal (Génesis 6:19–21).
Los medios que Dios le ofreció a Noé para alcanzar esta salvación fueron únicos. Dios le dijo a Noé que construyera una caja enorme, un "arca". Tendría unos 450 pies (137 metros) de largo, casi 5 pisos de altura y estaría en condiciones de navegar (Génesis 6:14–16). Una vez que se construyera, Noé y su familia abordarían el arca y se salvarían del diluvio venidero. Además, Noé tenía que preparar comida para su familia y todas las parejas de animales que iban a venir al arca. Todo esto iba ocurrir bajo la dirección de Dios.
El capítulo termina con una declaración asombrosa: Noé hizo todo, tal y como Dios lo había ordenado. El fiel Noé se acabaría salvando y acabaría siendo el medio a través del cual Dios salvaría a la humanidad y podría comenzar de nuevo. La historia del arca y el diluvio es un poderoso presagio del ministerio de Jesucristo, el cual vendría miles de años después.