Lamentaciones capitulo 3
La Biblia de las Américas
1Yo soy el hombre que ha visto la aflicción bajo la vara de su furor. 2El me ha llevado y me ha hecho andar en tinieblas y no en luz. 3Ciertamente contra mí ha vuelto y revuelto su mano todo el día. 4Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel, ha quebrado mis huesos. 5Me ha sitiado y rodeado de amargura y de fatiga. 6En lugares tenebrosos me ha hecho morar, como los que han muerto hace tiempo. 7Con muro me ha cercado y no puedo salir, ha hecho pesadas mis cadenas. 8Aun cuando clamo y pido auxilio, El cierra el paso a mi oración. 9Ha cerrado mis caminos con piedra labrada, ha hecho tortuosos mis senderos. 10El es para mí como oso en acecho, como león en lugares ocultos. 11Ha desviado mis caminos y me ha destrozado, me ha dejado desolado. 12Ha entesado su arco y me ha puesto como blanco de la flecha. 13Hizo que penetraran en mis entrañas las flechas de su aljaba. 14He venido a ser objeto de burla de todo mi pueblo, su copla todo el día. 15El me ha llenado de amargura, me ha embriagado con ajenjo. 16Ha quebrado con guijarro mis dientes, ha hecho que me revuelque en el polvo. 17Y mi alma ha sido privada de la paz, he olvidado la felicidad. 18Digo, pues: Ha perecido mi vigor, y mi esperanza que venía del SEÑOR.
19Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar, del ajenjo y de la amargura. 20Ciertamente lo recuerda y se abate mi alma dentro de mí. 21Esto traigo a mi corazón, por esto tengo esperanza : 22Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades ; 23son nuevas cada mañana ; ¡grande es tu fidelidad ! 24El SEÑOR es mi porción — dice mi alma — por eso en El espero. 25Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, para el alma que le busca. 26Bueno es esperar en silencio la salvación del SEÑOR. 27Bueno es para el hombre llevar el yugo en su juventud. 28Que se siente solo y en silencio ya que El se lo ha impuesto; 29que ponga su boca en el polvo, quizá haya esperanza ; 30que dé la mejilla al que lo hiere; que se sacie de oprobios. 31Porque no rechaza para siempre el Señor, 32antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia. 33Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres. 34Aplastar bajo los pies a todos los prisioneros de un país, 35privar del derecho a un hombre en presencia del Altísimo, 36defraudar a un hombre en su litigio: estas cosas no aprueba el Señor. 37¿Quién es aquel que habla y así sucede, a menos que el Señor lo haya ordenado ? 38¿No salen de la boca del Altísimo tanto el mal como el bien ?
39¿Por qué ha de quejarse el ser viviente? ¡Sea valiente frente a sus pecados ! 40Examinemos nuestros caminos y escudriñémoslos, y volvamos al SEÑOR ; 41alcemos nuestro corazón en nuestras manos hacia Dios en los cielos. 42Nosotros hemos transgredido y nos hemos rebelado ; tú no has perdonado. 43Te has cubierto de ira y nos has perseguido ; has matado y no has perdonado. 44Te has cubierto de una nube para que no pase la oración. 45Basura y escoria nos has hecho en medio de los pueblos. 46Han abierto su boca contra nosotros todos nuestros enemigos. 47Terror y foso nos han sobrevenido, desolación y destrucción. 48Arroyos de agua derraman mis ojos a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo. 49Mis ojos fluyen sin cesar, ya que no hay descanso 50hasta que mire y vea el SEÑOR desde los cielos. 51Mis ojos causan dolor a mi alma por todas las hijas de mi ciudad. 52Constantemente me han dado caza como a un ave mis enemigos, sin haber causa; 53silenciaron mi vida en la fosa, pusieron piedra sobre mí. 54Cubrieron las aguas mi cabeza, dije: ¡Estoy perdido ! 55Invoqué tu nombre, oh SEÑOR, desde la fosa más profunda. 56Tú oíste mi voz : No escondas tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio. 57Te acercaste el día que te invoqué, dijiste: No temas. 58Tú has defendido, oh Señor, la causa de mi alma, tú has redimido mi vida. 59Tú has visto, oh SEÑOR, mi opresión, juzga mi causa. 60Has visto toda su venganza, todas sus tramas contra mí. 61Has oído sus oprobios, oh SEÑOR, todas sus tramas contra mí ; 62los labios de mis agresores y sus murmuraciones están contra mí todo el día. 63Se sienten o se levanten, míralos, yo soy el objeto de su copla. 64Tú les darás su pago, oh SEÑOR, conforme a la obra de sus manos. 65Les darás dureza de corazón, tu maldición será sobre ellos. 66Los perseguirás con ira y los destruirás de debajo de los cielos del SEÑOR.
