¿Qué significa Hebreos 12:23?
En este pasaje, el escritor de Hebreos continúa mostrándonos que el nuevo pacto es superior al antiguo. En este caso, el énfasis está en el tono o estado de ánimo drásticamente diferente de cómo percibimos esos arreglos. El antiguo pacto se ofreció a través de una demostración dramática, incluso aterradora, de Dios en el monte Sinaí (Éxodo 19: 9–20). En un sentido muy deliberado, Dios se presentó a sí mismo como absolutamente santo y, por lo tanto, inaccesible para la humanidad pecadora. El nuevo pacto, por otro lado, se nos presenta en un tono mucho más pacífico, acogedor y esperanzador. Cristo nos da la capacidad de "acercarnos al trono" sin temor (Hebreos 4:16).El último versículo menciona el monte Sión, haciendo referencia tanto a la ciudad terrestre de Jerusalén como a la próxima Nueva Jerusalén, donde los creyentes pasarán la eternidad con Dios. Este versículo continúa enumerando los elementos atractivos de lo que les espera a quienes aceptan el nuevo pacto.
La referencia que se hace aquí sobre "la congregación de los primogénitos que están inscritos en el cielo" es difícil de entender. El término traducido como "congregación" aquí es ekklēsia, que también se traduce frecuentemente como "iglesia". Dado que se trata de personas que residen en el cielo, la indicación de que son "primogénitos" parece seguir el patrón de versículos como 2 Tesalonicenses 2:13 y Santiago 1:18, donde se hace referencia a los cristianos salvos como los "primeros frutos" de Dios. Mientras que una familia terrenal sólo puede tener un "primogénito", todos los cristianos comparten este honor como hijos de Dios. Asimismo, la referencia a estar "inscrito" hace sugerencia al Libro de la Vida mencionado en Apocalipsis 3:5, Lucas 10:20 y Daniel 12:1.
Entonces, los "espíritus de los justos que han sido hechos perfectos" parecerían ser una referencia adicional a la asamblea de almas salvadas que esperan a aquellos que vienen a aceptar a Cristo.
Esto se presenta a propósito como algo que hace contraste con lo que ocurrió en el Monte Sinaí. En lugar de que Dios sea imponente, inaccesible e incluso aterrador debido a las implicaciones de la ley, aquellos que aceptan el nuevo pacto pueden percibir a Dios como su rescate, su descanso y su gozo. Todo esto es posible solo a través de Cristo, a quien el siguiente versículo señala como parte de la escena a la que nos acercamos como creyentes.