¿Qué significa Hebreos 8:13?
Los versículos que van desde el 8 al 12 contienen una cita de Jeremías 31:31–34. Esta cita se ofreció como prueba de que la intención de Dios nunca fue usar el antiguo pacto, el sacerdocio levítico, para obtener la salvación definitiva de la humanidad. Más bien, esos rituales y leyes estaban destinados a apuntar hacia el eventual Mesías (Hebreos 8:5). Incluso el tabernáculo tenía la intención de ser un símbolo terrenal, o un "modelo", del altar real en el cielo (Hebreos 8:1–2).Este versículo vuelve a la idea que señala el escritor de Hebreos: Dios es quien reemplaza el antiguo pacto por el nuevo pacto, ya que el antiguo sistema era defectuoso e imperfecto (Hebreos 7:11). Este nuevo pacto es superior porque no se basa en cosas físicas y terrenales (Hebreos 5:9; 9:12). Tal y como señaló anteriormente el escritor de Hebreos, esta predicción de que un día un nuevo pacto reemplazaría el sacerdocio levítico no es algo raro ni único en las Escrituras judías (Salmo 110:4; Ezequiel 36:26–27).
Al mismo tiempo, este comentario es profético. Al principio de este capítulo, los sacrificios de los sacerdotes se describieron usando un verbo en tiempo presente. En otras palabras, en el momento en que se escribió el libro de Hebreos, el templo todavía se usaba para el sacrificio ritual. Este versículo, sin embargo, indica que el antiguo pacto, que ya había quedado obsoleto, está "en vías de desaparecer". De hecho, no mucho después de se escribieran estas palabras, el templo judío fue destruido por los romanos. Tal y como se predijo aquí y en otros lugares (Oseas 3:4; Lucas 21:6), esto puso fin a la capacidad de Israel de ofrecer sacrificios oficiales, y así ha continuado siendo hasta hoy mismo.