Jueces capitulo 20
La Biblia de las Américas
1Entonces salieron todos los hijos de Israel, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, y la congregación se reunió al SEÑOR como un solo hombre en Mizpa. 2Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, tomaron su puesto en la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil soldados de a pie que sacaban espada. 3(Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa.) Y los hijos de Israel dijeron: Decidnos, ¿cómo ocurrió esta maldad? 4Entonces el levita, marido de la mujer que había sido asesinada, respondió y dijo: Vine con mi concubina a pasar la noche en Guibeá de Benjamín. 5Mas los hombres de Guibeá se levantaron contra mí, y rodearon la casa por la noche por causa mía. Tenían intención de matarme; pero en vez de esto, violaron a mi concubina de tal manera que murió. 6Tomé entonces a mi concubina, la corté en pedazos y la envié por todo el territorio de la heredad de Israel ; porque han cometido lascivia e infamia en Israel. 7He aquí, todos vosotros, hijos de Israel, dad aquí vuestro parecer y consejo.
8Entonces todo el pueblo se levantó como un solo hombre, diciendo: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni ninguno de nosotros volverá a su casa. 9Y ahora esto es lo que haremos a Guibeá: subiremos contra la ciudad por sorteo; 10tomaremos diez hombres de cada cien por todas las tribus de Israel, y cien de cada mil, y mil de cada diez mil para proveer víveres para el pueblo, para que cuando vayan a Guibeá de Benjamín los castiguen por toda la infamia que han cometido en Israel. 11Así se juntaron contra la ciudad todos los hombres de Israel, como un solo hombre.
12Entonces las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín, diciendo: ¿Qué es esta infamia que se ha cometido entre vosotros? 13Ahora pues, entregad a los hombres, los hombres perversos en Guibeá, para que les demos muerte y quitemos esta infamia de Israel. Pero los hijos de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los hijos de Israel. 14Y los hijos de Benjamín, de sus ciudades, se reunieron en Guibeá para salir a combatir contra los hijos de Israel. 15Y de las ciudades fueron contados en aquel día, de los hijos de Benjamín, veintiséis mil hombres que sacaban espada, además de los habitantes de Guibeá que fueron contados, setecientos hombres escogidos. 16De toda esta gente, setecientos hombres escogidos eran zurdos ; capaces cada uno de lanzar con la honda una piedra a un cabello sin errar.
17Entonces los hombres de Israel, fuera de Benjamín, fueron contados, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada; todos estos eran hombres de guerra. 18Los hijos de Israel se levantaron, subieron a Betel, y consultaron a Dios, y dijeron: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los hijos de Benjamín? Entonces el SEÑOR dijo: Judá subirá primero.
19Los hijos de Israel se levantaron por la mañana y acamparon contra Guibeá. 20Y los hombres de Israel salieron a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos en Guibeá. 21Pero los hijos de Benjamín salieron de Guibeá y derribaron por tierra en aquel día veintidós mil hombres de Israel. 22Pero el pueblo, los hombres de Israel, se reanimaron, y se pusieron otra vez en orden de batalla en el lugar donde se habían puesto el primer día. 23Y subieron los hijos de Israel y lloraron delante del SEÑOR hasta la noche, y consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Nos acercaremos otra vez para combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín? Y el SEÑOR dijo: Subid contra él.
24Entonces los hijos de Israel fueron contra los hijos de Benjamín el segundo día. 25Y salió Benjamín de Guibeá contra ellos el segundo día y otra vez hizo caer dieciocho mil hombres de los hijos de Israel; todos éstos sacaban espada. 26Todos los hijos de Israel y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron ; y permanecieron allí delante del SEÑOR y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. 27Y consultaron los hijos de Israel al SEÑOR (porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 28y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella para ministrar en aquellos días), diciendo: ¿Volveré a salir otra vez a combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín, o desistiré? Y el SEÑOR dijo: Subid, porque mañana lo entregaré en tu mano.
