Isaías capitulo 30
La Biblia de las Américas
1¡Ay de los hijos rebeldes — declara el SEÑOR — que ejecutan planes, pero no los míos, y hacen alianza, pero no según mi Espíritu, para añadir pecado sobre pecado! 2Los que descienden a Egipto sin consultarme, para refugiarse al amparo de Faraón, y buscar abrigo a la sombra de Egipto. 3El amparo de Faraón será vuestra vergüenza, y el abrigo a la sombra de Egipto, vuestra humillación. 4Porque sus príncipes están en Zoán, y sus embajadores llegan a Hanes. 5Todos se avergonzarán a causa de un pueblo que no les trae provecho, no les sirve de ayuda ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio.
6Profecía sobre las bestias del Neguev. Por tierra de tribulación y angustia, de donde vienen la leona y el león, la víbora y la serpiente voladora, llevan sus riquezas sobre lomos de pollinos y sus tesoros sobre gibas de camellos, a un pueblo que no les traerá provecho, 7a Egipto, cuya ayuda es vana y vacía. Por tanto lo he llamado Rahab el destruido. 8Ahora ve, escríbelo en una tablilla delante de ellos y grábalo en un rollo, para que sirva en el día postrero como testigo para siempre. 9Porque este es un pueblo rebelde, hijos falsos, hijos que no quieren escuchar la instrucción del SEÑOR; 10que dicen a los videntes : No veáis visiones; y a los profetas: No nos profeticéis lo que es recto, decidnos palabras agradables, profetizad ilusiones. 11Apartaos del camino, desviaos de la senda, no oigamos más acerca del Santo de Israel. 12Por tanto, así dice el Santo de Israel: Ya que habéis desechado esta palabra, y habéis confiado en la opresión y en el engaño, y os habéis apoyado en ellos, 13por eso esta iniquidad será para vosotros como muro agrietado a punto de caer, como abultamiento en una pared alta, cuya caída viene de repente, en un instante. 14Su caída es como el romper de una vasija de alfarero, despedazada sin piedad ; no se halla entre sus pedazos ni un tiesto para tomar fuego del hogar o para sacar agua de una cisterna. 15Porque así ha dicho el Señor DIOS, el Santo de Israel: En arrepentimiento y en reposo seréis salvos; en quietud y confianza está vuestro poder. Pero no quisisteis, 16y dijisteis: No, porque huiremos a caballo. Por tanto, huiréis. Y: Sobre corceles veloces cabalgaremos. Por tanto, serán veloces los que os persiguen. 17Mil huirán ante la amenaza de uno solo, ante la amenaza de cinco huiréis; hasta que seáis dejados como una enseña en la cima de un monte, y como señal sobre una colina.
19Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá. 20Aunque el Señor os ha dado pan de escasez y agua de opresión, tu Maestro no se esconderá más, sino que tus ojos contemplarán a tu Maestro. 21Tus oídos oirán detrás de ti una palabra : Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda. 22Y profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro. Las esparcirás como cosa inmunda, y les dirás: ¡Fuera de aquí !
23Entonces El dará lluvia para la semilla que sembrarás en la tierra, y pan del producto de la tierra, y será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales. 24También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado, que ha sido aventado con pala y con bieldo. 25Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. 26Y será la luz de la luna como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que el SEÑOR ponga una venda en la fractura de su pueblo y cure la llaga que El ha causado.
