Jeremías capitulo 49
La Biblia de las Américas
1Acerca de los hijos de Amón. Así dice el SEÑOR: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué, pues, Milcom se ha apoderado de Gad y su pueblo se ha establecido en sus ciudades? 2Por tanto, he aquí, vienen días — declara el SEÑOR — en que haré que se oiga el grito de guerra contra Rabá de los hijos de Amón, y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían — dice el SEÑOR. 3Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida. Clamad, hijas de Rabá, ceñíos de cilicio y lamentaos, corred de un lado a otro por entre los muros, porque Milcom irá al destierro junto con sus sacerdotes y sus príncipes. 4¡Cómo te jactas de los valles! Tu valle se desvanece, hija infiel, la que confía en sus tesoros, diciendo: “¿Quién vendrá contra mí ?” 5He aquí, traigo sobre ti terror — declara el Señor, DIOS de los ejércitos — de todos tus alrededores ; y seréis lanzados cada uno delante de sí, y no habrá quien reúna a los fugitivos. 6Pero después restauraré el bienestar de los hijos de Amón — declara el SEÑOR.
7Acerca de Edom. Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ¿No hay ya sabiduría en Temán? ¿Se ha perdido el consejo de los prudentes? ¿Se ha corrompido su sabiduría? 8Huid, volved, morad en las profundidades, habitantes de Dedán, porque la ruina de Esaú traeré sobre él al momento de castigarlo. 9Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos? Si vinieran ladrones de noche, sólo destruirían hasta que les bastara. 10Pero yo he despojado totalmente a Esaú, he descubierto sus escondrijos y no podrá esconderse. Ha sido destruida su descendencia, sus hermanos y vecinos, y él ya no existe. 11Deja a tus huérfanos, yo los conservaré con vida; que tus viudas confíen en mí.
12Pues así dice el SEÑOR: He aquí, los que no estaban condenados a beber la copa, ciertamente la beberán, ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente la beberás. 13Porque por mí he jurado — declara el SEÑOR — que Bosra será motivo de horror, de oprobio, de ruina y de maldición ; todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas.
14He oído un mensaje de parte del SEÑOR, y un mensajero es enviado entre las naciones, diciendo: Reuníos y venid contra él, y levantaos para la guerra. 15Pues he aquí, pequeño te he hecho entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16En cuanto al terror que infundías, te ha engañado la soberbia de tu corazón; tú que vives en las hendiduras de las peñas, que ocupas la cumbre del monte. Aunque hagas tu nido tan alto como el del águila, de allí te haré bajar — declara el SEÑOR.
17Y Edom se convertirá en objeto de horror; todo el que pase por él se quedará atónito y silbará a causa de todas sus heridas. 18Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus ciudades vecinas — dice el SEÑOR — nadie habitará allí, ni residirá en él hijo de hombre. 19He aquí que uno subirá como león de la espesura del Jordán contra el pastizal de perenne verdor, y en un instante lo haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como yo y quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que me podrá resistir ?
20Por tanto, oíd el plan que el SEÑOR ha trazado contra Edom, y los designios que ha decretado contra los habitantes de Temán: ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño ; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal. 21Al estruendo de su caída tiembla la tierra; hay un clamor. Hasta el mar Rojo se oye su voz. 22He aquí, se remonta, vuela veloz como un águila y extiende sus alas contra Bosra. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer de parto.
23Acerca de Damasco. Avergonzadas están Hamat y Arfad. Porque han oído malas noticias están desalentadas. Hay ansiedad como en el mar que no se puede calmar. 24Desamparada está Damasco; se ha vuelto para huir, y el pánico se ha apoderado de ella; angustia y dolores la oprimen como a mujer de parto. 25¿Cómo es que no ha sido abandonada la ciudad alabada, la ciudad de mi regocijo ? 26Por eso sus jóvenes caerán en sus calles, y todos los hombres de guerra serán silenciados en aquel día — declara el SEÑOR de los ejércitos. 27Y prenderé fuego al muro de Damasco que consumirá los palacios de Ben-adad.
28Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el SEÑOR: Levantaos, subid a Cedar y destruid a los hijos del oriente. 29Sus tiendas y sus rebaños serán tomados; las cortinas de sus tiendas, todos sus bienes y sus camellos se los llevarán, y gritarán el uno al otro: “¡Terror por todas partes !” 30Escapaos, huid; morad en las profundidades, habitantes de Hazor — declara el SEÑOR —, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha concebido un plan contra vosotros, ha trazado un designio contra vosotros. 31Levantaos, subid contra una nación tranquila, que vive confiada — declara el SEÑOR. No tiene puertas ni cerrojos; viven solitarios. 32Sus camellos serán el despojo, y la multitud de sus ganados el botín; esparciré a todos los vientos a los que se rapan las sienes, y de todos lados les traeré su ruina — declara el SEÑOR. 33Y Hazor será guarida de chacales, una desolación para siempre; nadie habitará allí, ni residirá en ella hijo de hombre.
35Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “He aquí, quebraré el arco de Elam, lo mejor de su fortaleza. 36“Y traeré sobre Elam los cuatro vientos desde los cuatro extremos del cielo, y a todos estos vientos los esparciré; no habrá nación adonde no vayan los expulsados de Elam. 37“Destrozaré a Elam delante de sus enemigos y delante de los que buscan sus vidas; traeré sobre ellos calamidad, el ardor de mi ira ” — declara el SEÑOR — “y enviaré tras ellos la espada hasta que los haya acabado. 38“Entonces pondré mi trono en Elam, y allí destruiré al rey y a los príncipes” — declara el SEÑOR. 39“Pero sucederá en los postreros días que restauraré el bienestar de Elam” — declara el SEÑOR.
Nueva Biblia de las Américas
1Acerca de los Amonitas. Así dice el SEÑOR: “¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué, pues, Milcom se ha apoderado de Gad Y su pueblo se ha establecido en sus ciudades? 2Por tanto, vienen días,” declara el SEÑOR, “En que haré que se oiga el grito de guerra Contra Rabá de los Amonitas, Y será convertida en montón de ruinas, Y sus ciudades serán incendiadas. Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían,” dice el SEÑOR. 3“Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida. Clamen, hijas de Rabá, Cíñanse de cilicio y laméntense, Corran de un lado a otro por entre los muros, Porque Milcom irá al destierro Junto con sus sacerdotes y sus príncipes. 4¡Cómo te jactas de los valles! Tu valle se desvanece, Hija infiel, La que confía en sus tesoros, diciendo: ‘¿Quién vendrá contra mí?’ 5Traigo sobre ti terror,” Declara el Señor, DIOS de los ejércitos, “de todos tus alrededores; Y serán lanzados cada uno delante de sí, Y no habrá quien reúna a los fugitivos. 6Pero después restauraré El bienestar de los Amonitas,” Declara el SEÑOR.
7Acerca de Edom. Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “¿No hay ya sabiduría en Temán? ¿Se ha perdido el consejo de los prudentes? ¿Se ha corrompido su sabiduría? 8Huyan, vuelvan, moren en las profundidades, Habitantes de Dedán, Porque la ruina de Esaú traeré sobre él Al momento de castigarlo. 9Si vinieran a ti vendimiadores, ¿No dejarían algunos racimos? Si vinieran ladrones de noche, Sólo destruirían hasta que les bastara. 10Pero Yo he despojado totalmente a Esaú, He descubierto sus escondrijos Y no podrá esconderse. Ha sido destruida su descendencia, sus hermanos Y vecinos, y él ya no existe. 11Deja a tus huérfanos, Yo los conservaré con vida; Que tus viudas confíen en Mí.”
12Pues así dice el SEÑOR: “Los que no estaban condenados a beber la copa, ciertamente la beberán, ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente la beberás. 13“Porque por Mí he jurado,” declara el SEÑOR, “que Bosra será motivo de horror, de oprobio, de ruina y de maldición. Todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas.”
