Job capitulo 27
La Biblia de las Américas
2¡Vive Dios, que ha quitado mi derecho, y el Todopoderoso, que ha amargado mi alma ! 3Porque mientras haya vida en mí, y el aliento de Dios esté en mis narices, 4mis labios, ciertamente, no hablarán injusticia, ni mi lengua proferirá engaño. 5Lejos esté de mí que os dé la razón; hasta que muera, no abandonaré mi integridad. 6Me aferraré a mi justicia y no la soltaré. Mi corazón no reprocha ninguno de mis días.
7Sea como el impío mi enemigo, y como el injusto mi adversario. 8Porque, ¿cuál es la esperanza del impío cuando es cortado, cuando Dios reclama su alma ? 9¿Oirá Dios su clamor, cuando venga sobre él la angustia ? 10¿Se deleitará en el Todopoderoso? ¿Invocará a Dios en todo tiempo ? 11Os instruiré en el poder de Dios; no ocultaré lo que concierne al Todopoderoso. 12He aquí, todos vosotros lo habéis visto; ¿por qué, entonces, obráis neciamente ?
13Esta es la porción de parte de Dios para el hombre impío, y la herencia que los tiranos reciben del Todopoderoso. 14Aunque sean muchos sus hijos, están destinados a la espada, y sus vástagos no se saciarán de pan. 15Sus sobrevivientes serán sepultados a causa de la plaga, y sus viudas no podrán llorar. 16Aunque amontone plata como polvo, y prepare vestidos abundantes como el barro; 17él los puede preparar, pero el justo los vestirá, y el inocente repartirá la plata. 18Edifica su casa como tela de araña, o como choza que el guarda construye. 19Rico se acuesta, pero no volverá a serlo ; abre sus ojos, y ya no hay nada. 20Le alcanzan los terrores como una inundación; de noche le arrebata un torbellino. 21Se lo lleva el viento solano, y desaparece, pues como torbellino lo arranca de su lugar. 22Sin compasión se arrojará contra él; ciertamente él tratará de huir de su poder. 23Batirán palmas por su ruina, y desde su propio lugar le silbarán.
Nueva Biblia de las Américas
2“¡Vive Dios, que ha quitado mi derecho, Y el Todopoderoso (Shaddai), que ha amargado mi alma! 3Porque mientras haya vida en mí, Y el aliento de Dios esté en mis narices, 4Mis labios, ciertamente, no hablarán injusticia, Ni mi lengua pronunciará mentira. 5Lejos esté de mí que les dé la razón a ustedes; Hasta que muera, no abandonaré mi integridad. 6Me aferraré a mi justicia y no la soltaré. Mi corazón no reprocha ninguno de mis días.
7Sea como el impío mi enemigo, Y como el injusto mi adversario. 8Porque, ¿cuál es la esperanza del impío cuando es cortado, Cuando Dios reclama su alma? 9¿Oirá Dios su clamor, Cuando venga sobre él la angustia? 10¿Se deleitará en el Todopoderoso? ¿Invocará a Dios en todo tiempo? 11Les instruiré en el poder de Dios; No ocultaré lo que concierne al Todopoderoso. 12Todos ustedes lo han visto; ¿Por qué, entonces, obran neciamente?
13Esta es la porción de parte de Dios para el hombre impío, Y la herencia que los tiranos reciben del Todopoderoso. 14Aunque sean muchos sus hijos, están destinados a la espada, Y sus vástagos no se saciarán de pan. 15Sus sobrevivientes serán sepultados a causa de la plaga, Y sus viudas no podrán llorar. 16Aunque amontone plata como polvo, Y prepare vestidos abundantes como el barro; 17él los puede preparar, pero el justo los vestirá, Y el inocente repartirá la plata. 18Edifica su casa como tela de araña, O como choza que un guarda construye. 19Rico se acuesta, pero no volverá a serlo; Abre sus ojos, y ya no hay nada. 20Lo alcanzan los terrores como una inundación; De noche lo arrebata un torbellino. 21Se lo lleva el viento del este, y desaparece, Pues como torbellino lo arranca de su lugar. 22Sin compasión se arrojará contra él; Ciertamente él tratará de huir de su poder. 23Batirán palmas por su ruina, Y desde su propio lugar le silbarán.
Nueva Versión Internacional
1Job, retomando la palabra, dijo: 2«Juro por Dios, el Todopoderoso, quien se niega a hacerme justicia, quien me ha amargado el ánimo, 3que mientras haya vida en mí y aliento divino en mi nariz, 4mis labios no pronunciarán maldad alguna, ni mi lengua proferirá mentiras. 5Jamás podré admitir que ustedes tengan la razón; mientras viva, insistiré en mi integridad. 6Insistiré en mi inocencia; no cederé. Mientras viva, no me remorderá la conciencia.
7»¡Que terminen mis enemigos como los malvados y mis adversarios como los injustos! 8¿Qué esperanza tienen los impíos cuando son eliminados, cuando Dios les quita la vida? 9¿Escucha Dios su clamor cuando les sobreviene la angustia? 10¿Acaso se deleitan en el Todopoderoso, o claman a Dios en todo tiempo?