27He aquí, el nombre del SEÑOR viene de lejos; ardiente es su ira, y denso es su humo. Sus labios están llenos de indignación, su lengua es como fuego consumidor, 28y su aliento como un torrente desbordado que llega hasta el cuello, para zarandear a las naciones en una zaranda de destrucción, y poner la brida que conduce a la ruina en las mandíbulas de los pueblos. 29Tendréis cánticos como en la noche en que celebráis la fiesta, y alegría de corazón como cuando uno marcha al son de la flauta, para ir al monte del SEÑOR, a la Roca de Israel. 30Y el SEÑOR hará oír la majestad de su voz, y dejará ver el descenso de su brazo con furia de ira y llama de fuego consumidor, con turbión, aguacero y piedra de granizo. 31Porque a la voz del SEÑOR, Asiria se aterrará cuando El hiera con la vara. 32Y cada golpe de la vara de castigo que el SEÑOR descargue sobre ella, será al son de panderos y liras ; y en batallas, blandiendo armas, El peleará contra ellos. 33Porque Tofet está preparado desde hace tiempo, ciertamente, ha sido dispuesto para el rey. El lo ha hecho profundo y ancho, una pira de fuego con abundante leña; el soplo del SEÑOR, como torrente de azufre, lo enciende.
Nueva Biblia de las Américas
1“¡Ay de los hijos rebeldes,” declara el SEÑOR “que ejecutan planes, pero no los Míos, Y hacen alianza, pero no según Mi Espíritu, Para añadir pecado sobre pecado! 2Los que descienden a Egipto Sin consultarme, Para refugiarse al amparo de Faraón, Y buscar abrigo (refugio) a la sombra de Egipto. 3Por tanto, el amparo de Faraón será su vergüenza, Y el abrigo (refugio) a la sombra de Egipto, su humillación. 4Porque sus príncipes están en Zoán, Y sus embajadores llegan a Hanes. 5Todos se avergonzarán a causa de un pueblo que no les trae provecho, No les sirve de ayuda ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio.”
6Oráculo (Profecía) sobre las bestias del Neguev (región del sur). Por tierra de tribulación y angustia, De donde vienen la leona y el león, la víbora y la serpiente voladora, Llevan sus riquezas sobre lomos de pollinos Y sus tesoros sobre lomos de camellos, A un pueblo que no les traerá provecho, 7O sea, a Egipto, cuya ayuda es vana y vacía. Por tanto lo he llamado Rahab (monstruo marino) el destruido. 8Ahora ve, escríbelo en una tablilla delante de ellos Y grábalo en un rollo, Para que sirva en el día postrero Como testigo para siempre. 9Porque éste es un pueblo rebelde, hijos falsos, Hijos que no quieren escuchar La instrucción del SEÑOR; 10Que dicen a los videntes: “No vean visiones;” Y a los profetas: “No nos profeticen lo que es recto, Dígannos palabras agradables, Profeticen ilusiones. 11Apártense del camino, desvíense de la senda, No oigamos más acerca del Santo de Israel.” 12Por tanto, así dice el Santo de Israel: “Ya que han desechado esta palabra, Y han confiado en la opresión y en el engaño, y se han apoyado en ellos, 13Por eso esta iniquidad será para ustedes Como muro agrietado a punto de caer, Como abultamiento en una pared alta, Cuya caída viene de repente, en un instante. 14Su caída es como el romper de una vasija de alfarero, Despedazada sin piedad; No se halla entre sus pedazos ni un tiesto Para tomar fuego del hogar O para sacar agua de una cisterna.” 15Porque así ha dicho el Señor DIOS, el Santo de Israel: “En arrepentimiento y en reposo serán salvos; En quietud y confianza está su poder.” Pero ustedes no quisieron, 16Y dijeron: “No, porque huiremos a caballo.” Por tanto, huirán. Y: “Sobre corceles veloces cabalgaremos.” Por tanto, serán veloces los que los persigan. 17Mil huirán ante la amenaza de uno solo; Ante la amenaza de cinco huirán, Hasta que sean dejados como una enseña (un asta) en la cima de un monte, Y como señal (estandarte) sobre una colina.
19Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente Dios se apiadará de ti a la voz de tu clamor. Cuando la oiga, te responderá. 20Aunque el Señor les ha dado pan de escasez y agua de opresión, El, tu Maestro, no se esconderá más, sino que tus propios ojos contemplarán a tu Maestro. 21Tus oídos oirán detrás de ti estas palabras: “Este es el camino, anden en él,” ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda. 22Entonces profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro. Las esparcirás como cosa inmunda, y les dirás: “¡Fuera de aquí!”
