¿Qué significa Hebreos 12:29?
El versículo anterior se refería al reino de Dios como un reino "inconmovible". Esto hacía contraste con el mundo en el que vivimos hoy, que se estremeció cuando Dios hizo el antiguo pacto (Éxodo 19:9–20) y que un día será destruido y reemplazado (Apocalipsis 21:1). La redacción de ese versículo mostró cómo recibimos ese reino por gracia, y la misma gracia es lo que nos permite acercarnos y honrar a Dios (Hebreos 4:16).Aquí, el escritor de Hebreos emplea una imagen que se usó anteriormente en esta carta. Hebreos 10:26–27 se refiere a Dios usando "un fuego ardiente que todo lo consume", lo que indica el tipo de ira que recibirán todos aquellos que decidan desafiarlo. Hebreos 6:7–8 señaló de manera similar que un campo que no puede producir buenas cosechas se acaba quemando, una forma dolorosa pero purificadora de restaurarlo para cumplir el propósito que Dios le había dado desde un principio. De una forma u otra, la santidad de Dios eliminará todo lo que es temporal y no tiene valor, dejando solo lo eterno y lo que proviene de Su voluntad (Mateo 6:20; 1 Corintios 3:15; Números 31:23). Ese juicio también separa a los que rechazan a Dios de Su reino eterno (2 Tesalonicenses 1:8–9).
Como siempre, el escritor de Hebreos se basa en la Palabra establecida de Dios para presentar sus argumentos. Este comentario sobre que Dios es un "fuego que todo lo consume" es una cita de Deuteronomio 4:24.
Los siguientes versículos, que forman parte del último capítulo del libro de Hebreos, se basarán en esta idea y les recordará a los lectores los pasos prácticos que se deben tomar para demostrar que vivimos confiando plenamente en Dios y el lugar que ocupamos bajo el nuevo pacto.