¿Qué significa Hebreos 4:11?
El libro de Hebreos está escrito específicamente para los cristianos salvos. Hebreos 2:1–3 les advirtió a los lectores que no descuidaran su fe. Este versículo repite ese sentimiento, usando la palabra griega spoudasōmen, que significa "esforzarse o trabajar". Todo esto está dentro del contexto del resto del capítulo 4: de hecho, no nos estamos esforzando para ganarnos o mantener nuestra salvación (Juan 6:39–40); más bien, nos esforzamos para obtener nuestras recompensas celestiales (Apocalipsis 2:26–27).El capítulo 3 nos explica cómo el castigo de Israel, la pérdida de su "reposo" en Canaán, se debió a su falta de obediencia, ya que no completaron las obras que Dios les había encomendado (Hebreos 3:16–19). La falta de fe destruye nuestra capacidad de cumplir con el destino que Dios tiene reservado para nosotros. Dios solo reposó de Su obra creativa una vez la terminó (Génesis 2:2; Hebreos 4:3–4). Entonces, para poder reclamar nuestra herencia espiritual, nuestro "reposo", debemos obtenerlo completando el trabajo que se nos ha encomendado. Esto significa que debemos "mantenernos firmes" en nuestra fe (Hebreos 3:6), en lugar de sucumbir a la duda y la incredulidad (Hebreos 3:12–14).
Por lo tanto, debemos ser diligentes y evitar todo tipo de descuidos para no llegar a experimentar el tipo de desobediencia que tanto le costó al pueblo de Israel (Salmo 95:7–11).
Hebreos 4:1–13 les asegura a los cristianos que no han perdido la oportunidad de disfrutar del "descanso" prometido por Dios. El capítulo 3 nos advierte sobre los peligros de perder la fe y desobedecer a Dios. En este pasaje, el escritor señala que los salmistas como David, que vinieron mucho después de Moisés, alentaron a Israel a obtener el reposo de Dios ''hoy''. Dado que el reposo de Dios en el séptimo día de la creación se produjo sólo después de que se hiciera Su obra, e Israel sólo sufrió pérdidas después de no haber sido capaz de completar el trabajo que se les había asignado, los cristianos deben esforzarse por completar el trabajo que Dios les ha dado, a fin de obtener mayores recompensas celestiales. La herramienta más poderosa que podemos usar durante nuestro esfuerzo es la Palabra cortante de Dios.
En el capítulo 4 de Hebreos, el autor refina el tema del capítulo 3. Toda una generación de Israel perdió su herencia de la Tierra Prometida debido a su falta de fe. Aquí, el autor señala que el descanso que Dios nos había prometido todavía se nos está ofreciendo, pero solo a través de Cristo. La verdad cortante de la Palabra de Dios separará lo que es verdaderamente espiritual de lo que es infiel. Debemos hacer todo lo posible por obtener nuestra herencia en Cristo, que es algo separado de nuestra salvación eterna. También podemos tener confianza en el hecho de que Jesús puede simpatizar de manera única con nuestras tentaciones y sufrimientos.
