¿Qué significa Hebreos 10:38?

El versículo anterior comenzaba una paráfrasis combinada de las Escrituras del Antiguo Testamento. Un versículo era Isaías 26:21, el otro era Habacuc 2:3–4. El contexto de esta observación era animar a los lectores, algo que vino después de una terrible advertencia. Anteriormente, el escritor nos dio una descripción del castigo de Dios que utilizaba el fuego como analogía para aquellos que voluntariamente rechazan Su voluntad (Hebreos 10:26–29). A esto le siguieron palabras de consuelo, recordándoles a los lectores originales de la carta que ya habían sufrido persecución en el pasado (Hebreos 10:32–34).

La intención del escritor aquí es resaltar el tema básico que se transmite a lo largo de toda la carta de Hebreos. Esto se resume en los versículos 35 y 36. Dios ha dejado claro que Jesús es la solución para nuestro pecado, y con esa confianza debemos "mantenernos firmes" en nuestra fe. Aquellos que tengan dudas o desobedezcan estarán sujetos a consecuencias específicas (Hebreos 3:12–19), aunque no perderán su salvación eterna (Juan 10:28–29).

Esta combinación de advertencia y aliento llena el vacío entre dos secciones principales de esta carta. Anteriormente, el escritor terminó una explicación larga y detallada de cómo el nuevo pacto es superior al antiguo. A lo largo del resto de la carta, el escritor ampliará el significado y la aplicación de estas verdades.