Job capitulo 19
La Biblia de las Américas
2¿Hasta cuándo me angustiaréis y me aplastaréis con palabras? 3Estas diez veces me habéis insultado, ¿no os da vergüenza perjudicarme? 4Aunque en verdad yo haya errado, mi error queda conmigo. 5Si en verdad os jactáis contra mí, y comprobáis mi oprobio, 6sabed ahora que Dios me ha agraviado y me ha envuelto en su red.
7He aquí, yo grito: “¡Violencia!”, pero no obtengo respuesta; clamo pidiendo ayuda, pero no hay justicia. 8El ha amurallado mi camino y no puedo pasar, y ha puesto tinieblas en mis sendas. 9Me ha despojado de mi honor y quitado la corona de mi cabeza. 10Me destruye por todos lados, y perezco, y como a un árbol ha arrancado mi esperanza. 11También ha encendido su ira contra mí y me ha considerado su enemigo. 12Se concentran a una sus ejércitos, preparan su camino de asalto contra mí, y alrededor de mi tienda acampan.
13El ha alejado de mí a mis hermanos, y mis conocidos están apartados completamente de mí. 14Mis parientes me fallaron y mis íntimos amigos me han olvidado. 15Los moradores de mi casa y mis criadas me tienen por extraño, extranjero soy a sus ojos. 16Llamo a mi siervo, y no responde, con mi propia boca tengo que rogarle. 17Mi aliento es odioso a mi mujer, y soy repugnante a mis propios hermanos. 18Hasta los niños me desprecian, me levanto, y hablan contra mí. 19Todos mis compañeros me aborrecen, y los que amo se han vuelto contra mí. 20Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, y sólo he escapado con la piel de mis dientes. 21Tened piedad, tened piedad de mí, vosotros mis amigos, porque la mano de Dios me ha herido. 22¿Por qué me perseguís como Dios lo hace, y no os saciáis ya de mi carne?
23¡Oh, si mis palabras se escribieran, si se grabaran en un libro ! 24¡Si con cincel de hierro y con plomo fueran esculpidas en piedra para siempre! 25Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. 26Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios ; 27al cual yo mismo contemplaré, y a quien mis ojos verán y no los de otro. ¡Desfallece mi corazón dentro de mí! 28Si decís: “¿Cómo le perseguiremos ?”, y: “¿Qué pretexto hallaremos contra él ?”, 29temed la espada vosotros mismos, porque el furor trae el castigo de la espada para que sepáis que hay juicio.
Nueva Biblia de las Américas
2“¿Hasta cuándo me angustiarán Y me aplastarán con palabras? 3Estas diez veces me han insultado, ¿No les da vergüenza perjudicarme? 4Aunque en verdad yo haya errado, Mi error queda conmigo. 5Si en verdad se jactan contra mí, Y comprueban mi oprobio, 6Sepan ahora que Dios me ha agraviado Y me ha envuelto en Su red.
7Yo grito: ‘¡Violencia!,’ pero no obtengo respuesta; Clamo pidiendo ayuda, pero no hay justicia. 8El ha amurallado mi camino y no puedo pasar, Y ha puesto tinieblas en mis sendas. 9Me ha despojado de mi honor Y quitado la corona de mi cabeza. 10Me destruye por todos lados, y perezco, Y como a un árbol ha arrancado mi esperanza. 11También ha encendido Su ira contra mí Y me ha considerado Su enemigo. 12Se concentran a una Sus ejércitos, Preparan su camino (terraplén) de asalto contra mí, Y alrededor de mi tienda acampan.
13El ha alejado de mí a mis hermanos, Y mis conocidos se han apartado completamente de mí. 14Mis parientes me fallaron Y mis íntimos amigos me han olvidado. 15Los moradores de mi casa y mis criadas me tienen por extraño, Extranjero soy a sus ojos. 16Llamo a mi siervo, y no responde, Con mi propia boca tengo que rogarle. 17Mi aliento es odioso a mi mujer, Y soy repugnante a mis propios hermanos. 18Hasta los niños me desprecian, Me levanto, y hablan contra mí. 19Todos mis compañeros me aborrecen, Y los que amo se han vuelto contra mí. 20Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, Sólo he escapado con la piel de mis dientes. 21Tengan piedad, tengan piedad de mí, ustedes mis amigos, Porque la mano de Dios me ha herido. 22¿Por qué me persiguen como Dios lo hace, Y no dejan ya de saciarse de mi carne?
23¡Oh, si mis palabras se escribieran, Si se grabaran en un libro! 24¡Si con cincel de hierro y con plomo Fueran esculpidas en piedra para siempre! 25Yo sé que mi Redentor (Defensor) vive, Y al final se levantará sobre el polvo. 26Y después de deshecha mi piel, Aun en mi carne veré a Dios; 27Al cual yo mismo contemplaré, Y a quien mis ojos verán y no los de otro. ¡Desfallece mi corazón dentro de mí! 28Si dicen: ‘¿Cómo lo perseguiremos?’ Y: ‘¿Qué pretexto hallaremos contra él?’ 29Teman la espada ustedes mismos, Porque el furor trae el castigo de la espada Para que sepan que hay juicio.”
