¿Qué significa Hebreos capitulo 2?
El capítulo 2 de Hebreos continúa el tema principal del capítulo 1: distinguir a Jesús de los ángeles. El capítulo incluye citas adicionales del Antiguo Testamento con el fin de respaldar este concepto. Además, el escritor de Hebreos nos advierte contra los peligros de ignorar el mensaje de Cristo y se refiere a la forma en que Jesús se hizo humano para servir perfectamente como nuestro máximo sumo sacerdote.Este pasaje comienza con una advertencia (Hebreos 2:1–4). Según las Escrituras, cuando Dios entrega un mensaje y es ignorado, hay consecuencias. Esto es más profundo que un simple "o lo tomas o lo dejas"; "extraviarse" de Su verdad también trae consecuencias graves. El griego de este pasaje incluye términos que se relacionan tanto con el pecado deliberado como con los errores (Hebreos 2:1–2). Independientemente de cómo suceda, ir desde la verdad hasta el error nunca termina bien. En el caso de este mensaje en particular, Dios ha hecho todo lo posible para proporcionarnos pruebas (Hebreos 2:3–4), por lo que no hay buenas excusas para "extraviarse".
Después de esa advertencia, el escritor de Hebreos regresa al Antiguo Testamento. El propósito es seguir demostrando que Jesús, el Mesías, no es un ángel. Jesús es superior a los ángeles tanto en Su naturaleza divina como por el hecho de ser el Salvador de la humanidad. Las citas y argumentos que se usan en este pasaje enfatizan la humanidad del Mesías (Hebreos 2:5–18). Un ángel no podría experimentar una verdadera humanidad, ni tampoco pueden llamar a la humanidad "hermanos" (Hebreos 2:5–13). Cristo se hizo hombre, en todos los aspectos, a fin de destruir completamente el poder de muerte y pecado que el Diablo tiene sobre las personas (Hebreos 2:14–17).
El resultado es un Salvador que comprende el sufrimiento y la tentación a un nivel personal (Hebreos 2:18). Cuando nuestro Salvador nos ofrece consuelo y aliento, es sincero. Jesús puede mirar honestamente nuestras circunstancias y decir: "sé cómo te sientes. yo también lo he sufrido". Para que Jesús fuera realmente nuestro sustituto perfecto, necesitaba vencer a lo que nosotros no pudimos: la tentación humana. Es por eso por lo que Satanás intentó provocar que el camino de Jesús hacia la cruz ocurriera antes (Mateo 4:1–11; Mateo 26:36–46).
Este capítulo continúa un extenso uso de citas provenientes del Antiguo Testamento. Al ser una carta escrita principalmente para una audiencia cristiana judía, estas referencias habrían sido bien conocidas y respetadas. Esto también significa, para el lector moderno, que comprender esas referencias del Antiguo Testamento es importante al interpretar cada pasaje de este libro.