¿Qué significa Hebreos capitulo 5?
El capítulo 5 de Hebreos continúa con la línea de pensamiento que ya comenzó en el capítulo 4. Al final del capítulo 4, el escritor explicó que el hecho de que Cristo fuera completamente humano era una característica fundamental para ser nuestro salvador. Jesús puede comprender nuestras debilidades y tentaciones, ya que las ha experimentado como nosotros. Aquí, al comienzo del capítulo 5, vemos que un sumo sacerdote humano debe ser capaz de sentir empatía por la gente y ofrecer un sacrificio por sus pecados. Debido a que Jesús era completamente humano, pudo cumplir con este papel tan importante.La primera parte del capítulo 5 se refiere una vez más al Salmo 2 y al Salmo 110. La idea que se destaca aquí es que Dios llamó a Cristo para ser el Sumo Sacerdote. Los versículos del Antiguo Testamento se explican como una profecía sobre el Mesías como sacerdote y rey, algo que no era el caso en los días de Moisés, David o Salomón. La figura que se usa para ilustrar esto es el misterioso Melquisedec, del capítulo 14 de Génesis. Según el escritor de Hebreos, la combinación única de Melquisedec de sacerdocio y realeza representaba un símbolo del papel final que Cristo desempeñaría como nuestro Sumo Sacerdote y el que hizo que la línea real de David fuera eterna.
Los versículos posteriores del capítulo 5 pasan a hablar sobre otra terrible advertencia. Anteriormente, el escritor de Hebreos reprendió a los lectores para que le prestaran más atención a su fe. Aquellos que son descuidados corren el riesgo de caer en el error, y el error siempre tiene consecuencias. En este caso, hay mucho más que decir acerca de cómo Cristo es parte de un Sumo Sacerdocio superior, pero los lectores originales debían ser advertidos primero, para que no fueran descuidados y apáticos con la Palabra. Esta advertencia continuará durante todo el capítulo 6.
Aquí, la crítica específica se centra en la inmadurez espiritual. Esta carta está escrita específicamente para los cristianos judíos de la iglesia primitiva. Aparentemente, sus vidas cristianas no se habían desarrollado plenamente. El conocimiento y la sabiduría no se imparten mágicamente en el momento de la salvación. Algunos aspectos de nuestra vida espiritual requieren tiempo y esfuerzo para desarrollarse. Aquellos que no se desarrollan son como niños que todavía dependen de la leche, en un momento en el que ya deberían estar comiendo alimentos sólidos.
El final del capítulo 5 y los primeros versículos del capítulo 6 forman un enfoque interesante por parte del escritor de Hebreos. Por un lado, se dice que estos cristianos son inmaduros y necesitan aprender más sobre el tema. En este caso, necesitan saber más sobre la idea de Jesús como Sumo Sacerdote, y para ello se usa el ejemplo de Melquisedec. Por otro lado, el escritor piensa que estos cristianos son demasiado inmaduros espiritualmente para obtener detalles más profundos. Entonces, ¿qué hace el autor de Hebreos? Les advierte sobre su falta de profundidad, pero opta por no empezar "desde cero". En cambio, continuará con su examen del Sumo Sacerdocio de Cristo.
Tal y como se dirá directamente en el próximo capítulo, esta carta no pretende volver a explicar las doctrinas básicas de la fe. Más bien, el autor continuará mostrándonos cómo Jesús, siendo nuestro Sumo Sacerdote, es superior a cualquier otra figura que se haya visto en las Escrituras.