¿Qué significa Hebreos 8:12?
Este versículo completa una cita de Jeremías 31:31–34. El escritor de Hebreos cita esto para demostrar que Dios siempre tuvo la intención de reemplazar el defectuoso "antiguo pacto" del sacerdocio levítico con un "nuevo pacto" perfecto, uno centrado que se centraría en la figura de Jesucristo. Todos los defectos del antiguo pacto tenían su origen en el hecho de que dependían de seres humanos falibles. Parte de esta dependencia fue la necesidad de que existiera un sacrificio constante, uno que valiera para siempre. Los sacerdotes mismos eran pecadores (Hebreos 7:27) y murieron (Hebreos 7:23), por lo que sus sacrificios solo podían servir temporalmente para expiar el pecado. Jesús, por otro lado, es descrito como alguien que ofrece un sacrificio perfecto (Hebreos 9:11–12), alguien que intercede eternamente por nosotros en el cielo (Hebreos 7:24–25).Dentro de ese contexto, esta declaración de que Dios es misericordioso y perdona nuestros pecados debe distinguirse de la obra del antiguo pacto. Algunas de las declaraciones que Dios hizo anteriormente, a través de Jeremías, nos dejaron claro que ese pacto prometido era algo diferente de lo que se le dio a Israel después de salir de Egipto. El enfoque de Dios hacia la misericordia y el pecado, aquí, está directamente ligado a este nuevo pacto, en contraste con el antiguo. En otras palabras, solo el nuevo pacto puede salvarnos realmente de nuestros pecados; el antiguo pacto nunca estuvo destinado a hacerlo.
En términos más poéticos, una persona "se olvida" de algo o "ya no lo recuerda nunca más" cuando esa persona elige actuar como si nada hubiera pasado. Esto no implica que la persona sufra de una amnesia literal. Por eso, Dios no está borrando nuestro pecado de Su conciencia. Sin embargo, para aquellos que aceptan a Cristo, Dios sí que puede "olvidarse" de sus pecados.