29Puso, pues, Israel emboscadas alrededor de Guibeá. 30Los hijos de Israel subieron contra los hijos de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá como las otras veces. 31Y salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo, siendo alejados de la ciudad ; y comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel y el otro a Guibeá, en campo abierto; mataron a unos treinta hombres de Israel. 32Y los hijos de Benjamín dijeron: Están derrotados delante de nosotros como la primera vez. Pero los hijos de Israel dijeron: Huyamos para que los alejemos de la ciudad hacia los caminos. 33Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se pusieron en orden de batalla en Baal-tamar; y los emboscados de Israel salieron de sus puestos, de Maareh-geba. 34Cuando diez mil hombres escogidos de todo Israel fueron contra Guibeá, la batalla se hizo reñida ; pero Benjamín no sabía que el desastre se le acercaba. 35Y el SEÑOR hirió a Benjamín delante de Israel, de modo que los hijos de Israel destruyeron ese día a veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los que sacaban espada.
36Y los hijos de Benjamín vieron que estaban derrotados. Cuando los hombres de Israel cedieron terreno a Benjamín porque confiaban en las emboscadas que habían puesto contra Guibeá, 37los emboscados se apresuraron y se lanzaron contra Guibeá, y se desplegaron e hirieron toda la ciudad a filo de espada. 38Y fue la señal convenida entre los hombres de Israel y los emboscados, que ellos harían que se levantara una gran nube de humo de la ciudad. 39Entonces los hombres de Israel regresaron a la batalla, y Benjamín empezó a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, porque dijeron: Ciertamente están derrotados delante de nosotros como en la primera batalla. 40Pero cuando la nube de humo como columna empezó a levantarse de la ciudad, Benjamín miró tras sí; y he aquí, de toda la ciudad subía humo al cielo. 41Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los hombres de Benjamín se aterrorizaron porque vieron que el desastre se les acercaba. 42Por tanto, volvieron la espalda ante los hombres de Israel en dirección al desierto, pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos. 43Cercaron a Benjamín, lo persiguieron sin tregua y lo aplastaron frente a Guibeá, hacia el oriente. 44Cayeron dieciocho mil hombres de Benjamín; todos ellos eran valientes guerreros. 45Y los demás se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, pero capturaron a cinco mil de ellos en los caminos, y a otros los persiguieron muy de cerca hasta Gidom y mataron a dos mil de ellos. 46El total de los de Benjamín que cayeron aquel día fue de veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos valientes guerreros. 47Pero seiscientos hombres se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, y permanecieron en la peña de Rimón cuatro meses. 48Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.
Nueva Biblia de las Américas
1Entonces salieron todos los Israelitas, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, y la congregación se reunió al SEÑOR como un solo hombre en Mizpa. 2Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, tomaron su puesto en la asamblea del pueblo de Dios, 400,000 soldados de a pie que sacaban espada.
3(Y los hijos de Benjamín oyeron que los Israelitas habían subido a Mizpa). Entonces los Israelitas preguntaron: “Dígannos, ¿cómo ocurrió esta maldad?” 4El Levita, marido de la mujer que había sido asesinada, respondió: “Vine con mi concubina a pasar la noche en Guibeá de Benjamín. 5Pero los hombres de Guibeá se levantaron contra mí, y rodearon la casa por la noche por causa mía. Tenían intención de matarme. Pero en vez de esto, violaron a mi concubina de tal manera que murió. 6Tomé entonces a mi concubina, la corté en pedazos y la envié por todo el territorio de la heredad de Israel, porque han cometido lascivia y terrible ofensa (infamia) en Israel. 7Así que todos ustedes, Israelitas, den aquí su parecer y consejo.”
8Entonces todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijeron: “Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni ninguno de nosotros volverá a su casa. 9Esto es lo que haremos ahora a Guibeá: subiremos contra la ciudad por sorteo. 10Tomaremos diez hombres de cada 100 por todas las tribus de Israel, y 100 de cada 1,000 y 1,000 de cada 10,000 para proveer víveres para el ejército, que vaya a Guibeá de Benjamín a castigarlos por toda la infamia que han cometido en Israel.” 11Así se juntaron contra la ciudad todos los hombres de Israel, como un solo hombre.
12Entonces las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín y dijeron: “¿Qué es esta infamia que se ha cometido entre ustedes? 13Entreguen ahora a los hombres, esos perversos en Guibeá, para que les demos muerte y quitemos esta infamia de Israel.” Pero los de la tribu de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los Israelitas.