14He oído un mensaje de parte del SEÑOR, Y un mensajero es enviado entre las naciones, diciéndoles: “Reúnanse y vengan contra él, Y levántense para la guerra.” 15“Pues pequeño te he hecho entre las naciones, Despreciado entre los hombres. 16En cuanto al terror que infundías, Te ha engañado la soberbia de tu corazón; Tú que vives en las hendiduras de las peñas, Que ocupas la cumbre del monte. Aunque hagas tu nido tan alto como el del águila, De allí te haré bajar,” declara el SEÑOR.
17“Y Edom se convertirá en objeto de horror; todo el que pase por él se quedará atónito y silbará a causa de todas sus heridas. 18Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus ciudades vecinas,” dice el SEÑOR, “nadie habitará allí, ni residirá en él hijo de hombre. 19Viene uno que subirá como león de la espesura del Jordán contra la pradera de verdes pastos, y en un instante lo haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como Yo y quién Me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que Me podrá resistir?”
20Por tanto, oigan el plan que el SEÑOR ha trazado contra Edom, y los designios que ha decretado contra los habitantes de Temán: ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal. 21Al estruendo de su caída tiembla la tierra; hay un clamor. Hasta el Mar Rojo se oye su voz. 22Se remonta, vuela veloz como un águila y extiende Sus alas contra Bosra. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer de parto.
23Acerca de Damasco. “Avergonzadas están Hamat y Arfad. Porque han oído malas noticias Están desalentadas. Hay ansiedad como en el mar Que no se puede calmar. 24Desamparada está Damasco; Se ha vuelto para huir, Y el pánico se ha apoderado de ella; Angustia y dolores la oprimen Como a mujer de parto. 25¿Cómo es que no ha sido abandonada la ciudad alabada, La ciudad de Mi regocijo? 26Por eso sus jóvenes caerán en sus calles, Y todos los hombres de guerra serán Silenciados en aquel día,” declara el SEÑOR de los ejércitos. 27“Y prenderé fuego al muro de Damasco Que consumirá los palacios de Ben Adad.”
28Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el SEÑOR: “Levántense, suban a Cedar Y destruyan a los hijos del oriente. 29Sus tiendas y sus rebaños serán tomados; Las cortinas de sus tiendas, todos sus bienes y sus camellos se los llevarán, Y gritarán el uno al otro: ‘¡Terror por todas partes!’ 30Escapen, huyan; moren en las profundidades, Habitantes de Hazor,” declara el SEÑOR, “porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha concebido un plan contra ustedes, Ha trazado un designio contra ustedes. 31Levántense, suban contra una nación tranquila, Que vive confiada,” declara el SEÑOR. “No tiene puertas ni cerrojos; Viven solitarios. 32Sus camellos serán el despojo, Y la multitud de sus ganados el botín; Esparciré a todos los vientos a los que se rapan las sienes, Y de todos lados les traeré su ruina,” declara el SEÑOR. 33“Y Hazor será guarida de chacales, Una desolación para siempre; Nadie habitará allí, Ni residirá en ella hijo de hombre.”
35“Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ‘Voy a quebrar el arco de Elam, Lo mejor de su fortaleza. 36Y traeré sobre Elam los cuatro vientos Desde los cuatro extremos del cielo, Y a todos estos vientos los esparciré. No habrá nación Adonde no vayan los expulsados de Elam. 37Destrozaré a Elam delante de sus enemigos Y delante de los que buscan sus vidas; Traeré sobre ellos calamidad, El ardor de Mi ira,’ declara el SEÑOR, ‘y enviaré tras ellos la espada Hasta que los haya acabado. 38Entonces pondré Mi trono en Elam, Y allí destruiré al rey y a los príncipes,’ Declara el SEÑOR. 39‘Pero sucederá en los postreros días Que restauraré el bienestar de Elam,’” Declara el SEÑOR.
Nueva Versión Internacional
1Así dice el SEÑOR acerca de los amonitas: «¿Acaso Israel no tiene hijos? ¿Acaso no tiene herederos? ¿Por qué el dios Moloc ha heredado Gad, y su pueblo vive en sus ciudades? 2Vienen días —afirma el SEÑOR— en que yo haré resonar el grito de guerra contra Rabá de los amonitas; y se convertirá en un montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces Israel despojará de todo a los que de todo la despojaron —afirma el SEÑOR—.
