Job capitulo 18
La Biblia de las Américas
2¿Hasta cuándo estaréis rebuscando palabras? Mostrad entendimiento y entonces hablaremos. 3¿Por qué somos considerados como bestias, y torpes a vuestros ojos? 4¡Oh tú, que te desgarras en tu ira! ¿Ha de ser abandonada la tierra por tu causa, o removida la roca de su lugar?
5Ciertamente la luz de los impíos se apaga, y no brillará la llama de su fuego. 6La luz en su tienda se oscurece, y su lámpara sobre él se apaga. 7Su vigoroso paso es acortado, y su propio designio lo hace caer. 8Porque es arrojado en la red por sus propios pies, y sobre mallas camina. 9Por el calcañar lo aprisiona un lazo, y una trampa se cierra sobre él. 10Escondido está en la tierra un lazo para él, y una trampa le aguarda en la senda. 11Por todas partes le atemorizan terrores, y le hostigan a cada paso. 12Se agota por el hambre su vigor, y la desgracia está presta a su lado. 13Devora su piel la enfermedad, devora sus miembros el primogénito de la muerte. 14Es arrancado de la seguridad de su tienda, y se le conduce al rey de los terrores. 15Nada suyo mora en su tienda; azufre es esparcido sobre su morada. 16Por abajo se secan sus raíces, y por arriba se marchita su ramaje. 17Su memoria perece de la tierra, y no tiene nombre en toda la región. 18Es lanzado de la luz a las tinieblas, y de la tierra habitada lo echan. 19No tiene descendencia ni posteridad entre su pueblo, ni sobreviviente alguno donde él peregrinó. 20De su destino se asombran los del occidente, y los del oriente se sobrecogen de terror. 21Ciertamente tales son las moradas del impío, este es el lugar del que no conoce a Dios.
Nueva Biblia de las Américas
2“¿Hasta cuándo estarán rebuscando palabras? Muestren entendimiento y entonces hablaremos. 3¿Por qué somos considerados como bestias, Y torpes a sus ojos? 4¡Oh tú, que te desgarras en tu ira! ¿Ha de ser abandonada la tierra por tu causa, O removida la roca de su lugar?
5Ciertamente la luz de los impíos se apaga, Y no brillará la llama de su fuego. 6La luz en su tienda se oscurece, Y su lámpara sobre él se apaga. 7Su vigoroso paso es acortado, Y su propio designio lo hace caer. 8Porque es arrojado en la red por sus propios pies, Y sobre mallas camina. 9Por el talón lo aprisiona un lazo, Y una trampa se cierra sobre él. 10Escondido está en la tierra un lazo para él, Y una trampa lo aguarda en la senda. 11Por todas partes lo atemorizan terrores, Y lo hostigan a cada paso. 12Se agota por el hambre su vigor, Y la desgracia está presta a su lado. 13Devora su piel la enfermedad, Devora sus miembros el primogénito de la muerte. 14Es arrancado de la seguridad de su tienda, Es conducido al rey de los terrores. 15Nada suyo mora en su tienda; Azufre es esparcido sobre su morada. 16Por abajo se secan sus raíces, Y por arriba se marchita su ramaje. 17Su memoria perece de la tierra, Y no tiene nombre en toda la región. 18Es lanzado de la luz a las tinieblas, Y de la tierra habitada lo echan. 19No tiene descendencia ni posteridad entre su pueblo, Ni sobreviviente alguno donde él peregrinó. 20De su destino se asombran los del occidente, Y los del oriente se sobrecogen de terror. 21Ciertamente tales son las moradas del impío, Este es el lugar del que no conoce a Dios.”
Nueva Versión Internacional
1Respondió entonces Bildad de Súah: 2«¿Cuándo pondrás fin a tanta palabrería? Entra en razón, y entonces hablaremos. 3¿Por qué nos tratas como si fuéramos bestias? ¿Por qué nos consideras unos tontos? 4Es tal tu enojo que te desgarras el alma; ¡mas no por ti quedará desierta la tierra, ni se moverán de su lugar las rocas!
