Jeremías capitulo 50
La Biblia de las Américas
2Anunciadlo entre las naciones y hacedlo oír ; levantad estandarte, hacedlo oír. No lo ocultéis, sino decid: “Ha sido tomada Babilonia, está avergonzado Bel, destrozado Merodac ; han sido avergonzadas sus imágenes, destrozados sus ídolos.” 3Porque ha subido contra ella una nación del norte que hará de su tierra objeto de horror, y no habrá habitante en ella. Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido. 4En aquellos días y en aquel tiempo — declara el SEÑOR — vendrán los hijos de Israel, ellos junto con los hijos de Judá ; vendrán andando y llorando, y al SEÑOR su Dios buscarán. 5Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros; vendrán para unirse al SEÑOR en un pacto eterno que no será olvidado. 6Ovejas perdidas ha venido a ser mi pueblo; sus pastores las han descarriado, haciéndolas vagar por los montes; han andado de monte en collado y han olvidado su lugar de descanso. 7Todos los que los hallaban, los devoraban; y sus enemigos han dicho: “No somos culpables, porque ellos han pecado contra el SEÑOR, morada de justicia, el SEÑOR, esperanza de sus padres.” 8Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos ; sed como machos cabríos al frente del rebaño. 9Porque he aquí, yo hago despertar y subir contra Babilonia una horda de grandes naciones de la tierra del norte, que se alinearán para la batalla contra ella; desde allí será llevada cautiva. Sus flechas serán como de diestro guerrero que no vuelve con las manos vacías. 10Y Caldea se convertirá en botín; todos los que la saqueen se saciarán — declara el SEÑOR.
11Porque os alegráis, porque os regocijáis, saqueadores de mi heredad, porque saltáis como novilla trilladora y relincháis como caballos sementales, 12vuestra madre se avergonzará en gran manera, será humillada la que os dio a luz. He aquí, será la última de las naciones: desierto, sequedal y yermo. 13A causa del enojo del SEÑOR, no será habitada, sino que estará desolada toda ella ; todo el que pase por Babilonia se quedará atónito y silbará a causa de todas sus heridas. 14Poneos en orden contra Babilonia en derredor, todos los que entesáis el arco; tirad contra ella, no escatiméis las flechas, porque ha pecado contra el SEÑOR. 15Alzad grito de guerra contra ella en derredor. Se ha rendido, caen sus columnas, son derribadas sus murallas. Porque esta es la venganza del SEÑOR : tomad venganza de ella; como ella ha hecho, así haced con ella. 16Exterminad de Babilonia al sembrador y al que maneja la hoz en tiempo de la siega ; ante la espada opresora, cada uno volverá a su pueblo, cada uno huirá a su tierra.
17Rebaño descarriado es Israel; los leones lo han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos. 18Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: “He aquí, castigaré al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19“Y volveré a traer a Israel a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán, y se saciarán sus deseos en la región montañosa de Efraín y en Galaad. 20“En aquellos días y en aquel tiempo” — declara el SEÑOR — “se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán; porque perdonaré a los que yo haya dejado como remanente.”
21Sube contra la tierra de Merataim, contra ella y contra los habitantes de Pecod. Mátalos y destrúyelos — declara el SEÑOR — y haz conforme a todo lo que te he ordenado. 22¡Estruendo de guerra en el país, y gran destrucción ! 23¡Cómo ha sido cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia en objeto de horror entre las naciones ! 24Babilonia, te puse lazo, y fuiste atrapada, y tú no te diste cuenta ; has sido sorprendida y apresada porque te pusiste a provocar al SEÑOR. 25El SEÑOR ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su indignación, porque esta es obra del Señor, DIOS de los ejércitos, en la tierra de los caldeos. 26Venid contra ella desde los últimos confines ; abrid sus graneros, convertidla en montones y destruidla por completo ; que no le quede nada. 27Pasad a espada todos sus novillos; que desciendan al matadero. ¡Ay de ellos, porque ha llegado su día, la hora de su castigo ! 28Se oye la voz de los fugitivos y evadidos de la tierra de Babilonia anunciando en Sion la venganza del SEÑOR nuestro Dios, la venganza de su templo.