3»¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida! ¡Griten, hijas de Rabá! ¡Vístanse de luto, y hagan lamentación; corran de un lado a otro, dentro de los muros!, porque Moloc marcha al destierro, junto con sus sacerdotes y oficiales. 4¿Por qué te jactas de tus valles, de tus fértiles valles, hija rebelde, que confías en tus tesoros y dices: “¿Quién me atacará?”? 5Voy a hacer que te acose el terror por todas partes —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. Todos serán expulsados, cada uno por su lado, y nadie reunirá a los fugitivos.
7Así dice el SEÑOR Todopoderoso acerca de Edom: «¿Ya no hay sabiduría en Temán? ¿Se acabó el consejo de los inteligentes? ¿Acaso se ha echado a perder su sabiduría? 8Habitantes de Dedán: ¡Huyan, vuélvanse atrás! ¡Escóndanse en lo más profundo de la tierra! Yo provocaré un desastre sobre Esaú, pues le llegó la hora del castigo. 9Si los vendimiadores llegaran a ti, ¿no te dejarían algunos racimos? Si de noche te llegaran ladrones, ¿no se llevarían solo lo que pudieran? 10Pero yo despojaré por completo a Esaú; descubriré sus escondites, y no podrá ocultarse. Sus hijos, parientes y vecinos, serán destruidos y dejarán de existir. 11¡Abandona a tus huérfanos, que yo les protegeré la vida! ¡Tus viudas pueden confiar en mí!»
13Juro por mí mismo —afirma el SEÑOR—, que Bosra se convertirá en objeto de maldición, y en horror, oprobio y desolación. Para siempre quedarán en ruinas todas sus ciudades». 14He oído un mensaje del SEÑOR. Un heraldo lo anuncia entre las naciones: «¡Reúnanse, ataquen a la ciudad! ¡Prepárense para la guerra!»
15«Te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas; tú, que ocupas las alturas de los montes: fuiste engañado por el terror que infundías y por el orgullo de tu corazón. Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila, desde allí te haré caer —afirma el SEÑOR—. 17Tan espantosa será la caída de Edom que todo el que pase junto a la ciudad quedará pasmado al ver todas sus heridas. 18Será como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus ciudades vecinas; nadie volverá a vivir allí, ni la habitará ningún ser humano —afirma el SEÑOR—.
19»Como león que sale de los matorrales del Jordán hacia praderas de verdes pastos, en un instante espantaré de su tierra a los de Edom, y sobre ellos nombraré a mi elegido. Porque, ¿quién como yo? ¿Quién me puede desafiar? ¿Qué pastor se me puede oponer?» 20Por eso, escuchen el plan que el SEÑOR ha diseñado contra Edom; escuchen lo que tiene proyectado contra los habitantes de Temán: Serán arrastrados los más pequeños del rebaño; por causa de ellos sus praderas quedarán asoladas. 21Tiembla la tierra por el estruendo de su caída; hasta en el Mar Rojo resuenan sus gritos. 22Remonta vuelo el enemigo, se desliza como un águila, extiende sus alas sobre Bosra. En aquel día se angustiarán los valientes de Edom, como se angustia una mujer de parto.
23Mensaje acerca de Damasco: «Jamat y Arfad están desconcertadas, pues ya saben de la mala noticia. Naufragan en el mar de la angustia, y no pueden calmarse. 24Damasco desfallece; trató de huir, pero la dominó el pánico. Se halla presa de la angustia y el dolor, como si estuviera de parto. 25¿Por qué no ha sido abandonada la ciudad famosa, la que era mi delicia? 26En aquel día sus jóvenes quedarán tendidos en las calles; ¡perecerán todos sus soldados! —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. 27Prenderé fuego al muro de Damasco, y los palacios de Ben Adad serán consumidos».