Nueva Biblia de las Américas
1Yo soy el hombre que ha visto la aflicción A causa de la vara de Su furor. 2El me ha llevado y me ha hecho andar En tinieblas y no en luz. 3Ciertamente contra mí ha vuelto y revuelto Su mano todo el día. 4Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel, Ha quebrado mis huesos. 5Me ha sitiado y rodeado De amargura y de fatiga. 6En lugares tenebrosos me ha hecho morar, Como los que han muerto hace tiempo. 7Con muro me ha cercado y no puedo salir, Ha hecho pesadas mis cadenas. 8Aun cuando clamo y pido auxilio, El cierra el paso a mi oración. 9Ha cerrado mis caminos con piedra labrada, Ha hecho tortuosos mis senderos. 10El es para mí como oso en acecho, Como león en lugares ocultos. 11Ha desviado mis caminos y me ha destrozado, Me ha dejado desolado. 12Ha tensado Su arco Y me ha puesto como blanco de la flecha. 13Hizo que penetraran en mis entrañas Las flechas de Su aljaba. 14He venido a ser objeto de burla de todo mi pueblo, Su canción todo el día. 15El me ha llenado de amargura, Me ha embriagado con ajenjo. 16Ha quebrado con guijarro mis dientes, Ha hecho que me revuelque en el polvo. 17Y mi alma ha sido privada de la paz, He olvidado la felicidad. 18Digo, pues: “Se me acabaron las fuerzas, Y mi esperanza que venía del SEÑOR.”
19Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar, Del ajenjo y de la amargura. 20Ciertamente mi alma lo recuerda Y se abate mi alma dentro de mí. 21Esto traigo a mi corazón, Por esto tengo esperanza: 22Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades; 23Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad! 24“El SEÑOR es mi porción,” dice mi alma, “por tanto en El espero.” 25Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, Para el alma que Lo busca. 26Bueno es esperar en silencio La salvación del SEÑOR. 27Bueno es para el hombre llevar El yugo en su juventud. 28Que se siente solo y en silencio Ya que El se lo ha impuesto. 29Que ponga su boca en el polvo, Quizá haya esperanza; 30Que dé la mejilla al que lo hiere; Que se sacie de oprobios. 31Porque el Señor no rechaza para siempre, 32Antes bien, si aflige, también se compadecerá Según Su gran misericordia. 33Porque El no castiga por gusto Ni aflige a los hijos de los hombres. 34Aplastar bajo los pies A todos los prisioneros de un país, 35Privar del derecho a un hombre En presencia del Altísimo, 36Defraudar a un hombre en su litigio: Estas cosas no aprueba el Señor. 37¿Quién es aquél que habla y así sucede, A menos que el Señor lo haya ordenado? 38¿No salen de la boca del Altísimo Tanto el mal como el bien?
