¿Qué significa Hebreos 12:15?
Este versículo continúa dando pasos prácticos que los cristianos deben tomar en respuesta a la persecución y las dificultades. Anteriormente, el escritor alentó a los creyentes a "mantenerse firmes" (Hebreos 3:6; 10:23) frente a las luchas. La mayor parte del sufrimiento que soportamos como cristianos no es tan horrible como podría llegar a serlo (Hebreos 12:4). Dios usa esas experiencias para nuestro bien: "entrenarnos" para obtener una fe más madura (Hebreos 12:11). Mientras crecemos individualmente, también debemos tener cuidado de cómo interactuamos con otros creyentes. El versículo anterior menciona la necesidad de vivir en paz, así como la importancia de buscar la santidad.La referencia que se hace sobre aquellos que "se pierden la gracia de Dios" podría referirse a aquellos que son falsos creyentes. Eso armonizaría perfectamente con otras advertencias del Nuevo Testamento que tratan sobre aquellos que dicen ser piadosos, pero no lo son (Mateo 7:15, Judas 1:12). Los próximos versículos se relacionan con el ejemplo de Esaú, quien fue muy descuidado con su propia primogenitura, algo que se ve como una señal de alguien que no tiene una fe real en Dios. Si bien eso es posible, el contexto parece centrarse en otra cosa: aquellas personas dentro de la iglesia que desafían a Dios y Su santidad.
Los versículos anteriores mencionaron la importancia de la santidad (Hebreos 12:14), y otros versículos del Nuevo Testamento mencionan la importancia de no tolerar el pecado descarado entre aquellos que reclaman el nombre de Cristo (1 Corintios 5:11). Anteriormente, se les dio una advertencia en esta misma carta a aquellos que creen, pero que no obedecen y son juzgados en consecuencia (Hebreos 10:26–31). La "raíz de amargura" que se menciona aquí restablece una metáfora usada en Deuteronomio 29:18–19. Allí, se le advirtía al pueblo de Israel sobre aquellos que asumían que serían bendecidos y protegidos por Dios, a pesar de su rebelión deliberada.
Entonces, parece que la idea del escritor habla de aquellos que desobedecen a Dios. El hebreo del Antiguo Testamento usa la palabra "amargo" como un término que se relaciona con el veneno. Aquí, se dice que las "raíces amargas" causan problemas y contaminación; ya sea que esas personas sean cristianos totalmente falsos o simplemente creyentes rebeldes, su influencia es la misma: causan controversia y llevan a otros hacia el pecado. Por lo tanto, no se puede permitir que tales personas permanezcan en la comunidad cristiana (1 Corintios 5:13).
El siguiente versículo continuará abordando la necesidad de estar alerta contra ciertos errores espirituales, usando el infame ejemplo de Esaú.