¿Qué significa Hebreos 8:4?
En este pasaje, el escritor de Hebreos está conectando el sacerdocio único de Jesús con la superioridad del nuevo pacto. Para hacer eso, los versículos anteriores señalaron que el servicio de Jesús ocurre en un lugar superior: un cielo creado por Dios, en lugar de un tabernáculo hecho por el hombre (Hebreos 8:1–2). Esto apunta a la idea de que los rituales y los objetos del Antiguo Testamento tenían la intención de ser símbolos del plan final de Dios, en lugar de ser el plan final en sí mismos.Aquí, el escritor de Hebreos nuevamente alude a la descendencia de Jesús, quien viene de la tribu de Judá. Esta es una tribu de reyes, pero no de sacerdotes. Entonces, si Jesús estuviera sirviendo en la tierra, bajo el antiguo pacto, no podría ser sacerdote en absoluto; y, sin embargo, como el escritor ya ha mencionado, Dios había prometido traer a una figura que iba a ser tanto rey como sacerdote (Salmo 110:4), e iba a formar parte de un sacerdocio mayor que el de Aarón (Hebreos 7:11–19).
Este versículo también usa una descripción en tiempo presente de los sacerdotes judíos que traían ofrendas de acuerdo con la ley. En el versículo anterior, esto parece contrastar con el sacrificio único que Jesús hizo por el pecado de toda la humanidad. Aquí, sin embargo, sirve como parte de una profecía. Según esta declaración, los sacrificios en el templo se ofrecían continuamente. Más adelante en este capítulo, se dice que el sistema del Antiguo Testamento está "desapareciendo". En el año 70 d.C., después de que se escribiera esta carta, el templo fue destruido y se perdió la capacidad de hacer ofrendas y sacrificios bajo el antiguo pacto (Oseas 3:4).