¿Qué significa Hebreos 6:17?

Los juramentos son lo que los seres humanos inseguros y falibles esperan de otros seres humanos pecadores y falibles para tener confianza en cualquiera de sus promesas. Existe una tendencia en las personas a sospechar y dudar de la palabra de otras personas. Los juramentos están destinados a añadir un nivel de seguridad adicional, lo cual garantiza que estamos diciendo la verdad. Esta claro que, si una persona es honesta, no hay ningún propósito para tal juramento, aparte de hacer que la otra persona se sienta mejor.

Esta es exactamente la razón por la que Dios elige, a veces, usar juramentos al tratar con la humanidad. Tal y como indica el versículo anterior, aquellos que hacen juramentos tienen que jurar sobre algo que está más allá de ellos mismos. En el caso de Dios, no puede haber nada más allá por lo que se pueda jurar algo, aparte de Él mismo y, tal y como se mostrará en el siguiente versículo, los hechos de la historia y la naturaleza de Dios nos proporcionan dos pruebas infalibles de que Sus juramentos son siempre fiables y de confianza.

El contexto de este tema es la confianza que conduce hacia la obediencia, la madurez y el crecimiento. Cuando somos perseguidos, es posible que dudemos de Dios y nos falle el impulso y la pasión para seguir creciendo en nuestra fe. Esto, a su vez, nos hace más vulnerables a los ataques y más propensos a "caer". En cambio, debemos reconocer la absoluta confiabilidad de las promesas de Dios y buscar crecer tanto en la verdad como en el amor. La máxima expresión de esta promesa, y la mejor razón de nuestra confianza y esperanza, es el fundamento de Jesucristo.

Según la Biblia, todos los creyentes son herederos espirituales de las promesas que se le hicieron a Abrahán (Gálatas 3:29). Si bien no todos somos herederos físicos, o parte de la nación literal de Israel, sí somos parte de las promesas que Dios le hizo a ese patriarca.