¿Qué significa Hebreos 6:7?
Los versículos 7 y 8 son cruciales para comprender la interpretación correcta de los versículos 4, 5 y 6. Así como los versículos desde el 1 al 3 introdujeron la necesidad de que los cristianos necesitan ir más allá de la fe superficial, los versículos 7 y 8 explican el método que Dios pone en práctica para restaurar a aquellos cuya inmadurez les hace alejarse de Él. La metáfora que se ofrece aquí es el campo de un agricultor, el cual responde a la lluvia produciendo buenas cosechas o produciendo malas hierbas y espinas. Los campos que finalmente acaban produciendo cosechas están bendecidos. Los campos que están llenos de maleza no se destruyen ni se desechan, sino que, más bien, se queman para eliminar todas las cosas que lo hacen ser un campo improductivo.Junto con las advertencias que se comparten en los versículos 4, 5 y 6, el significado de esta metáfora se comprende más claramente. En resumen, no hay nadie que pueda ayudar a los cristianos a volver a tener una fe firme y plena si tienen una fe superficial y han caído en la duda y la desobediencia (Hebreos 6:4–6). Estas personas, en la práctica, se ponen del lado del mundo que crucificó a Cristo. El método de Dios, entonces, es el mismo que el del granjero: el fuego. En las Escrituras, el fuego es un símbolo que se usa frecuentemente para referirse al juicio divino (Hebreos 10:26–29; Isaías 10:17).
El máximo ejemplo para esto, tal y como se usa en el libro de Hebreos, es la nación de Israel. El pueblo judío dudó de Dios y lo desobedeció en los límites de la Tierra Prometida. Esto resultó en un juicio severo, después del cual la nación finalmente pudo seguir adelante (Números 13–14). Este ejemplo es un tema importante que se explora durante los capítulos 3 y 4 de este libro (Hebreos 3:12–19; 4:11). Este es el contexto general de este pasaje. Aquí no se está implicando de alguna manera que nuestra salvación se pudiera perder, sino que el autor se está refiriendo al peligro de ser "eliminado" y juzgado en consecuencia, antes de que uno pueda ser restaurado de nuevo (1 Corintios 9:27).