5»La lámpara del malvado se apagará; la llama de su fuego dejará de arder. 6Languidece la luz de su morada; la lámpara que lo alumbra se apagará. 7El vigor de sus pasos se irá debilitando; sus propios planes lo derribarán. 8Sus pies lo harán caer en una trampa, y entre sus redes quedará atrapado. 9Quedará sujeto por los tobillos; quedará atrapado por completo. 10Un lazo le espera escondido en el suelo; una trampa está tendida a su paso. 11El terror lo asalta por doquier, y anda tras sus pasos. 12La calamidad lo acosa sin descanso; el desastre no lo deja un solo instante. 13La enfermedad le carcome el cuerpo; la muerte le devora las manos y los pies. 14Lejos de la seguridad de su morada, marcha ahora hacia el rey de los terrores. 15El fuego se ha apoderado de su carpa; hay azufre ardiente esparcido en su morada. 16En el tronco, sus raíces se han secado; en la copa, sus ramas se marchitan. 17Borrada de la tierra ha sido su memoria; de su fama nada queda en el país. 18De la luz es lanzado a las tinieblas; ha sido expulsado de este mundo. 19No tiene entre su pueblo hijos ni parientes; nadie le sobrevive donde él habitó. 20Del oriente al occidente los pueblos se asombran de su suerte y se estremecen de terror. 21Así es la morada del malvado, el lugar del que no conoce a Dios».
Reina-Valera 1960
1Respondió Bildad suhita, y dijo: 2¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos. 3¿Por qué somos tenidos por bestias, Y a vuestros ojos somos viles? 4Oh tú, que te despedazas en tu furor, ¿Será abandonada la tierra por tu causa, Y serán removidas de su lugar las peñas?
5Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella de su fuego. 6La luz se oscurecerá en su tienda, Y se apagará sobre él su lámpara. 7Sus pasos vigorosos serán acortados, Y su mismo consejo lo precipitará. 8Porque red será echada a sus pies, Y sobre mallas andará. 9Lazo prenderá su calcañar; Se afirmará la trampa contra él. 10Su cuerda está escondida en la tierra, Y una trampa le aguarda en la senda. 11De todas partes lo asombrarán temores, Y le harán huir desconcertado. 12Serán gastadas de hambre sus fuerzas, Y a su lado estará preparado quebrantamiento. 13La enfermedad roerá su piel, Y a sus miembros devorará el primogénito de la muerte. 14Su confianza será arrancada de su tienda, Y al rey de los espantos será conducido. 15En su tienda morará como si no fuese suya; Piedra de azufre será esparcida sobre su morada. 16Abajo se secarán sus raíces, Y arriba serán cortadas sus ramas. 17Su memoria perecerá de la tierra, Y no tendrá nombre por las calles. 18De la luz será lanzado a las tinieblas, Y echado fuera del mundo. 19No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, Ni quien le suceda en sus moradas. 20Sobre su día se espantarán los de occidente, Y pavor caerá sobre los de oriente. 21Ciertamente tales son las moradas del impío, Y éste será el lugar del que no conoció a Dios.
Biblia del Jubileo
1Y respondió Bildad suhita, y dijo: 2¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos. 3¿Por qué somos tenidos por bestias? ¿En vuestros ojos somos viles? 4Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas? 5Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego. 6La luz se oscurecerá en su tienda, y su candil se apagará sobre él. 7Los pasos de su potencia serán acortados, y su mismo consejo lo echará a perder. 8Porque red será echada en sus pies, y sobre red andará. 9Lazo prenderá su calcañar; esforzará contra él los sedientos. 10Su cuerda está escondida en la tierra, y su torzuelo sobre la senda. 11De todas partes lo asombrarán temores, y con sus mismos pies lo ahuyentarán. 12Su fuerza será hambrienta, y a su costilla estará aparejado quebrantamiento. 13Comerán los ramos de su cuero, y el primogénito de la muerte tragará sus miembros. 14Su confianza será arrancada de su tienda, y al rey de los espantos será conducido. 15En su tienda morará como si no fuese suya; piedra de azufre será esparcida sobre su morada. 16Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortadas sus ramas. 17Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles. 18De la luz será lanzado a las tinieblas, y echado fuera del mundo. 19No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas. 20Sobre su día se espantarán los por venir, como ocupó el pavor a los que fueron antes. 21Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste es el lugar del que no conoció a Dios.