14Y los Benjamitas, de sus ciudades, se reunieron en Guibeá para salir a combatir contra los Israelitas. 15De las ciudades fueron contados en aquel día, de los Benjamitas, 26,000 hombres que sacaban espada, además de los habitantes de Guibeá que fueron contados, 700 hombres escogidos. 16De toda esta gente, 700 hombres escogidos eran zurdos; capaces cada uno de lanzar con la honda una piedra a un cabello sin errar.
17Entonces los hombres de Israel, aparte de Benjamín, fueron contados, 400,000 hombres que sacaban espada. Todos éstos eran hombres de guerra. 18Los Israelitas se levantaron, subieron a Betel (Casa de Dios), y consultaron a Dios, y preguntaron: “¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra la tribu de Benjamín?” Entonces el SEÑOR respondió: “Judá subirá primero.”
19Los Israelitas se levantaron por la mañana y acamparon contra Guibeá. 20Los hombres de Israel salieron a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos en Guibeá. 21Pero los Benjamitas salieron de Guibeá y derribaron por tierra en aquel día 22,000 hombres de Israel.
22Pero el pueblo, los hombres de Israel, se reanimaron, y se pusieron otra vez en orden de batalla en el lugar donde se habían puesto el primer día. 23Y subieron los Israelitas y lloraron delante del SEÑOR hasta la noche, y consultaron al SEÑOR, diciendo: “¿Nos acercaremos otra vez para combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín?” Y el SEÑOR dijo: “Suban contra él.”
24Entonces los Israelitas fueron contra los de Benjamín el segundo día. 25Y salió Benjamín de Guibeá contra ellos el segundo día y otra vez hizo caer 18,000 hombres de los Israelitas. Todos éstos sacaban espada.
26Todos los Israelitas y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y permanecieron allí delante del SEÑOR y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. 27Los Israelitas consultaron al SEÑOR, porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 28y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella para ministrar en aquellos días y preguntó: “¿Volveré a salir otra vez a combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín, o desistiré?” Y el SEÑOR respondió: “Suban, porque mañana lo entregaré en tu mano.”
29Puso, pues, Israel emboscadas alrededor de Guibeá. 30Los Israelitas subieron contra los de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá como las otras veces. 31Salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo, y fueron alejados de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel (Casa de Dios) y el otro a Guibeá, en campo abierto. Y mataron a unos treinta hombres de Israel. 32Y los hijos de Benjamín dijeron: “Están derrotados delante de nosotros como la primera vez.” Pero los Israelitas dijeron: “Huyamos para que los alejemos de la ciudad hacia los caminos.”
33Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se pusieron en orden de batalla en Baal Tamar. Y los emboscados de Israel salieron de sus puestos, de Maareh Geba. 34Cuando 10,000 hombres escogidos de todo Israel fueron contra Guibeá, la batalla se hizo reñida; pero Benjamín no sabía que el desastre se le acercaba. 35Y el SEÑOR hirió a Benjamín delante de Israel, de modo que los Israelitas mataron ese día a 25,100 hombres de Benjamín, todos ellos sacaban espada.
36Y los de Benjamín vieron que estaban derrotados. Cuando los hombres de Israel cedieron terreno a Benjamín porque confiaban en las emboscadas que habían puesto contra Guibeá, 37los emboscados se apresuraron y se lanzaron contra Guibeá. Entonces se desplegaron e hirieron toda la ciudad a filo de espada.
38La señal convenida entre los hombres de Israel y los emboscados, era de que ellos harían que se levantara una gran nube de humo de la ciudad, 39entonces los hombres de Israel regresarían a la batalla. Y los de Benjamín empezaron a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, porque dijeron: “Ciertamente están derrotados delante de nosotros como en la primera batalla.”
40Pero cuando la nube de humo como columna empezó a levantarse de la ciudad, los de Benjamín miraron tras sí; y de toda la ciudad subía humo al cielo. 41Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los de Benjamín se aterrorizaron porque vieron que el desastre se les acercaba. 42Por tanto, volvieron la espalda ante los hombres de Israel en dirección al desierto, pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos. 43Cercaron a Benjamín, lo persiguieron sin tregua y lo aplastaron frente a Guibeá, hacia el oriente. 44Cayeron 18,000 hombres de Benjamín; todos ellos eran valientes guerreros.