28Así dice el SEÑOR acerca de Cedar y de los reinos de Jazor que fueron atacados por Nabucodonosor, rey de Babilonia: «¡Vamos, ataquen a Cedar! ¡Destruyan a esa gente del oriente! 29Sus carpas y rebaños les serán arrebatados, se llevarán sus toldos, bienes y camellos. La gente les gritará: “¡Cunde el terror por todas partes!”
31»¡Vamos, ataquen a esta nación indolente que vive del todo confiada, nación que no tiene puertas ni cerrojos, y que vive muy aislada! —afirma el SEÑOR—. 32Sus camellos serán el botín, y su numeroso ganado, el despojo. Dispersaré a los cuatro vientos a los que se rapan las sienes; de todas partes les traeré su ruina —afirma el SEÑOR—. 33Jazor se convertirá en una guarida de chacales, en un lugar desolado para siempre. Ningún ser humano vivirá allí, nadie habitará en ese lugar».
35Así dice el SEÑOR Todopoderoso: «Voy a quebrar el arco de Elam; voy a acabar con lo mejor de su poderío. 36Voy a desatar contra Elam los cuatro vientos desde los cuatro confines de la tierra. Los voy a esparcir por los cuatro vientos, y no quedará nación alguna adonde no lleguen sus desterrados. 37Aterraré a Elam frente a sus enemigos, frente a los que atentan contra su vida; desataré mi ardiente ira, y traeré sobre ellos calamidad —afirma el SEÑOR—. Haré que la espada los persiga hasta que los haya exterminado. 38Estableceré mi trono en Elam, y destruiré a su rey y a sus oficiales —afirma el SEÑOR—.
Reina-Valera 1960
1Acerca de los hijos de Amón. Así ha dicho Jehová: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué Milcom ha desposeído a Gad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades? 2Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová.
3Lamenta, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead los vallados, porque Milcom fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente. 4¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí? 5He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno derecho hacia adelante, y no habrá quien recoja a los fugitivos. 6Y después de esto haré volver a los cautivos de los hijos de Amón, dice Jehová.
7Acerca de Edom. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Se ha acabado el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría? 8Huid, volveos atrás, habitad en lugares profundos, oh moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo castigue. 9Si vendimiadores hubieran venido contra ti, ¿no habrían dejado rebuscos? Si ladrones de noche, ¿no habrían tomado lo que les bastase? 10Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser. 11Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas.
12Porque así ha dicho Jehová: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. 13Porque por mí he jurado, dice Jehová, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán desolaciones perpetuas.
14La noticia oí, que de Jehová había sido enviado mensajero a las naciones, diciendo: Juntaos y venid contra ella, y subid a la batalla. 15He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.
17Y se convertirá Edom en desolación; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará de todas sus calamidades. 18Como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, así no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre. 19He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí, y quién me emplazará? ¿Quién será aquel pastor que me podrá resistir? 20Por tanto, oíd el consejo que Jehová ha acordado sobre Edom, y sus pensamientos que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 21Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo. 22He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas contra Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.
23Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. 24Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. 25¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo! 26Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos. 27Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.
28Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales asoló Nabucodonosor rey de Babilonia. Así ha dicho Jehová: Levantaos, subid contra Cedar, y destruid a los hijos del oriente. 29Sus tiendas y sus ganados tomarán; sus cortinas y todos sus utensilios y sus camellos tomarán para sí, y clamarán contra ellos: Miedo alrededor. 30Huid, idos muy lejos, habitad en lugares profundos, oh moradores de Hazor, dice Jehová; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado un designio. 31Levantaos, subid contra una nación pacífica que vive confiadamente, dice Jehová, que ni tiene puertas ni cerrojos, que vive solitaria. 32Serán sus camellos por botín, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, arrojados hasta el último rincón; y de todos lados les traeré su ruina, dice Jehová. 33Hazor será morada de chacales, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.
34Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, diciendo: 35Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, parte principal de su fortaleza. 36Traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; y no habrá nación a donde no vayan fugitivos de Elam. 37Y haré que Elam se intimide delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su vida; y traeré sobre ellos mal, y el ardor de mi ira, dice Jehová; y enviaré en pos de ellos espada hasta que los acabe. 38Y pondré mi trono en Elam, y destruiré a su rey y a su príncipe, dice Jehová. 39Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver a los cautivos de Elam, dice Jehová.
