¿Qué significa Hebreos 10:29?
Bajo el antiguo pacto, aquellos que se rebelaban intencionalmente contra la ley de Dios estaban sujetos a la pena de muerte (Números 15:27–31). Hasta ahora, el libro de Hebreos ha explicado con gran detalle cómo el nuevo pacto es superior al antiguo. Está compuesto de una promesa mayor (Hebreos 8:6), realizada por un sacerdote mayor (Hebreos 7:28), promulgada en lugares mayores (Hebreos 9:24) y usa un sacrificio mayor (Hebreos 9:12–14). Dado que el nuevo pacto es muy superior al antiguo, se deduce lógicamente que aquellos que violen intencionalmente el nuevo pacto estarían sujetos a consecuencias significativamente más graves.Anteriormente, el escritor habló de aquellos que "continúan pecando deliberadamente después de recibir el conocimiento de la verdad" (Hebreos 10:26). Algunos interpretan esto como una referencia que se está haciendo sobre las personas que tienen un entendimiento claro y obvio del evangelio, pero eligen rechazarlo de todos modos. La interpretación más probable, especialmente a la luz de este versículo, es que se trata de una advertencia para los creyentes cristianos, similar a las que se dan en los capítulos 3 (Hebreos 3:12–19) y 6 (Hebreos 6:1–8). Este versículo se refiere específicamente a la parte ofensiva como alguien que "fue santificado" bajo la sangre del nuevo pacto. El contexto del Nuevo Testamento y el libro de Hebreos indica que la salvación no se puede perder (Juan 10:28–29). Estos no son cristianos que caen desde la gracia a la condenación; más bien, se trata de creyentes que no obedecen y sufren las consecuencias.
El capítulo 6 advirtió sobre las consecuencias de caer en la duda y la incredulidad, y se incluyó una idea que hacía referencia al fuego como símbolo del juicio de Dios (Hebreos 6:8). El versículo 27 le dio a ese tema una descripción aún más dramática. Dios enjuició a Su pueblo elegido en el Antiguo Testamento; su sufrimiento fue igualmente severo ya que ellos, más que nadie en el mundo, sabían cuál era la voluntad de Dios y deberían haberla obedecido. Los cristianos que caen en la duda, la incredulidad o la desobediencia, en el mismo sentido, están sujetos a un "castigo mucho peor" de parte de Dios, ya que deberían estar más seguros y creer con más firmeza.