45Cuando los demás se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, los israelitas capturaron a 5,000 de ellos en los caminos, y a otros los persiguieron muy de cerca hasta Gidom y mataron a 2,000 de ellos. 46El total de los de Benjamín que cayeron aquel día fue de 25,000 hombres que sacaban espada, todos ellos valientes guerreros. 47Pero 600 hombres se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, y permanecieron en la peña de Rimón cuatro meses. 48Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.
Nueva Versión Internacional
1Todos los israelitas desde Dan hasta Berseba, incluso los de la tierra de Galaad, salieron como un solo hombre y se reunieron ante el SEÑOR en Mizpa. 2Los jefes de todo el pueblo, es decir, de todas las tribus de Israel, tomaron sus puestos en la asamblea del pueblo de Dios. Eran cuatrocientos mil soldados armados con espadas.
4El levita, esposo de la mujer asesinada, respondió: ?Mi concubina y yo llegamos a Guibeá de Benjamín para pasar la noche. 5Durante la noche los hombres de Guibeá se levantaron contra mí y rodearon la casa, con la intención de matarme. Luego violaron a mi concubina de tal manera que murió. 6Entonces la tomé, la corté en pedazos, y envié un pedazo a cada tribu en el territorio israelita, porque esa gente cometió un acto depravado e infame en Israel. 7Ahora, todos ustedes israelitas, opinen y tomen una decisión aquí mismo.
8Todo el pueblo se levantó como un solo hombre, y dijo: ?¡Ninguno de nosotros volverá a su carpa! ¡Nadie regresará a su casa! 9Y esto es lo que le haremos ahora a Guibeá: Echaremos suertes para ver quiénes subirán contra ella. 10De entre todas las tribus de Israel, tomaremos a diez hombres de cada cien, a cien de cada mil, y a mil de cada diez mil, para conseguir provisiones para el ejército. Cuando el ejército llegue a Guibeá de Benjamín, les dará su merecido por toda la infamia cometida en Israel.
11Así que todos los israelitas, como un solo hombre, unieron sus fuerzas para atacar la ciudad. 12Las tribus de Israel enviaron mensajeros por toda la tribu de Benjamín, diciendo: «¿Qué les parece este crimen que se cometió entre ustedes?
13Entreguen ahora a esos malvados de Guibeá, para que los matemos y eliminemos así la maldad en Israel». Pero los de la tribu de Benjamín no quisieron hacerles caso a sus hermanos israelitas. 14Al contrario, gente de todas sus ciudades se reunió en Guibeá para luchar contra los israelitas. 15En aquel día los de Benjamín movilizaron de entre sus ciudades veintiséis mil soldados armados de espada, además de setecientos hombres escogidos de los que vivían en Guibeá. 16Entre todos ellos había setecientos soldados escogidos que eran zurdos, todos ellos capaces de lanzar con la honda una piedra contra un cabello, sin errar.
19Los israelitas se levantaron temprano y acamparon frente a Guibeá; 20salieron a luchar contra los de Benjamín, y frente a Guibeá se dispusieron contra ellos en orden de batalla. 21Pero los de Benjamín salieron de Guibeá y abatieron aquel día a veintidós mil israelitas en el campo de batalla. 22Los israelitas se animaron unos a otros, y volvieron a presentar batalla donde se habían apostado el primer día,
24Fue así como los israelitas se acercaron a Benjamín el segundo día. 25Los de Benjamín salieron de Guibeá para combatirlos, abatiendo esta vez a dieciocho mil israelitas más, todos ellos armados con espadas.
26Entonces los israelitas, con todo el pueblo, subieron a Betel, y allí se sentaron y lloraron en presencia del SEÑOR. Ayunaron aquel día hasta el anochecer y presentaron al SEÑOR holocaustos y sacrificios de comunión. 27Después consultaron al SEÑOR, pues en aquel tiempo estaba allí el arca del pacto de Dios,
29Israel tendió una emboscada alrededor de Guibeá. 30Al tercer día subieron contra los de Benjamín y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá, como lo habían hecho antes. 31Los de Benjamín salieron a su encuentro, y se vieron obligados a alejarse de la ciudad. Comenzaron a causar bajas entre los israelitas, como en las ocasiones anteriores, y alcanzaron a matar a unos treinta hombres en el campo abierto y por el camino que lleva a Betel, y también por el que lleva a Guibeá.
