¿Qué significa Hebreos 11:40?
El versículo 40 es la última declaración asociada con el capítulo 11, pero las divisiones de capítulos y versículos no formaban parte de la Biblia originalmente. Las declaraciones que aparecen en los versículos 1 y 2 del capítulo 12 se pueden entender como un tipo de crítica. Esos próximos versículos nos proporcionan la aplicación de lo que se ha dicho en el pasaje anterior. En esos versículos, el escritor de Hebreos mostró ejemplos vívidos (Hebreos 11:17–32) de un tipo de fe piadosa, es decir, una tipo de fe basada en la confianza en Dios y Sus promesas que conduce hacia la obediencia (Hebreos 11:1–3), así como hacia los logros que consiguieron aquellos fieles del Antiguo Testamento (Hebreos 11:33–35).Al mismo tiempo, estos creyentes que "se mantuvieron firmes" en su fe a menudo sufrieron por hacerlo. Algunos soportaron dolor, sufrimiento y tortura. Otros fueron asesinados por su fe; y, en muchos casos, murieron sin ver el cumplimiento terrenal de las promesas de Dios (Hebreos 11:35–39). Estas ideas se compartieron, en parte, para recordarles a los cristianos que estaban siendo perseguidos que Dios todavía es fiel y que todavía puede "disponer para bien" todas nuestras experiencias, incluso cuando entendamos nada de lo que nos esté pasando (Romanos 8:28; Filipenses 4:12–13). Esto también nos convence a la hora mantener una perspectiva adecuada de nuestras dificultades, que a menudo son mucho menos extremas.
Este versículo da en el clavo con una idea mucho más humilde y convincente. La recompensa máxima que se le prometió a los creyentes en Dios aún no se ha cumplido; Dios aún no ha completado Su victoria final sobre el mal y el sufrimiento. La "ciudad que tiene fundamentos", que se usa para simbolizar esa esperanza suprema (Hebreos 11:10), aún no ha aparecido (Apocalipsis 21:9–14). ¿Por qué no ha cumplido Dios Su promesa todavía? Según este versículo, la respuesta es: ¡nosotros! Nosotros somos la razón.
Aquellos que están vivos y son capaces de escuchar el evangelio en la actualidad tienen acceso a muchos más casos en los que Dios nos ha mostrado claramente Su fidelidad y cuánto nos ama. Dios ha retrasado el cumplimiento final de Su plan (2 Pedro 3:9), por nuestro bien, y nos ha permitido a los que creemos hoy compartir las recompensas de esos antiguos héroes. Eso, en sí mismo, habla del amor que Dios siente por nosotros, incluso si no nos vemos al mismo nivel espiritual que hombres como Moisés y Abrahán.