29Reclutad arqueros contra Babilonia, a todos los que entesan el arco; acampad contra ella por todos lados, que no haya escape. Dadle el pago conforme a su obra; conforme a todo lo que ha hecho, así haced con ella ; porque se ha vuelto insolente contra el SEÑOR, contra el Santo de Israel. 30Por tanto sus jóvenes caerán en sus calles, y todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día — declara el SEÑOR. 31He aquí, estoy contra ti, arrogante, — declara el Señor, DIOS de los ejércitos — porque ha llegado tu día, la hora en que te castigaré. 32Y la arrogante tropezará y caerá sin que nadie la levante; y prenderé fuego a sus ciudades, el cual devorará todos sus alrededores.
33Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Oprimidos están los hijos de Israel y los hijos de Judá a una; todos los que los tomaron cautivos los han retenido, se han negado a soltarlos. 34Pero su Redentor es fuerte, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre ; defenderá su causa con energía para traer reposo a la tierra y turbación a los habitantes de Babilonia. 35Espada contra los caldeos — declara el SEÑOR — y contra los habitantes de Babilonia, contra sus oficiales y sus sabios. 36Espada contra los impostores, y se volverán necios. Espada contra sus valientes, y serán destrozados. 37Espada contra sus caballos y contra sus carros, y contra todos los extranjeros que están en medio de ella, y serán como mujeres. Espada contra sus tesoros, y serán saqueados. 38Sequía sobre sus aguas, y se secarán ; porque es una tierra de ídolos, y se vuelven locos por sus horribles ídolos. 39Por tanto, allí vivirán las fieras del desierto junto con las hienas, también vivirán avestruces en ella ; nunca más será habitada ni poblada por generación y generación. 40Como cuando Dios destruyó a Sodoma, a Gomorra y a sus ciudades vecinas — declara el SEÑOR — ningún hombre habitará allí, ni residirá en ella hijo de hombre.
41He aquí, un pueblo viene del norte, una gran nación, y muchos reyes se levantarán de los confines de la tierra. 42Empuñan arco y jabalina; son crueles y no tienen misericordia. Su voz ruge como el mar, y a caballo van montados, alineados como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Babilonia. 43Ha oído el rey de Babilonia noticias de ellos, y flaquean sus manos; la angustia se ha apoderado de él, agonía como de mujer de parto. 44He aquí que uno subirá como león de la espesura del Jordán a un pastizal de perenne verdor, y en un instante le haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como yo y quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que me podrá resistir ?
45Por tanto, oíd el plan que el SEÑOR ha trazado contra Babilonia, y los designios que ha decretado contra la tierra de los caldeos; ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño ; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal. 46Al grito de ¡Babilonia ha sido tomada!, la tierra tiembla y el clamor se oye entre las naciones.
Nueva Biblia de las Américas
2“Anúncienlo entre las naciones y háganlo oír; Levanten estandarte, háganlo oír. No lo oculten, sino digan: ‘Ha sido tomada Babilonia, Está avergonzado Bel, destrozado Merodac; Han sido avergonzadas sus imágenes, destrozados sus ídolos.’ 3Porque ha subido contra ella una nación del norte Que hará de su tierra objeto de horror, Y no habrá habitante en ella. Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido. 4En aquellos días y en aquel tiempo,” declara el SEÑOR “vendrán los Israelitas, ellos junto con los hijos de Judá; Vendrán andando y llorando, Y al SEÑOR su Dios buscarán. 5Preguntarán por el camino de Sion, Hacia donde volverán sus rostros; Vendrán para unirse al SEÑOR En un pacto eterno que no será olvidado. 6Mi pueblo ha venido a ser como ovejas perdidas; Sus pastores las han descarriado, Haciéndolas vagar por los montes. Han andado de monte en collado Y han olvidado su lugar de descanso. 7Todos los que los hallaban, los devoraban; Y sus enemigos han dicho: ‘No somos culpables, Porque ellos han pecado contra el SEÑOR, morada de justicia, El SEÑOR, esperanza de sus padres.’ 8Huyan de en medio de Babilonia, Y salgan de la tierra de los Caldeos; Sean como machos cabríos al frente del rebaño. 9Porque Yo hago despertar y subir contra Babilonia Una horda de grandes naciones de la tierra del norte, Que se alinearán para la batalla contra ella; Desde allí será llevada cautiva. Sus flechas serán como de diestro guerrero Que no vuelve con las manos vacías. 10Y Caldea se convertirá en botín; Todos los que la saqueen se saciarán,” declara el SEÑOR.