33De pronto, los israelitas cambiaron de táctica y presentaron batalla en Baal Tamar, y los israelitas que estaban emboscados salieron a atacar al oeste de Guibeá. 34Diez mil de los mejores guerreros de Israel lanzaron un ataque frontal contra Guibeá, y fue tan intenso el combate que los benjaminitas no se dieron cuenta de que la calamidad se les venía encima. 35El SEÑOR derrotó a Benjamín delante de Israel, y aquel día los israelitas mataron a veinticinco mil cien hombres de la tribu de Benjamín, todos ellos armados con espadas.
36Allí los de Benjamín cayeron en cuenta de que habían sido vencidos. Los hombres de Israel habían cedido terreno delante de Benjamín, porque confiaban en la emboscada que habían tendido contra Guibeá. 37De repente los hombres que habían estado emboscados asaltaron a Guibeá, se desplegaron, y mataron a filo de espada a todos los habitantes de la ciudad. 38Los israelitas habían acordado con los que estaban emboscados que, cuando estos levantaran una gran nube de humo desde la ciudad,
39los hombres de Israel volverían a la batalla. Cuando los de Benjamín comenzaron a causar bajas entre los israelitas, matando a unos treinta, se decían: «¡Los estamos derrotando, como en la primera batalla!» 40Pero cuando la columna de humo comenzó a levantarse de la ciudad, los de Benjamín se dieron vuelta y vieron que el fuego de la ciudad entera subía al cielo. 41En ese momento atacaron los israelitas, y los hombres de Benjamín se aterrorizaron al darse cuenta de que la calamidad se les venía encima. 42Así que huyeron ante los israelitas por el camino del desierto; pero no pudieron escapar de la batalla, pues a los que salían de las ciudades los abatieron allí. 43Rodearon a los de Benjamín; los persiguieron y los aplastaron con facilidad en las inmediaciones de Guibeá, hacia el lado oriental. 44Cayeron dieciocho mil de la tribu de Benjamín, todos ellos guerreros valientes. 45Cuando se volvieron y huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, los israelitas abatieron a cinco mil hombres junto a los caminos. Continuaron persiguiéndolos hasta Guidón, y mataron a dos mil más.
46Aquel día cayeron en combate veinticinco mil soldados benjaminitas armados con espada, todos ellos guerreros valientes. 47Pero seiscientos hombres se volvieron y huyeron por el desierto hasta la peña de Rimón, donde permanecieron cuatro meses. 48Los israelitas se volvieron contra los de Benjamín y mataron a filo de espada a los habitantes de todas las ciudades, incluso a los animales, y destrozaron todo lo que encontraron a su paso. También les prendieron fuego a todas las ciudades.
Reina-Valera 1960
1Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, a Jehová en Mizpa. 2Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada. 3Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo fue esta maldad. 4Entonces el varón levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina, para pasar allí la noche. 5Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon contra mí la casa por la noche, con idea de matarme, y a mi concubina la humillaron de tal manera que murió. 6Entonces tomando yo mi concubina, la corté en pedazos, y la envié por todo el territorio de la posesión de Israel, por cuanto han hecho maldad y crimen en Israel. 7He aquí todos vosotros sois hijos de Israel; dad aquí vuestro parecer y consejo.
8Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni volverá ninguno de nosotros a su casa. 9Mas esto es ahora lo que haremos a Gabaa: contra ella subiremos por sorteo. 10Tomaremos diez hombres de cada ciento por todas las tribus de Israel, y ciento de cada mil, y mil de cada diez mil, que lleven víveres para el pueblo, para que yendo a Gabaa de Benjamín le hagan conforme a toda la abominación que ha cometido en Israel. 11Y se juntaron todos los hombres de Israel contra la ciudad, ligados como un solo hombre.