Nueva Versión Internacional
1A esto, Job respondió: 2«¿Hasta cuándo van a estar atormentándome y aplastándome con sus palabras? 3Una y otra vez me hacen reproches; descaradamente me atacan. 4Aun si fuera verdad que me he desviado, mis errores son asunto mío. 5Si quieren darse importancia a costa mía, y valerse de mi humillación para atacarme, 6sepan que es Dios quien me ha hecho daño, quien me ha atrapado en su red.
7»Aunque grito: “¡Violencia!”, no hallo respuesta; aunque pido ayuda, no se me hace justicia. 8Dios me ha cerrado el camino, y no puedo pasar; ha cubierto de oscuridad mis senderos. 9Me ha despojado de toda honra; de la cabeza me ha quitado la corona. 10Por todos lados me destroza, como a un árbol; me aniquila, y arranca de raíz mi esperanza. 11Su enojo se ha encendido contra mí; me cuenta entre sus enemigos. 12Sus tropas avanzan en tropel; levantan una rampa para asediarme; ¡acampan alrededor de mi carpa!
13»Hizo que mis hermanos me abandonaran; hasta mis amigos se han alejado de mí. 14Mis parientes y conocidos se distanciaron, me echaron al olvido. 15Mis huéspedes y mis criadas me ven como a un extraño, me miran como a un desconocido. 16Llamo a mi criado, y no me responde, aunque yo mismo se lo ruego. 17A mi esposa le da asco mi aliento; a mis hermanos les resulto repugnante. 18Hasta los niños me desprecian; en cuanto me ven, se burlan de mí. 19A todos mis amigos les resulto abominable; mis seres queridos se han vuelto contra mí. 20La piel y la carne se me pegan a los huesos; ¡a duras penas he salvado el pellejo!
21»¡Compadézcanse de mí, amigos míos; compadézcanse, que la mano de Dios me ha golpeado! 22¿Por qué me acosan como Dios? ¿No les basta con desollarme vivo?
23»¡Ah, si fueran grabadas mis palabras, si quedaran escritas en un libro! 24¡Si para siempre quedaran sobre la roca, grabadas con cincel en una placa de plomo! 25Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte. 26Y, cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos. 27Yo mismo espero verlo; espero ser yo quien lo vea, y no otro. ¡Este anhelo me consume las entrañas!
Reina-Valera 1960
1Respondió entonces Job, y dijo: 2¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras? 3Ya me habéis vituperado diez veces; ¿No os avergonzáis de injuriarme? 4Aun siendo verdad que yo haya errado, Sobre mí recaería mi error. 5Pero si vosotros os engrandecéis contra mí, Y contra mí alegáis mi oprobio, 6Sabed ahora que Dios me ha derribado, Y me ha envuelto en su red. 7He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído; Daré voces, y no habrá juicio. 8Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas. 9Me ha despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza. 10Me arruinó por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. 11Hizo arder contra mí su furor, Y me contó para sí entre sus enemigos. 12Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí, Y acamparon en derredor de mi tienda.
13Hizo alejar de mí a mis hermanos, Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí. 14Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí. 15Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fui yo a sus ojos. 16Llamé a mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba. 17Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba. 18Aun los muchachos me menospreciaron; Al levantarme, hablaban contra mí. 19Todos mis íntimos amigos me aborrecieron, Y los que yo amaba se volvieron contra mí. 20Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, Y he escapado con sólo la piel de mis dientes. 21¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de Dios me ha tocado. 22¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis?
23¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro; 24Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen esculpidas en piedra para siempre! 25Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. 28Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí. 29Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.
Biblia del Jubileo
1Y respondió Job, y dijo: 2¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras? 3Ya me habéis vituperado diez veces; ¿no os avergonzáis de descomediros delante de mí? 4Sea así que realmente haya yo errado, conmigo se quedará mi yerro. 5Mas si vosotros os engrandeciéreis contra mí, y redarguyeres mi oprobio contra mí, 6sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red. 7He aquí yo clamaré agravio, y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio. 8Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobre mis veredas puso tinieblas. 9Me quitó mi honra, y quitó la corona de mi cabeza. 10Me arrancó por todos lados, y me sequé; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. 11E hizo inflamar contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos. 12Vinieron sus ejércitos a una, y trillaron sobre mí su camino, y asentaron campamento en derredor de mi tienda. 13Hizo alejar de mí mis hermanos, y ciertamente mis conocidos se extrañaron de mí. 14Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí. 15Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; forastero fui yo en sus ojos. 16Llamé a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba. 17Mi espíritu vino a ser extraño a mi mujer, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba. 18Aun los muchachos me menospreciaron; levantándome, hablaban contra mí. 19Todos mis íntimos amigos me aborrecieron; y los que yo amaba, se tornaron contra mí. 20Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con la piel de mis dientes. 21Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; porque la mano de Dios me ha tocado. 22¿Por qué me perseguís como Dios, y no os saciáis de mis carnes? 23¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribieran en un libro! 24¡Que con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre! 25Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; 26y después desde esta mi piel rota, y desde mi propia carne tengo que ver a Dios. 27Al cual yo tengo que ver por mí, y mis ojos lo han de ver, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí. 28Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del negocio en mí se halla. 29Temed vosotros delante de la espada; porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias, para que sepáis que hay un juicio.