¿Qué significa Hebreos 9:19?
La sangre es un aspecto importante tanto del antiguo como del nuevo pacto. En el antiguo pacto, la sangre animal se usaba para cubrir temporalmente los pecados de la gente. Dado que esa sangre nunca pudo pagar completamente por el pecado humano, y tuvo que ser ofrecida repetidamente, no representaba el plan final de Dios para nuestra salvación. En cambio, Dios planeó usar el sacrificio humano, perfecto y completo de Jesucristo para eliminar nuestros pecados de una vez por todas. Algunos versículos recientes han señalado cómo la sangre era una parte necesaria de todos los rituales del antiguo pacto, y cómo estos símbolos apuntaban a la inauguración del nuevo pacto.Los versículos que van desde el 18 al 21 se remontan al comienzo del antiguo pacto, cuando Moisés le presentó por primera vez los mandamientos de Dios al pueblo de Israel. Esto se describe en varios lugares del Antiguo Testamento, pero más claramente en pasajes como Éxodo 24:6–8. La idea que se destaca aquí es que este sacrificio de sangre era necesario, incluso desde el comienzo mismo de las leyes establecidas por Dios para Israel. Esto nos conduce hacia dos ideas que se desarrollarán en los próximos versículos. Primero, sin derramamiento de sangre, sin sacrificio, el perdón de los pecados es imposible. En segundo lugar, el sacrificio de Jesucristo no solo cumple este requisito, sino que lo hace perfecta y permanentemente.
Curiosamente, Jesús usó un lenguaje similar al de Moisés cuando presentó el nuevo pacto (Mateo 26:28).