12Y las tribus de Israel enviaron varones por toda la tribu de Benjamín, diciendo: ¿Qué maldad es esta que ha sido hecha entre vosotros? 13Entregad, pues, ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa, para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel, 14sino que los de Benjamín se juntaron de las ciudades en Gabaa, para salir a pelear contra los hijos de Israel. 15Y fueron contados en aquel tiempo los hijos de Benjamín de las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin los que moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos hombres escogidos. 16De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban. 17Y fueron contados los varones de Israel, fuera de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos estos hombres de guerra.
19Se levantaron, pues, los hijos de Israel por la mañana, contra Gabaa. 20Y salieron los hijos de Israel a combatir contra Benjamín, y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa. 21Saliendo entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron por tierra aquel día veintidós mil hombres de los hijos de Israel. 22Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día. 23Porque los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta la noche, y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Volveremos a pelear con los hijos de Benjamín nuestros hermanos? Y Jehová les respondió: Subid contra ellos.
24Por lo cual se acercaron los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el segundo día. 25Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada. 26Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la noche; y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová. 27Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová (pues el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 28y Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón, ministraba delante de ella en aquellos días), y dijeron: ¿Volveremos aún a salir contra los hijos de Benjamín nuestros hermanos, para pelear, o desistiremos? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo os los entregaré.
29Y puso Israel emboscadas alrededor de Gabaa. 30Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces. 31Y salieron los hijos de Benjamín al encuentro del pueblo, alejándose de la ciudad; y comenzaron a herir a algunos del pueblo, matándolos como las otras veces por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el, y el otro a Gabaa en el campo; y mataron unos treinta hombres de Israel. 32Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos. 33Entonces se levantaron todos los de Israel de su lugar, y se pusieron en orden de batalla en Baal-tamar; y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar, de la pradera de Gabaa. 34Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla arreciaba; mas ellos no sabían que ya el desastre se acercaba a ellos. 35Y derrotó Jehová a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día a veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.
36Y vieron los hijos de Benjamín que eran derrotados; y los hijos de Israel cedieron campo a Benjamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa. 37Y los hombres de las emboscadas acometieron prontamente a Gabaa, y avanzaron e hirieron a filo de espada a toda la ciudad. 38Y era la señal concertada entre los hombres de Israel y las emboscadas, que hiciesen subir una gran humareda de la ciudad. 39Luego, pues, que los de Israel retrocedieron en la batalla, los de Benjamín comenzaron a herir y matar a la gente de Israel como treinta hombres, y ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla. 40Mas cuando la columna de humo comenzó a subir de la ciudad, los de Benjamín miraron hacia atrás; y he aquí que el humo de la ciudad subía al cielo. 41Entonces se volvieron los hombres de Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor, porque vieron que el desastre había venido sobre ellos. 42Volvieron, por tanto, la espalda delante de Israel hacia el camino del desierto; pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos. 43Así cercaron a los de Benjamín, y los acosaron y hollaron desde Menúha hasta enfrente de Gabaa hacia donde nace el sol. 44Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra. 45Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos fueron abatidos cinco mil hombres en los caminos; y fueron persiguiéndolos aun hasta Gidom, y mataron de ellos a dos mil hombres. 46Fueron todos los que de Benjamín murieron aquel día, veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra. 47Pero se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro meses. 48Y los hombres de Israel volvieron sobre los hijos de Benjamín, y los hirieron a filo de espada, así a los hombres de cada ciudad como a las bestias y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.
