¿Qué significa Hebreos 9:7?
El área interior del templo fue construida con una cortina que designaba un Lugar Santo. Esta era una sección en la que solo podían entrar los sacerdotes. Esto era parte de su deber diario, pero esta división también simbolizaba la separación que había entre Dios y las personas. Dentro de este Lugar Santo había una segunda cortina que bloqueaba una habitación aún más exclusiva: el Lugar Santísimo. Esta era un área donde solo el sumo sacerdote podía entrar, en un momento designado, por una razón designada, con un sacrificio designado.El propósito principal de este sacrificio era la expiación del pueblo de Israel (Levítico 16:15; Éxodo 30:10). Los primeros versículos de Hebreos señalaron que el sacrificio por los pecados debía realizarse constantemente bajo el antiguo pacto (Hebreos 7:27–28). Asimismo, el sumo sacerdote que hacía este sacrificio tenía que ofrecer expiación por sus propios pecados, así como por los del pueblo (Hebreos 5:3). Una vez al año, el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo, detrás de la segunda cortina. Así como la primera cortina creaba una división que solo los sacerdotes podían pasar, la segunda cortina formaba otra barrera entre las personas y Dios.
Tal y como continuará señalando el escritor de Hebreos, esta separación tiene un gran significado simbólico. El propósito de este simbolismo es una de las ideas principales que aparecen en esta sección del libro de Hebreos.