23Y El te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el pan del producto de la tierra será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales (praderas). 24También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje con sal, que ha sido aventado con pala y con bieldo. 25Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. 26La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que el SEÑOR ponga una venda en la fractura de Su pueblo y cure la llaga que El ha causado.
27Miren, el nombre del SEÑOR viene de lejos; Ardiente es Su ira, y denso es Su humo. Sus labios están llenos de indignación, Su lengua es como fuego consumidor, 28Y Su aliento como un torrente desbordado Que llega hasta el cuello, Para zarandear a las naciones en una zaranda de destrucción, Y poner la brida que conduce a la ruina en las mandíbulas de los pueblos. 29Ustedes tendrán cánticos como en la noche sagrada de fiesta, Y alegría de corazón como cuando uno marcha al son de la flauta, Para ir al monte del SEÑOR, a la Roca de Israel. 30Y el SEÑOR hará oír la majestad de Su voz, Y dejará ver la descarga de Su brazo Con furia de ira y llama de fuego consumidor, Con turbión, aguacero y piedra de granizo. 31Porque a la voz del SEÑOR, Asiria se aterrará, Cuando El la hiera con la vara. 32Y cada golpe de la vara de castigo Que el SEÑOR descargue sobre ella, Será al son de panderos y liras; Y en batallas, blandiendo armas, El peleará contra ellos. 33Porque Tofet (lugar de sacrificios) está preparado desde hace tiempo, Ciertamente, ha sido dispuesto para el rey. El lo ha hecho profundo y ancho, Una pira de fuego con abundante leña; El soplo del SEÑOR, como torrente de azufre, lo enciende.
Nueva Versión Internacional
1El SEÑOR ha dictado esta sentencia: «Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado, 2que bajan a Egipto sin consultarme, que se acogen a la protección de Faraón, y se refugian bajo la sombra de Egipto. 3¡La protección de Faraón será su vergüenza! ¡El refugiarse bajo la sombra de Egipto, su humillación! 4Aunque en Zoán tengan funcionarios, y a Janés hayan llegado sus mensajeros, 5todos quedarán avergonzados por culpa de un pueblo que les resulta inútil, que no les brinda ninguna ayuda ni provecho, sino solo vergüenza y frustración».
6Esta es la sentencia que se ha dictado contra los animales del Néguev: Por tierra de dificultades y angustias, de leones y leonas, de víboras y serpientes voladoras, llevan ellos a lomo de burro las riquezas de esa nación inútil, y sus tesoros, a lomo de camello. 7La ayuda de Egipto no sirve para nada; por eso la llamo: «Rahab, la inmóvil».
8Anda, pues, delante de ellos, y grábalo en una tablilla. Escríbelo en un rollo de cuero, para que en los días venideros quede como un testimonio eterno. 9Porque este es un pueblo rebelde; son hijos engañosos, hijos que no quieren escuchar la ley del SEÑOR. 10A los videntes les dicen: «¡No tengan más visiones!», y a los profetas: «¡No nos sigan profetizando la verdad! Dígannos cosas agradables, profeticen ilusiones. 11¡Apártense del camino, retírense de esta senda, y dejen de enfrentarnos con el Santo de Israel!»
12Así dice el Santo de Israel: «Ustedes han rechazado esta palabra; han confiado en la opresión y en la perversidad, y se han apoyado en ellas. 13Por eso su iniquidad se alzará frente a ustedes como un muro alto y agrietado, a punto de derrumbarse: ¡de repente, en un instante, se desplomará! 14Su iniquidad quedará hecha pedazos, hecha añicos sin piedad, como vasija de barro: ni uno solo de sus pedazos servirá para sacar brasas del fuego ni agua de una cisterna».