Biblia del Jubileo
1De los hijos de Amón. Así dijo el SEÑOR: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué tomó como por heredad el rey de ellos a Gad, y su pueblo habitó en sus ciudades? 2Por tanto, he aquí vienen días, dijo el SEÑOR, en que haré oír en Rabá de los hijos de Amón clamor de guerra; y será puesta en montón de asolamiento, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, dijo el SEÑOR. 3Aúlla, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead por los vallados, porque el rey de ellos fue en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente. 4¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se le escurrió, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí? 5He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor DIOS de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno en derechura de su rostro, y no habrá quien recoja al errante. 6Y después de esto haré tornar la cautividad de los hijos de Amón, dijo el SEÑOR.
7De Edom. Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría? 8Huid, volveos, escondeos en simas para estar, oh moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él, al tiempo que lo tengo de visitar. 9Si vendimiadores vinieran contra ti, ¿no dejarán rebuscos? Si ladrones de noche, tomarán lo que hubieren necesitado. 10Pero yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su simiente, y sus hermanos, y sus vecinos; y no será. 11Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí se confiarán tus viudas. 12Porque así dijo el SEÑOR: He aquí que los que no estaban condenados a beber del cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que de cierto beberás. 13Porque por mí juré, dijo el SEÑOR, que en asolamiento, en oprobio, en soledad, y en maldición, será Bosra; y todas su ciudades serán en asolamientos perpetuos. 14La noticia oí, que del SEÑOR había sido enviado mensajero a los gentiles, diciendo: Juntaos, y venid contra ella, y levantaos a la batalla. 15Porque he aquí que pequeño te he puesto entre los gentiles, menospreciado entre los hombres. 16Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón, tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte; aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dijo el SEÑOR. 17Y será Edom en asolamiento; todo aquel que pasare por ella se espantará, y silbará sobre todas sus plagas. 18Como en el trastornamiento de Sodoma y de Gomorra, y de sus ciudades vecinas, será, dijo el SEÑOR, no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre. 19He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo y lo haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿O quién me emplazará? ¿O quién será aquel pastor que me podrá resistir? 20Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Edom; y sus pensamientos, que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 21Del estruendo de la caída de ellos la tierra tembló, y el grito de su voz se oyó en el mar Bermejo. 22He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas sobre Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.
23De Damasco: Se confundió Hamat, y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. 24Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor; angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. 25¡Cómo no perdonaron a la ciudad de alabanza, ciudad de mi gozo! 26Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, dijo el SEÑOR de los ejércitos. 27Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.
28De Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales hirió Nabucodonosor rey de Babilonia. Así dijo el SEÑOR: Levantaos, subid contra Cedar, y destruid los hijos de oriente (de Cedem). 29Sus tiendas y sus ganados tomarán; sus cortinas, y todos sus vasos, y sus camellos, tomarán para sí; y llamarán contra ellos miedo alrededor. 30Huid, idos muy lejos, meteos en simas para estar, oh moradores de Hazor, dijo el SEÑOR; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado designio. 31Levantaos, subid a gente pacífica, que vive confiadamente, dice el SEÑOR, que ni tienen puertas ni cerrojos, que viven solos. 32Y serán sus camellos por presa, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, echados hasta el postrer rincón; y de todos sus lados les traeré su ruina, dijo el SEÑOR. 33Y Hazor será morada de dragones, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.
34Palabra del SEÑOR que vino a Jeremías profeta acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, diciendo: 35Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, principio de su fortaleza. 36Y traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro cantones del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; ni habrá gente adonde no vengan extranjeros de Elam. 37Y haré que Elam tenga temor delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su alma; y traeré sobre ellos mal, y el furor de mi enojo, dijo el SEÑOR; y enviaré en pos de ellos espada hasta que los acabe. 38Y pondré mi trono en Elam, y perderé de allí rey y príncipes, dijo el SEÑOR. 39Mas acontecerá en lo postrero de los días, que haré tornar la cautividad de Elam, dijo el SEÑOR.