11“Porque ustedes se alegran, porque se regocijan, Saqueadores de Mi heredad, Porque saltan como novilla trilladora Y relinchan como caballos sementales, 12Su madre se avergonzará en gran manera, Será humillada la que los dio a luz. Será la última de las naciones: Desierto, sequedal y lugar desolado. 13A causa del enojo del SEÑOR, no será habitada, Sino que estará desolada toda ella; Todo el que pase por Babilonia se quedará atónito Y silbará a causa de todas sus heridas. 14Pónganse en orden contra Babilonia en derredor suyo, Todos los que entesan el arco; Tiren contra ella, no escatimen las flechas, Porque ha pecado contra el SEÑOR. 15Den grito de guerra en derredor contra ella. Se ha rendido, caen sus columnas, Son derribadas sus murallas. Porque ésta es la venganza del SEÑOR: Tomen venganza de ella; Como ella ha hecho, así hagan con ella. 16Exterminen de Babilonia al sembrador Y al que maneja la hoz en tiempo de la siega; Ante la espada opresora, Cada uno volverá a su pueblo, Cada uno huirá a su tierra.
17“Rebaño descarriado es Israel; los leones lo han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos. 18Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a castigar al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19Y volveré a traer a Israel a su pastizal (redil), y pastará en el Carmelo y en Basán, y se saciarán sus deseos en la región montañosa de Efraín y en Galaad. 20En aquellos días y en aquel tiempo,’ declara el SEÑOR ‘se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán; porque perdonaré a los que Yo haya dejado como remanente.’
21“Sube contra la tierra de Merataim, contra ella Y contra los habitantes de Pecod. Mátalos y destrúyelos,” declara el SEÑOR, “y haz conforme a todo lo que te he ordenado. 22¡Hay estruendo de guerra en el país, Y gran destrucción! 23¡Cómo ha sido cortado y quebrado El martillo de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia En objeto de horror entre las naciones! 24Babilonia, te puse lazo, y fuiste atrapada, Y tú no te diste cuenta; Has sido sorprendida y apresada Porque te pusiste a provocar al SEÑOR.” 25El SEÑOR ha abierto Su arsenal Y ha sacado las armas de Su indignación, Porque ésta es obra del Señor, DIOS de los ejércitos, En la tierra de los Caldeos. 26Vengan contra ella desde los últimos confines; Abran sus graneros, Conviértanla en montones Y destrúyanla por completo; Que no le quede nada. 27Pasen a espada todos sus novillos; Que desciendan al matadero. ¡Ay de ellos, porque ha llegado su día, La hora de su castigo! 28Se oye la voz de los que huyeron y escaparon de la tierra de Babilonia Anunciando en Sion la venganza del SEÑOR nuestro Dios, La venganza de Su templo.
29“Recluten arqueros contra Babilonia, A todos los que entesan el arco; Acampen contra ella por todos lados, Que no haya escape. Denle el pago conforme a su obra; Conforme a todo lo que ha hecho, así hagan con ella; Porque se ha vuelto insolente contra el SEÑOR, Contra el Santo de Israel. 30Por tanto, sus jóvenes caerán en sus calles, Y todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día,” declara el SEÑOR. 31“Estoy contra ti, arrogante,” declara el Señor, DIOS de los ejércitos, “porque ha llegado tu día, La hora en que te castigaré. 32Y la arrogante tropezará y caerá Sin que nadie la levante. Prenderé fuego a sus ciudades, El cual devorará todos sus alrededores.”
33Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “Oprimidos están los Israelitas Y los hijos de Judá también; Todos los que los tomaron cautivos los han retenido, Se han negado a soltarlos. 34Pero su Redentor es fuerte, el SEÑOR de los ejércitos es Su nombre; Defenderá su causa con energía Para traer reposo a la tierra Y turbación a los habitantes de Babilonia. 35Espada contra los Caldeos,” declara el SEÑOR, “y contra los habitantes de Babilonia, Contra sus oficiales y sus sabios. 36Espada contra los impostores (falsos profetas, oráculos sacerdotes), y se volverán necios. Espada contra sus valientes, y serán destrozados. 37Espada contra sus caballos y contra sus carros, Y contra todos los extranjeros que están en medio de ella, Y serán como mujeres. Espada contra sus tesoros, y serán saqueados. 38Sequía sobre sus aguas, y se secarán; Porque es una tierra de ídolos, Y se vuelven locos por sus horribles ídolos. 39Por tanto, allí vivirán las fieras del desierto junto con las hienas, También vivirán avestruces en ella; Nunca más será habitada Ni poblada por generación y generación. 40Como cuando Dios destruyó a Sodoma, A Gomorra y a sus ciudades vecinas,” declara el SEÑOR “ningún hombre habitará allí, Ni residirá en ella hijo de hombre.