11»¡Yo les voy a mostrar algo del poder de Dios! ¡No les voy a ocultar los planes del Todopoderoso! 12Si ustedes mismos han visto todo esto, ¿a qué viene tanta palabrería?» 13«Esta es la herencia que Dios tiene reservada para los malvados; esta es la herencia que los desalmados recibirán del Todopoderoso: 14No importa cuántos hijos tengan, la espada los aguarda; jamás sus pequeños comerán hasta saciarse. 15La muerte sepultará a quienes les sobrevivan; sus viudas no llorarán por ellos. 16Y aunque amontonen plata como polvo, y apilen vestidos como arcilla, 17será el justo quien se ponga esos vestidos, y el inocente quien reparta esa plata. 18Las casas que construyen parecen larvas de polilla, parecen cobertizo de vigilancia. 19Se acuestan siendo ricos, pero por última vez: cuando despiertan, sus riquezas se han esfumado. 20Les sobreviene un diluvio de terrores; la tempestad los arrebata por la noche. 21El viento del este se los lleva, y desaparecen; los arranca del lugar donde viven. 22Se lanza contra ellos sin clemencia, mientras ellos tratan de huir de su poder. 23Agita las manos y aplaude burlón; entre silbidos, los arranca de su lugar».
Reina-Valera 1960
1Reasumió Job su discurso, y dijo: 2Vive Dios, que ha quitado mi derecho, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía, 3Que todo el tiempo que mi alma esté en mí, Y haya hálito de Dios en mis narices, 4Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño. 5Nunca tal acontezca que yo os justifique; Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad. 6Mi justicia tengo asida, y no la cederé; No me reprochará mi corazón en todos mis días.
7Sea como el impío mi enemigo, Y como el inicuo mi adversario. 8Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, Cuando Dios le quitare la vida? 9¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación viniere sobre él? 10¿Se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará a Dios en todo tiempo? 11Yo os enseñaré en cuanto a la mano de Dios; No esconderé lo que hay para con el Omnipotente. 12He aquí que todos vosotros lo habéis visto; ¿Por qué, pues, os habéis hecho tan enteramente vanos?
13Ésta es para con Dios la porción del hombre impío, Y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente: 14Si sus hijos fueren multiplicados, serán para la espada; Y sus pequeños no se saciarán de pan. 15Los que de él quedaren, en muerte serán sepultados, Y no los llorarán sus viudas. 16Aunque amontone plata como polvo, Y prepare ropa como lodo; 17La habrá preparado él, mas el justo se vestirá, Y el inocente repartirá la plata. 18Edificó su casa como la polilla, Y como enramada que hizo el guarda. 19Rico se acuesta, pero por última vez; Abrirá sus ojos, y nada tendrá. 20Se apoderarán de él terrores como aguas; Torbellino lo arrebatará de noche. 21Le eleva el solano, y se va; Y tempestad lo arrebatará de su lugar. 22Dios, pues, descargará sobre él, y no perdonará; Hará él por huir de su mano. 23Batirán las manos sobre él, Y desde su lugar le silbarán.
Biblia del Jubileo
1Y volvió Job a tomar su propósito, y dijo: 2Vive el Dios que me quitó mi derecho, y el Omnipotente, que amargó mi alma, 3que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices, 4mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño. 5Nunca tal me acontezca que yo os justifique; hasta morir no quitaré de mí mi integridad. 6Mi justicia tengo asida, y no la cederé; no me reprochará mi corazón en todos mis días. 7Sea como el impío mi enemigo, y como el inicuo mi adversario. 8Porque ¿cuál es la esperanza del hipócrita, por mucho que hubiere robado, cuando Dios arrebatare su alma? 9¿Por ventura oirá Dios su clamor cuando la tribulación viniere sobre él? 10¿Por ventura se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará a Dios en todo tiempo? 11Yo os enseñaré lo que hay en la mano de Dios; no esconderé lo que hay acerca del Omnipotente. 12He aquí que todos vosotros lo habéis visto, ¿por qué pues os desvanecéis con vanidad? 13Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente. 14Si sus hijos fueren multiplicados, serán para el cuchillo; y sus pequeños no se saciarán de pan. 15Los que de ellos quedaren, en muerte serán sepultados; y no llorarán sus viudas. 16Si amontonare plata como polvo, y si preparare ropa como lodo; 17la habrá preparado él, mas el justo se vestirá, y el inocente repartirá la plata. 18Edificó su casa como la polilla, y como cabaña que el guarda hizo. 19El rico dormirá, mas no será recogido; abrirá sus ojos, y no verá a nadie. 20Asirán de él terrores como aguas; torbellino lo arrebatará de noche. 21Lo tomará el solano, y partirá; y tempestad lo arrebatará del lugar suyo. 22Dios, pues, descargará sobre él, y no perdonará. Hará él por huir de su mano. 23Batirán sus manos sobre él, y desde su lugar le silbarán.