¿Qué significa Hebreos 3:3?

Los versículos anteriores señalaban que Jesús, como persona, es superior a Moisés. Este versículo amplía este concepto aún más. Moisés al final solo era un ser creado. Su trabajo y sus logros fueron impresionantes; sin embargo, no importa cuán asombroso pueda ser un edificio, quienquiera que lo haya diseñado y construido obviamente merece más honor y gloria que el edificio en sí. De esa manera, Jesús, siendo el Creador de todas las cosas, merece más honor que Moisés, tal y como un constructor merece más honor que la casa que construye.

Esto es fundamental para la mentalidad hebrea. En el judaísmo, no hay una figura más grande que Moisés; fue Moisés quien sacó a Israel de la esclavitud en Egipto y le dio las leyes de Dios a la nación de Israel. El autor de Hebreos no hace nada para disminuir el carácter o la reputación de Moisés. Al contrario, se le describe como una persona fiel. Sin embargo, estos versículos dejan claro que Jesús está muy por encima de Moisés cuando se trata de autoridad o como un ejemplo a seguir.

Esto implica dos ideas separadas e importantes. Primero, si reconocemos que Moisés es un buen ejemplo, y debemos seguirlo, lo mismo se le aplicaría a Cristo, pero con mucho más rigor. Además, tal y como se nombrará más adelante, si hubo consecuencias nefastas para quienes siguieron a Moisés, pero acabaron perdiendo su confianza, las consecuencias serán aún mayores para quienes siguen a Jesús, pero acaben perdiendo su confianza en Él.