41Un pueblo viene del norte, Una gran nación, Y muchos reyes se levantarán De los confines de la tierra. 42Empuñan arco y jabalina; Son crueles y no tienen misericordia. Su voz ruge como el mar, Y a caballo van montados, Alineados como un solo hombre para la batalla Contra ti, hija de Babilonia. 43El rey de Babilonia ha oído noticias de ellos, Y flaquean sus manos; La angustia se ha apoderado de él, Agonía como de mujer de parto. 44Viene uno que subirá como león De la espesura del Jordán a una pradera de verdes pastos, Y en un instante lo haré huir de él, Y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como Yo y quién Me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que Me podrá resistir?”
45Por tanto, oigan el plan que el SEÑOR ha trazado contra Babilonia, y los designios que ha decretado contra la tierra de los Caldeos; ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal (redil). 46Al grito de “¡Babilonia ha sido tomada!” La tierra tiembla y el clamor se oye entre las naciones.
Nueva Versión Internacional
1La palabra del SEÑOR acerca de los babilonios y de su país vino al profeta Jeremías: 2«¡Anuncien y proclamen entre las naciones! ¡Proclámenlo, levanten un estandarte! No oculten nada, sino digan: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel quedará en vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado! ¡Sus imágenes quedan humilladas, y aterrados sus ídolos!” 3Porque la ataca una nación del norte, que dejará desolada a su tierra. Hombres y animales saldrán huyendo, y no habrá nadie que la habite.
4»En aquellos días, en aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá irá llorando en busca del SEÑOR, su Dios —afirma el SEÑOR—. 5Preguntarán por el camino de Sión, y hacia allá se encaminarán. Vendrán y se aferrarán al SEÑOR en un pacto eterno, que ya no olvidarán.
6»Mi pueblo ha sido como un rebaño perdido; sus pastores lo han descarriado, lo han hecho vagar por las montañas. Ha ido de colina en colina, y se ha olvidado de su redil. 7Todos los que lo encuentran lo devoran; “No somos culpables —decían sus enemigos—, porque ellos pecaron contra el SEÑOR; ¡él es morada de justicia, esperanza de sus antepasados!”
8»¡Huyan de Babilonia; abandonen ese país! Sean como los machos cabríos que guían a las ovejas. 9Porque yo movilizo contra Babilonia una alianza de grandes naciones del norte. Se alistarán contra ella, y desde el norte será conquistada. Sus flechas son como expertos guerreros que no vuelven con las manos vacías. 10Babilonia será saqueada, y todos sus saqueadores se saciarán —afirma el SEÑOR—.
11»¡Ustedes, que saquean mi heredad, alégrense y regocíjense! ¡Salten como terneros en la pradera, relinchen como sementales! 12Pero la patria de ustedes quedará humillada; la que les dio la vida quedará en vergüenza. Será la última de las naciones; se convertirá en sequedal, desierto y estepa. 13Por el enojo del SEÑOR no será habitada, sino que quedará en desolación. Todo el que pase por Babilonia quedará pasmado al ver todas sus heridas.
14»¡Tomen posiciones alrededor de Babilonia, todos los que tensan el arco! ¡Dispárenle, no escatimen flechas, porque ha pecado contra el SEÑOR! 15Griten en torno de ella: ¡Babilonia se rinde! ¡Cayeron sus torres, se derrumbaron sus muros! ¡Esta es la venganza del SEÑOR! ¡Vénguense de ella! ¡Páguenle con la misma moneda! 16Exterminen al que siembra en Babilonia, y al que maneja la hoz en la cosecha. Ante la espada del opresor, cada uno retorna a su pueblo, cada cual huye a su país.
