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Job capitulo 29

La Biblia de las Américas

2¡Quién me diera volver a ser como en meses pasados, como en los días en que Dios velaba sobre mí ; 3cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, y a su luz caminaba yo en las tinieblas ; 4como era yo en los días de mi juventud, cuando el favor de Dios estaba sobre mi tienda; 5cuando el Todopoderoso estaba aún conmigo, y mis hijos en derredor mío; 6cuando en leche se bañaban mis pies, y la roca me derramaba ríos de aceite ! 7Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, cuando en la plaza tomaba mi asiento, 8me veían los jóvenes y se escondían, y los ancianos se levantaban y permanecían en pie. 9Los príncipes dejaban de hablar y ponían la mano sobre su boca ; 10la voz de los nobles se apagaba, y la lengua se les pegaba al paladar. 11Porque el oído que oía me llamaba bienaventurado, y el ojo que veía daba testimonio de mí ; 12porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía quien le ayudara. 13Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer, y el corazón de la viuda yo llenaba de gozo. 14De justicia me vestía, y ella me cubría; como manto y turbante era mi derecho. 15Ojos era yo para el ciego, y pies para el cojo. 16Padre era para los necesitados, y examinaba la causa que no conocía. 17Quebraba los colmillos del impío, y de sus dientes arrancaba la presa. 18Entonces pensaba : “En mi nido moriré, y multiplicaré mis días como la arena. 19“Mi raíz se extiende hacia las aguas, y el rocío se posa de noche en mi rama. 20“Conmigo es siempre nueva mi gloria, y mi arco en mi mano se renueva.”
Nueva Biblia de las Américas

2“¡Quién me diera volver a ser como en meses pasados, Como en los días en que Dios velaba sobre mí; 3Cuando Su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, Y a Su luz caminaba yo en las tinieblas; 4Como era yo en los días de mi juventud, Cuando el favor de Dios estaba sobre mi tienda; 5Cuando el Todopoderoso (Shaddai) estaba aún conmigo, Y mis hijos en derredor mío; 6Cuando en leche se bañaban mis pies, Y la roca me derramaba ríos de aceite! 7Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, Cuando en la plaza tomaba mi asiento, 8Me veían los jóvenes y se escondían, Y los ancianos se levantaban y permanecían en pie. 9Los príncipes dejaban de hablar Y ponían la mano sobre su boca; 10La voz de los nobles se apagaba, Y la lengua se les pegaba al paladar. 11Porque el oído que oía me llamaba bienaventurado, Y el ojo que veía daba testimonio de mí; 12Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que no tenía quien lo ayudara. 13Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer, Y el corazón de la viuda yo llenaba de gozo. 14De justicia me vestía, y ella me cubría; Como manto y turbante era mi derecho. 15Ojos era yo para el ciego, Y pies para el cojo. 16Padre era para los necesitados, Y examinaba la causa que no conocía. 17Quebraba los colmillos del impío, Y de sus dientes arrancaba la presa. 18Entonces pensaba: ‘En mi nido moriré, Y multiplicaré mis días como la arena. 19Mi raíz se extiende hacia las aguas, Y el rocío se posa de noche en mi rama. 20Conmigo siempre es nueva mi gloria, Y mi arco en mi mano se renueva.’
Nueva Versión Internacional

Reina-Valera 1960

1Volvió Job a reanudar su discurso, y dijo: 2¡Quién me volviese como en los meses pasados, Como en los días en que Dios me guardaba, 3Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara, A cuya luz yo caminaba en la oscuridad; 4Como fui en los días de mi juventud, Cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda; 5Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente, Y mis hijos alrededor de mí; 6Cuando lavaba yo mis pasos con leche, Y la piedra me derramaba ríos de aceite! 7Cuando yo salía a la puerta a juicio, Y en la plaza hacía preparar mi asiento, 8Los jóvenes me veían, y se escondían; Y los ancianos se levantaban, y estaban de pie. 9Los príncipes detenían sus palabras; Ponían la mano sobre su boca. 10La voz de los principales se apagaba, Y su lengua se pegaba a su paladar. 11Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me veían me daban testimonio, 12Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que carecía de ayudador. 13La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, Y al corazón de la viuda yo daba alegría. 14Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y diadema era mi rectitud. 15Yo era ojos al ciego, Y pies al cojo. 16A los menesterosos era padre, Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; 17Y quebrantaba los colmillos del inicuo, Y de sus dientes hacía soltar la presa. 18Decía yo: En mi nido moriré, Y como arena multiplicaré mis días. 19Mi raíz estaba abierta junto a las aguas, Y en mis ramas permanecía el rocío. 20Mi honra se renovaba en mí, Y mi arco se fortalecía en mi mano.
Biblia del Jubileo

1Y volvió Job a tomar su propósito, y dijo: 2¡Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba, 3cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, a la luz de la cual yo caminaba en la oscuridad; 4como fue en los días de mi juventud, cuando Dios era familiar en mi tienda; 5cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, y mis hijos alrededor de mí; 6cuando lavaba yo mis caminos con manteca, y la piedra me derramaba ríos de aceite! 7Cuando salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía aparejar mi silla, 8Los jóvenes me veían, y se escondían; y los viejos se levantaban, y estaban en pie. 9Los príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca; 10la voz de los principales se ocultaba, y su lengua se pegaba a su paladar; 11cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio. 12Porque libraba al pobre que gritaba, y al huérfano que carecía de ayudador. 13La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; y al corazón de la viuda daba alegría. 14Me vestía de justicia, y ella me cubría como un manto; y mi diadema era juicio. 15Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. 16A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia. 17Y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa. 18Y decía yo: En mi nido moriré, y como arena multiplicaré días. 19Mi raíz está abierta junto a las aguas, y en mis ramas permanecerá rocío. 20Mi honra se renueva conmigo, y mi arco se renueva en mi mano. 21Me oían, y esperaban; y callaban a mi consejo. 22Tras mi palabra no replicaban, mas mi razón destilaba sobre ellos. 23Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía. 24Si me reía a ellos, no lo creían; y no abatían la luz de mi rostro. 25Aprobaba el camino de ellos, y me sentaba en cabecera; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela llorosos.

¿Qué significa Job capitulo 29?

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