15Porque así dice el SEÑOR omnipotente, el Santo de Israel: «En el arrepentimiento y la calma está su salvación, en la serenidad y la confianza está su fuerza, ¡pero ustedes no lo quieren reconocer! 16Se resisten y dicen: “Huiremos a caballo”. ¡Por eso, así tendrán que huir! Dicen: “Cabalgaremos sobre caballos veloces”. ¡Por eso, veloces serán sus perseguidores! 17Ante la amenaza de uno solo, mil de ustedes saldrán huyendo; ante la amenaza de cinco, huirán todos ustedes. Quedarán abandonados como un mástil en la cima de una montaña, como una señal sobre una colina».
19Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá. 20Aunque el Señor te dé pan de adversidad y agua de aflicción, tu maestro no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. 21Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo». 22Entonces profanarás tus ídolos enchapados en plata y tus imágenes revestidas de oro; los arrojarás como cosa impura, y les dirás: «¡Fuera de aquí!»
23El SEÑOR te enviará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el alimento que produzca la tierra será suculento y abundante. En aquel día tu ganado pacerá en extensas praderas. 24Los bueyes y los burros que trabajan la tierra comerán el mejor forraje, aventado con bieldo y horquilla. 25En el día de la gran masacre, cuando caigan las torres, habrá arroyos y corrientes de agua en toda montaña alta y en toda colina elevada.
26Cuando el SEÑOR ponga una venda en la fractura de su pueblo y sane las heridas que le causó, brillará la luna como el sol, y será la luz del sol siete veces más intensa, como la luz de siete días enteros. 27¡Miren! El nombre del SEÑOR viene de lejos, con ardiente ira y densa humareda. Sus labios están llenos de furor; su lengua es como un fuego consumidor. 28Su aliento es cual torrente desbordado que llega hasta el cuello, para zarandear a las naciones en la zaranda destructora. Pone en las quijadas de los pueblos un freno que los desvía. 29Ustedes cantarán como en noche de fiesta solemne; su corazón se alegrará, como cuando uno sube con flautas a la montaña del SEÑOR, a la Roca de Israel. 30El SEÑOR hará oír su majestuosa voz, y descargará su brazo: con rugiente ira y llama de fuego consumidor, con aguacero, tormenta y granizo. 31La voz del SEÑOR quebrantará a Asiria; la golpeará con su bastón. 32Cada golpe que el SEÑOR descargue sobre ella con su vara de castigo será al son de panderos y de arpas; agitando su brazo, peleará contra ellos. 33Porque Tofet está preparada desde hace tiempo; está dispuesta incluso para el rey. Se ha hecho una pira de fuego profunda y ancha, con abundancia de fuego y leña; el soplo del SEÑOR la encenderá como un torrente de azufre ardiente.
Reina-Valera 1960
1¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! 2Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. 3Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. 4Cuando estén sus príncipes en Zoán, y sus embajadores lleguen a Hanes, 5todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio.
6Profecía sobre las bestias del Neguev: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de camellos, a un pueblo que no les será de provecho. 7Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos.
8Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre. 9Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; 10que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; 11dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel. 12Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; 13por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente. 14Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, o para sacar agua del pozo.
15Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, 16sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores. 17Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina.
18Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. 19Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.
20Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. 21Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Éste es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. 22Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás.
23Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas. 24Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba. 25Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. 26Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.
27He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume. 28Su aliento, cual torrente que inunda; llegará hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndoles errar.
29Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. 30Y Jehová hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo. 31Porque Asiria que hirió con vara, con la voz de Jehová será quebrantada. 32Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos. 33Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.
