¿Qué significa Génesis capitulo 7?
Génesis 7 nos cuenta la historia de la llegada de la lluvia y la terrible destrucción que el diluvio de Dios trajo al mundo. En el capítulo anterior, a Noé se le dieron instrucciones para construir una caja enorme, un arca, destinada a contener una pequeña cantidad de personas y una gran cantidad de animales. Este capítulo comienza después de que Noé completara su tarea. Después de que Dios dijera que Noé se salvaría del diluvio debido a su justicia en comparación con el resto de su generación, Dios le ordenó a Noé que entrara en el arca. Sin embargo, no estaba destinado a abordarla solo. Junto con su esposa, tres hijos y sus respectivas esposas, Noé debía llevarse también a todos los animales que Dios le iba a enviar, para que ellos también pudieran salvarse.Entre esos animales se incluían siete parejas de animales "limpios". La idea de que hubiera animales limpios e impuros será algo muy común durante el resto del Génesis, pero esta es la primera vez que escuchamos información acerca de que hubiera esta distinción. Más adelante se nos dirá que, al menos en parte, las parejas extra de animales limpios que subieron al arca estaban destinadas a convertirse en ofrendas de sacrificio para Dios después de que terminara el diluvio.
Dios le envió a Noé pájaros, animales e insectos de todo tipo para ocupar el arca. Dios reveló que la lluvia iba a comenzar en siete días, y eso es exactamente lo que acabó sucediendo. Dios encerró a Noé, su familia y los animales dentro del arca, y la lluvia comenzó a caer en una fecha específica dentro del transcurso de la historia del mundo.
Durante cuarenta días y cuarenta noches, una lluvia torrencial comenzó a caer mientras que al mismo tiempo estallaron las fuentes del gran abismo. El lenguaje que se utiliza es muy poético, pero parecer ser que hubo una gran conmoción que provocó que las aguas que estaban contenidas debajo de la tierra se expulsaran con furor, lo mismo que las aguas almacenadas por encima de la "bóveda" que se describe en Génesis 1.
El arca comenzó a elevarse debido al diluvio y navegó sobre la superficie de las aguas. También se nos dice que las aguas cubrieron toda la tierra, incluidos los picos más altos de las montañas más altas. En ocasiones, se debate si la extensión geográfica de esta inundación fue mundial o se limitó a la región que la humanidad ocupaba en ese momento. Los términos en hebreo que se utilizan para nombrar "toda la tierra", "tierra" y "colinas/montañas" pueden interpretarse de manera compatible con cualquiera de las dos perspectivas.
Independientemente de todo eso, la afirmación de la Biblia es muy clara: el diluvio cubrió la superficie de la tierra de tal manera que todas las criaturas que vivían en la tierra y respiraban aire murieron, incluidos todos los seres humanos que no estuvieron a bordo del arca. La devastación fue inimaginable. Dios ejerció Su autoridad como Creador, Juez y Señor para acabar con el pecado en la Tierra y destruir gran parte de lo que había hecho. Así como Dios hizo salir la tierra seca del agua (Génesis 1:9–10), en ese momento Dios pareció haber "reajustado" Su creación, haciendo que la tierra se inundara de nuevo.
En realidad, no podemos evitar hacernos la siguiente pregunta: si esa es la respuesta que Dios le dio al pecado humano, el cual estaba fuera de control en el mundo, ¿qué esperanza hay para cualquiera de nosotros? ¿Cómo puede Dios amar entonces a un ser humano mortal y pecador y tener una relación pacífica con él o ella? Esa es la pregunta que el resto de la Biblia tratará de responder.
Después de los 40 días de lluvia, las aguas continuaron inundando toda la tierra durante otros 110 días antes de que el arca finalmente se detuviera.