18Por eso, así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: «Castigaré al rey de Babilonia y a su país como castigué al rey de Asiria. 19Haré que Israel vuelva a su prado y que se alimente en el Carmelo y en Basán. Su apetito quedará saciado en las montañas de Efraín y Galaad. 20En aquellos días se buscará la iniquidad de Israel, pero ya no se encontrará. En aquel tiempo se buscarán los pecados de Judá, pero ya no se hallarán, porque yo perdonaré a los que deje con vida —afirma el SEÑOR—.
21»¡Ataca el país de Meratayin y a los que viven en Pecod! ¡Mátalos, destrúyelos por completo! ¡Cumple con todas mis órdenes! —afirma el SEÑOR—. 22¡En el país hay estruendo de guerra y de impresionante destrucción! 23¡Cómo ha sido quebrado y derribado el martillo de toda la tierra! ¡Babilonia ha quedado desolada en medio de las naciones! 24Te tendí una trampa, y en ella caíste antes de que te dieras cuenta. Fuiste sorprendida y apresada, porque te opusiste al SEÑOR. 25El SEÑOR ha abierto su arsenal, y ha sacado las armas de su ira; el SEÑOR omnipotente, el Todopoderoso, tiene una tarea que cumplir en el país de los babilonios. 26¡Atáquenla desde los confines de la tierra! ¡Abran sus graneros! ¡Amontónenla como a las gavillas! ¡Destrúyanla por completo! ¡Que no quede nada de ella! 27¡Maten a todos sus novillos! ¡Llévenlos al matadero! ¡Ay de ellos, pues les ha llegado el día, el día de su castigo! 28Se oye la voz de los fugitivos, de los que escaparon de Babilonia; vienen a anunciar en Sión la venganza del SEÑOR, nuestro Dios, la venganza por su templo.
29»Recluten contra Babilonia a los arqueros, a todos los que tensan el arco; acampen a su alrededor, y que no escape ninguno. Retribúyanle según sus obras, páguenle con la misma moneda. Porque ella ha desafiado al SEÑOR, al Santo de Israel. 30Por eso en aquel día caerán sus jóvenes en las calles y perecerán todos sus soldados —afirma el SEÑOR—.
31»Estoy contra ti, nación arrogante —afirma el Señor, el SEÑOR Todopoderoso—; al fin ha llegado el día, el día de tu castigo. 32El arrogante tropezará y caerá, y no habrá quien lo ayude a levantarse. Prenderé fuego a todas sus ciudades, fuego que consumirá cuanto le rodea».
33Así dice el SEÑOR Todopoderoso: «Israel y Judá son pueblos oprimidos; sus enemigos los tienen apresados, no los dejan en libertad. 34Pero su redentor es fuerte, su nombre es el SEÑOR Todopoderoso. Con vigor defenderá su causa; traerá la paz a la tierra, pero a Babilonia, el terror.
35»¡Muerte a los babilonios! ¡Muerte a sus jefes y sabios! —afirma el SEÑOR—. 36¡Muerte a sus falsos profetas! ¡Que pierdan la razón! ¡Muerte a sus guerreros! ¡Que queden aterrorizados! 37¡Muerte a sus caballos y carros! ¡Muerte a todos sus mercenarios! ¡Que se vuelvan como mujeres! ¡Muerte a sus tesoros! ¡Que sean saqueados! 38¡Muerte a sus aguas! ¡Que queden secas! Porque Babilonia es un país de ídolos, de ídolos terribles que provocan la locura.
39»Por eso las fieras del desierto vivirán allí con las hienas; también los avestruces harán allí su morada. Nunca más volverá a ser habitada; quedará despoblada para siempre. 40Será como cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra, y a sus ciudades vecinas; allí nadie volverá a vivir, ni la habitará ningún ser humano —afirma el SEÑOR—.
