¿Qué significa Hebreos 11:16?
Figuras del Antiguo Testamento como Abrahán, Isaac y Jacob permanecieron fieles a Dios, aunque Sus promesas no se cumplieron durante sus vidas terrenales. Según el escritor de Hebreos, esto nos sirve para demostrar que los planes de Dios tenían un contexto eterno, no material (Hebreos 11:10). Si estos hombres simplemente hubieran estado buscando algún beneficio terrenal, podrían haber regresado al lugar de donde vinieron. El hecho de que no lo hicieran indica que se veían a ellos mismos como ciudadanos del cielo - "extranjeros y peregrinos en esta tierra" (Hebreos 11:13) - y que estaban dispuestos a confiar en la capacidad que Dios tenía para cumplir Sus promesas a través de cosas que no se pueden ver (Hebreos 11:1–3).Los versículos anteriores decían que Abrahán esperaba "una ciudad que tiene cimientos, cuyo diseñador y constructor es Dios" (Hebreos 11:10). Los profetas del Antiguo Testamento como Isaías y Ezequiel registraron visiones de una ciudad celestial. El libro de Apocalipsis también menciona la ciudad de la Nueva Jerusalén, en particular sus asombrosos cimientos (Apocalipsis 21:9–14). Este es el verdadero objetivo y propósito de la fe de hombres como la de Abrahán: se dieron cuenta de que las promesas de Dios no están necesariamente ligadas a ningún tipo de beneficio físico o terrenal que podamos recibir en este lado de la eternidad. En cambio, Dios está obrando todas las cosas para el bien de los que lo aman dentro de un contexto celestial y eterno (Romanos 8:28).
El escritor resume su idea usando la palabra "por eso". La mera obediencia no es suficiente; una persona debe tener fe en Dios para agradarle. Dado que estas personas tenían ese tipo de confianza en Dios, Dios no se avergonzó de ellas. Por lo tanto, fue su fe, la cual los llevó hacia la obediencia, y no las acciones en sí, lo que hizo que Dios los aceptara en Su familia.