¿Qué significa Hebreos 2:16?
Este versículo resume uno de los argumentos principales de los capítulos 1 y 2 de Hebreos. El autor ha usado muchas citas del Antiguo Testamento para demostrar que el Mesías Prometido no es un ángel, sino que es divino, y que los ángeles no son los que están destinados a gobernar en el reino de Dios. En cambio, este Mesías es Dios en forma humana. Esta "humanidad" es importante, ya que permite que Jesucristo se convierta en un ejemplo perfecto y un sacrificio válido para toda la humanidad.La misma razón por la que ningún ángel podría servir como Mesías se entiende también como una demostración de que la salvación de Dios se dirigía a la humanidad, no a los ángeles. Los ángeles no pueden experimentar las mismas luchas y tentaciones que la humanidad experimenta. Dios le ha demostrado Su misericordia y Su amor a la humanidad, por ejemplo, a través de Sus pactos con Noé (Génesis 9:8–17), con Abrahán (Génesis 12:1–7), el pueblo de Israel a través de Moisés (Éxodo 19), y ahora, mediante la encarnación de Jesucristo (1 Corintios 11:25; Hebreos 1:1–2).
Si bien esta carta está dirigida a una audiencia cristiana judía, éstos no son los únicos que afirman ser "descendientes de Abrahán". Según pasajes como Mateo 3:9 y Gálatas 3:29, todos los que tienen fe en Cristo forman parte de la familia de Dios.