41»Del norte viene un ejército; desde los confines de la tierra se preparan una gran nación y muchos reyes. 42Vienen armados con arcos y lanzas; son crueles y desalmados. Vienen montados a caballo; su estruendo es como el bramido del mar. Contra ti, bella Babilonia, contra ti marchan en formación de combate, alineados como un solo hombre. 43El rey de Babilonia ha escuchado la noticia, y sus brazos flaquean; de él se apodera la angustia y le vienen dolores de parto. 44Como león que sale de los matorrales del Jordán hacia praderas de verdes pastos, en un instante espantaré de su tierra a los de Babilonia, y sobre ellos nombraré a mi elegido. Porque, ¿quién como yo? ¿Quién me puede desafiar? ¿Qué pastor se me puede oponer?» 45Por eso, escuchen el plan que el SEÑOR ha diseñado contra Babilonia, escuchen lo que tiene proyectado en contra del país de los babilonios: Serán arrastrados los más pequeños del rebaño; por causa de ellos, sus praderas quedarán asoladas. 46Tiembla la tierra por la estruendosa caída de Babilonia; resuenan sus gritos en medio de las naciones.
Reina-Valera 1960
1Palabra que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. 2Anunciad en las naciones, y haced saber; levantad también bandera, publicad, y no encubráis; decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; destruidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos. 3Porque subió contra ella una nación del norte, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá ni hombre ni animal que en ella more; huyeron, y se fueron.
4En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios. 5Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido.
6Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. 7Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres.
8Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño. 9Porque yo levanto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos de la tierra del norte; desde allí se prepararán contra ella, y será tomada; sus flechas son como de valiente diestro, que no volverá vacío. 10Y Caldea será para botín; todos los que la saquearen se saciarán, dice Jehová.
11Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como novilla sobre la hierba, y relinchasteis como caballos. 12Vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os dio a luz; he aquí será la última de las naciones; desierto, sequedal y páramo. 13Por la ira de Jehová no será habitada, sino será asolada toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y se burlará de sus calamidades. 14Poneos en orden contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas, porque pecó contra Jehová. 15Gritad contra ella en derredor; se rindió; han caído sus cimientos, derribados son sus muros, porque es venganza de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo. 16Destruid en Babilonia al que siembra, y al que mete hoz en tiempo de la siega; delante de la espada destructora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.
17Rebaño descarriado es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero, Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después. 18Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma. 20En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.
21Sube contra la tierra de Merataim, contra ella y contra los moradores de Pecod; destruye y mata en pos de ellos, dice Jehová, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado. 22Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande. 23¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡cómo se convirtió Babilonia en desolación entre las naciones! 24Te puse lazos, y fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová. 25Abrió Jehová su tesoro, y sacó los instrumentos de su furor; porque ésta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos. 26Venid contra ella desde el extremo de la tierra; abrid sus almacenes, convertidla en montón de ruinas, y destruidla; que no le quede nada. 27Matad a todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! pues ha venido su día, el tiempo de su castigo.
29Haced juntar contra Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; acampad contra ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel. 30Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán destruidos en aquel día, dice Jehová.
31He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el Señor, Jehová de los ejércitos; porque tu día ha venido, el tiempo en que te castigaré. 32Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.
33Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar. 34El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la causa de ellos para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.
35Espada contra los caldeos, dice Jehová, y contra los moradores de Babilonia, contra sus príncipes y contra sus sabios. 36Espada contra los adivinos, y se entontecerán; espada contra sus valientes, y serán quebrantados. 37Espada contra sus caballos, contra sus carros, y contra todo el pueblo que está en medio de ella, y serán como mujeres; espada contra sus tesoros, y serán saqueados. 38Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes.
39Por tanto, allí morarán fieras del desierto y chacales, morarán también en ella polluelos de avestruz; nunca más será poblada ni se habitará por generaciones y generaciones. 40Como en la destrucción que Dios hizo de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, así no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará. 41He aquí viene un pueblo del norte, y una nación grande y muchos reyes se levantarán de los extremos de la tierra. 42Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán compasión; su voz rugirá como el mar, y montarán sobre caballos; se prepararán contra ti como hombres a la pelea, oh hija de Babilonia. 43Oyó la noticia el rey de Babilonia, y sus manos se debilitaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.
44He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán a la morada fortificada; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que yo escoja la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿y quién me emplazará? ¿o quién será aquel pastor que podrá resistirme? 45Por tanto, oíd la determinación que Jehová ha acordado contra Babilonia, y los pensamientos que ha formado contra la tierra de los caldeos: Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 46Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones.