Biblia del Jubileo
1Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, al SEÑOR en Mizpa. 2Y los cantones de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada. 3Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decid cómo fue esta maldad. 4Entonces el varón levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina, para tener allí la noche. 5Y levantándose contra mí los señores de Gabaa, cercaron sobre mí la casa de noche, con idea de matarme, y oprimieron mi concubina de tal manera, que ella fue muerta. 6Entonces tomando yo mi concubina, la corté en piezas, y las envié por todo el término de la posesión de Israel; por cuanto han hecho maldad y crimen en Israel. 7He aquí que todos vosotros los hijos de Israel estáis presentes; daos aquí parecer y consejo. 8Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni nos apartaremos cada uno a su casa, 9hasta que hagamos esto sobre Gabaa: que echemos suertes contra ella; 10y tomaremos diez hombres de cada ciento por todas las tribus de Israel, y de cada mil ciento, y mil de cada diez mil, que lleven bastimento para el pueblo que irá contra Gabaa de Benjamín, para hacerles conforme a toda la abominación que ha cometido en Israel. 11Y se juntaron todos los hombres de Israel contra la ciudad, ligados como un solo hombre. 12Y las tribus de Israel enviaron varones por toda la tribu de Benjamín, diciendo: ¿Qué maldad es ésta que ha sido hecha entre vosotros? 13Entregad, pues, ahora aquellos hombres, hijos de Belial, que están en Gabaa, para que los matemos, y barramos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel; 14antes los de Benjamín se juntaron de las ciudades de Gabaa, para salir a pelear contra los hijos de Israel. 15Y fueron contados en aquel tiempo los hijos de Benjamín de las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin los que moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos varones escogidos. 16De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos, que eran cerrados de la mano derecha (zurdos), todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban. 17Y fueron contados los varones de Israel, fuera de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos estos hombres de guerra. 18Luego se levantaron los hijos de Israel, y subieron a la Casa de Dios, y consultaron a Dios, diciendo: ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y el SEÑOR respondió: Judá será el primero. 19Levantándose, pues, de mañana los hijos de Israel, pusieron campamento contra Gabaa. 20Porque los hijos de Israel habían salido a hacer guerra contra Benjamín; y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa. 21Saliendo entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron en tierra veintidós mil hombres de los hijos de Israel. 22Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día. 23Y los hijos de Israel subieron, y lloraron delante del SEÑOR hasta la tarde, y consultaron con el SEÑOR, diciendo: ¿Volveré a pelear con los hijos de Benjamín mi hermano? Y el SEÑOR les respondió: Subid contra él. 24Y el segundo día los hijos de Israel se acercaron a los hijos de Benjamín. 25Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada. 26Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la Casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí delante del SEÑOR, y ayunaron aquel día hasta la tarde; y sacrificaron holocaustos y pacíficos delante del SEÑOR. 27Y los hijos de Israel preguntaron al SEÑOR, (porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 28y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, se presentaba delante de ella en aquellos días,) y dijeron: ¿Volveré a salir en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano, o me estaré quedo? Y el SEÑOR dijo: Subid, que mañana yo lo entregaré en tu mano. 29Y puso Israel emboscadas alrededor de Gabaa. 30Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces. 31Y saliendo los hijos de Benjamín contra el pueblo, alejados de la ciudad, comenzaron a herir algunos del pueblo, matando como las otras veces por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el, y el otro a Gabaa por el campo; y mataron unos treinta hombres de Israel. 32Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos. 33Entonces, levantándose todos los de Israel de su lugar, se pusieron en orden en Baal-tamar; y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar, del prado de Gabaa. 34Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla comenzó a agravarse; mas ellos no sabían que el mal se acercaba sobre ellos. 35E hirió el SEÑOR a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada. 36Y vieron los hijos de Benjamín que eran muertos; pues los hijos de Israel habían dado lugar a Benjamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa. 37Entonces los hombres de las emboscadas acometieron prestamente Gabaa, y se extendieron, y pasaron a cuchillo toda la ciudad. 38Ya los israelitas estaban concertados con los hombres de las emboscadas, que hiciesen mucho fuego, para que subiese gran humo de la ciudad. 39Luego, pues, que los de Israel volvieron la espalda en la batalla, y los de Benjamín habían comenzado a derribar heridos de Israel unos treinta hombres, de tal manera que ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla. 40Mas cuando el humo comenzó a subir de la ciudad, Benjamín tornó a mirar atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo. 41Entonces se volvieron los varones de Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor; porque vieron que el mal había venido sobre ellos. 42Y volvieron la espalda delante de Israel hacia el camino del desierto; mas el escuadrón los alcanzó, y los salidos de las ciudades los mataban en medio de ellos, 43los cuales cercaron a los de Benjamín, y los siguieron y hollaron, desde Menúha hasta enfrente de Gabaa al nacimiento del sol. 44Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra. 45Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos rebuscaron cinco mil hombres en los caminos; y fueron siguiéndolos hasta Gidom, y mataron de ellos otros dos mil hombres. 46Así todos los que de Benjamín murieron aquel día, fueron veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra. 47Y se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro meses. 48Y los varones de Israel volvieron contra los hijos de Benjamín, y los pasaron a cuchillo, a hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.