Biblia del Jubileo
1¡Ay de los hijos que se apartan, dice el SEÑOR, para hacer consejo, y no de mí, para cubrirse con cobertura, y no por mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado! 2Parten para descender en Egipto, y no han preguntado palabra de mi boca, para fortificarse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. 3Mas la fortaleza de Faraón se os tornará en vergüenza; y la esperanza en la sombra de Egipto en confusión. 4Cuando estarán sus príncipes en Zoán, y sus embajadores vinieron a Hanes, 5Todos se avergonzarán con el pueblo que no les aprovechará, ni les ayudará, ni les traerá provecho; antes les será para vergüenza, y aun para confusión. 6Carga de las bestias del Mediodía. Por tierra de aflicción y de angustia. Leones y leonas en ella. Basilisco y áspide volador, llevado sobre hombros de bestias sus riquezas, y sus tesoros sobre corcovas de camellos, a pueblo que no les aprovechará. 7Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos. 8Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos; y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre, por todos los siglos. 9Que este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley del SEÑOR; 10Que dicen a los que ven: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad errores. 11Dejad el camino, apartaos de la senda, haced apartar de nuestra presencia al Santo de Israel. 12Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia, y en iniquidad, y sobre éstas edificasteis, 13por tanto, este pecado os será como pared abierta que se va a caer, y como corcova en muro alto, cuya caída viene súbita y repentinamente. 14Y vuestro quebrantamiento, será como quebrantamiento de vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; ni entre los pedazos se halla un tiesto para traer fuego del hogar, o para coger agua de un pozo. 15Porque así dijo el Señor DIOS, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza; y no quisisteis, 16Mas dijisteis: No, antes huiremos en caballos. Por tanto vosotros huiréis. Sobre ligeros cabalgaremos; por tanto, serán más ligeros vuestros perseguidores. 17Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos; hasta que quedéis como mástil en la cumbre del monte; y como bandera sobre algún cabezo.
18Por tanto, el SEÑOR os esperará para tener misericordia de vosotros, y por tanto será ensalzado teniendo de vosotros misericordia; porque el SEÑOR es Dios de juicio; bienaventurados todos los que a él esperan. 19Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia tendrá misericordia de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá. 20Mas el Señor os dará pan de congoja y agua de angustia; tu lluvia nunca más te será quitada, mas tus ojos verán tu lluvia. 21Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; para que no echéis a la mano derecha, y para que no echéis a la mano izquierda. 22Entonces profanarás la cobertura de tus esculturas de plata, y la protección de tu vaciadizo de oro; las apartarás como trapo de menstruo; ¡Sal fuera! les dirás. 23Entonces dará lluvia a tu sementera, cuando sembrares la tierra; y pan del fruto de la tierra; y será fértil y grueso; y tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en anchas dehesas. 24Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra, comerán grano limpio, el cual será aventado con pala y zaranda. 25Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado subido, habrá ríos, y corrientes de aguas, el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. 26Y la luz de la luna será como la luz del Sol; y la luz del Sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que soldará el SEÑOR la quebradura de su pueblo, y curará la llaga de su herida.
27He aquí que el nombre del SEÑOR viene de lejos: su rostro encendido, y grave de sufrir; sus labios llenos de ira; y su lengua, como fuego que consume. 28Y su Espíritu, como arroyo que sale de madre, partirá hasta el cuello, para zarandear a los gentiles con criba de vanidad; y poner freno que les haga errar en las quijadas de los pueblos. 29Vosotros tendréis canción, como en noche en la cual se celebra Pascua; y alegría de corazón, como el que va con flauta, para venir al Monte del SEÑOR, al Fuerte de Israel. 30Y el SEÑOR hará oír la potencia de su voz; y hará ver el descender de su brazo, con furor de rostro, y llama de fuego consumidor, con dispersión, con avenida, y piedra de granizo. 31Porque Assur, que hirió con palo, con la voz del SEÑOR será quebrantado. 32Y en todo mal paso habrá báculo, que el SEÑOR hará hincar sobre él con tamboriles y vihuelas; y con fuerza del cielo peleará contra ella. 33Porque Tofet está diputada desde ayer para el rey de Babilonia, también está aparejada; la cual ahondó y ensanchó su hoguera de fuego, y mucha leña. El soplo del SEÑOR, como arroyo de azufre, que la encienda.