Biblia del Jubileo
1Palabra que habló el SEÑOR contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por mano de Jeremías profeta. 2Denunciad en los gentiles, y haced saber; levantad también bandera; publicad, y no lo encubráis, decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; confundidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos. 3Porque subió contra ella gente del aquilón, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá quien en ella more, ni hombre ni animal: se movieron, se fueron. 4En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios. 5Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntaos al SEÑOR con Pacto eterno, que jamás se ponga en olvido. 6Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, se olvidaron de sus majadas. 7Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra el SEÑOR morada de justicia, el SEÑOR, esperanza de sus padres. 8Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los mansos delante del ganado. 9Porque he aquí que yo despierto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes naciones de la tierra del aquilón; y desde allí se aparejarán contra ella, y será tomada; sus flechas como de valiente diestro, que no se tornará en vano. 10Y la tierra de los caldeos será para presa: todos los que la saquearen, saldrán llenos, dice el SEÑOR. 11Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como becerra de renuevos, y relinchasteis como caballos; 12vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os engendró; veis aquí las postrimerías de los gentiles: desierto, sequedad, y páramo. 13Por la ira del SEÑOR no será habitada, sino que asolada será toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y silbará sobre todas sus plagas. 14Apercibíos contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas; porque pecó contra el SEÑOR. 15Gritad contra ella en derredor; dio su mano; han caído sus fundamentos, derribados son sus muros; porque venganza es del SEÑOR. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo. 16Talad de Babilonia al sembrador, y el que tiene hoz en tiempo de la siega; delante de la espada opresora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra. 17Ganado descarriado ha sido Israel; leones lo amontonaron; el rey de Asiria lo devoró el primero; este Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó el postrero. 18Por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo visito al rey de Babilonia y a su tierra como visité al rey de Asiria. 19Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y de Galaad se saciará su alma. 20En aquellos días y en aquel tiempo, dijo el SEÑOR, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado. 21Sube contra la tierra de contumaces (Merataim), contra ella, y contra los moradores de la visitación (Pecod); destruye y mata en pos de ellos, dijo el SEÑOR, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado. 22Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande. 23¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se tornó Babilonia en desierto entre los gentiles! 24Te puse lazos, y aun fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste al SEÑOR. 25Abrió el SEÑOR tu tesoro, y sacó los vasos de su furor; porque ésta es obra del SEÑOR, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos. 26Venid contra ella desde el cabo de la tierra; abrid sus alfolíes, hacedla montones, y destruidla; no le queden reliquias. 27Matad todos sus novillos; vayan al matadero. ¡Ay de ellos! Que venido es su día, el tiempo de su visitación. 28Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia se oye, para dar las nuevas en Sion de la venganza del SEÑOR nuestro Dios, de la venganza de su Templo. 29Haced juntar sobre Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; asentad campo sobre ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra el SEÑOR se ensoberbeció, contra el Santo de Israel. 30Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán talados en aquel día, dijo el SEÑOR. 31He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dijo el Señor DIOS de los ejércitos; porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré. 32Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores. 33Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos, se los retuvieron; no los quisieron soltar. 34El redentor de ellos es el Fuerte; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre; de cierto abogará la causa de ellos, para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia. 35Cuchillo sobre los caldeos, dijo el SEÑOR, y sobre los moradores de Babilonia, y sobre sus príncipes, y sobre sus sabios. 36Cuchillo sobre los adivinos, y se atontarán; cuchillo sobre sus valientes, y serán quebrantados. 37Cuchillo sobre sus caballos, y sobre sus carros, y sobre todo el vulgo que está en medio de ella, y serán como mujeres; cuchillo sobre sus tesoros, y serán saqueados. 38Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque tierra es de esculturas, y en ídolos enloquecen. 39Por tanto, allí morarán bestias monteses con gatos, morarán también en ella pollos de avestruz; ni más será poblada para siempre, ni se habitará de generación en generación. 40Como en el trastornamiento de Dios a Sodoma y a Gomorra y a sus ciudades vecinas, dijo el SEÑOR, no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará. 41He aquí viene un pueblo del aquilón; y una nación grande, y muchos reyes se levantarán de los lados de la tierra. 42Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán piedad; su tropel sonará como el mar, y montarán sobre caballos; se apercibirán como hombre a la pelea, contra ti, oh hija de Babilonia. 43Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto. 44He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo, y lo haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿Y quién me emplazará? ¿O quién será aquel pastor que me podrá resistir? 45Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Babilonia, y sus pensamientos que ha formado sobre la tierra de los caldeos. Ciertamente a los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 46Del grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre los gentiles.