39¿Por qué ha de quejarse el ser viviente? ¡Sea valiente frente a sus pecados! 40Examinemos nuestros caminos y escudriñémoslos, Y volvamos al SEÑOR. 41Alcemos nuestro corazón en nuestras manos Hacia Dios en los cielos. 42Nosotros hemos transgredido y nos hemos rebelado; Tú no has perdonado. 43Te has cubierto de ira y nos has perseguido; Has matado y no has perdonado. 44Te has cubierto de una nube Para que no pase la oración. 45Basura y escoria nos has hecho En medio de los pueblos. 46Han abierto su boca contra nosotros Todos nuestros enemigos. 47Nos han sobrevenido terror y foso, Desolación y destrucción. 48Arroyos de lágrimas derraman mis ojos A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén). 49Mis ojos fluyen sin cesar, Ya que no hay descanso 50Hasta que el SEÑOR mire Y vea desde los cielos. 51Mis ojos traen dolor a mi alma Por todas las hijas de mi ciudad. 52Mis enemigos, sin haber causa, Constantemente me han dado caza como a un ave. 53Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí. 54Cubrieron las aguas mi cabeza, Dije: “¡Estoy perdido!” 55Invoqué Tu nombre, oh SEÑOR, Desde la fosa más profunda. 56Tú oíste mi voz: “No escondas Tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio.” 57Te acercaste el día que Te invoqué, Dijiste: “¡No temas!” 58Tú has defendido, oh Señor, la causa de mi alma, Tú has redimido mi vida. 59Tú has visto, oh SEÑOR, mi opresión, Juzga mi causa. 60Has visto toda su venganza, Todas sus tramas contra mí. 61Has oído sus oprobios, oh SEÑOR, Todas sus tramas contra mí; 62Los labios de mis agresores y sus murmuraciones Están contra mí todo el día. 63Se sienten o se levanten, míralos, Yo soy el objeto de su canción. 64Tú les darás su pago, oh SEÑOR, Conforme a la obra de sus manos. 65Les darás dureza de corazón, Tu maldición será sobre ellos. 66Los perseguirás con ira y los destruirás De debajo de los cielos del SEÑOR.
Nueva Versión Internacional
1 [1] Yo soy aquel que ha sufrido la aflicción bajo la vara de su ira. 2Me ha hecho andar en las tinieblas; me ha apartado de la luz. 3Una y otra vez, y a todas horas, su mano se ha vuelto contra mí.
4Me ha marchitado la carne y la piel; me ha quebrantado los huesos. 5Me ha tendido un cerco de amargura y tribulaciones. 6Me obliga a vivir en las tinieblas, como a los que hace tiempo murieron.
7Me tiene encerrado, no puedo escapar; me ha puesto pesadas cadenas. 8Por más que grito y pido ayuda, él se niega a escuchar mi oración. 9Ha sembrado de piedras mi camino; ha torcido mis senderos.
10Me vigila como oso agazapado; me acecha como león. 11Me aparta del camino para despedazarme; ¡me deja del todo desvalido! 12Con el arco tenso, me ha hecho blanco de sus flechas.
13Me ha partido el corazón con las flechas de su aljaba. 14Soy el hazmerreír de todo mi pueblo; todo el día me cantan parodias. 15Me ha llenado de amargura, me ha hecho beber hiel.
16Me ha estrellado contra el suelo; me ha hecho morder el polvo. 17Me ha quitado la paz; ya no recuerdo lo que es la dicha. 18Y digo: «La vida se me acaba, junto con mi esperanza en el SEÑOR».
19Recuerda que ando errante y afligido, que estoy saturado de hiel y amargura. 20Siempre tengo esto presente, y por eso me deprimo. 21Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza:
22El gran amor del SEÑOR nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. 23Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! 24Por tanto, digo: «El SEÑOR es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!»
25Bueno es el SEÑOR con quienes en él confían, con todos los que lo buscan. 26Bueno es esperar calladamente que el SEÑOR venga a salvarnos. 27Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde su juventud.
28¡Déjenlo estar solo y en silencio, porque así el SEÑOR se lo impuso! 29¡Que hunda el rostro en el polvo! ¡Tal vez haya esperanza todavía! 30¡Que dé la otra mejilla a quien lo hiera, y quede así cubierto de oprobio!
31El Señor nos ha rechazado, pero no será para siempre. 32Nos hace sufrir, pero también nos compadece, porque es muy grande su amor. 33El Señor nos hiere y nos aflige, pero no porque sea de su agrado.
34Cuando se aplasta bajo el pie a todos los prisioneros de la tierra, 35cuando en presencia del Altísimo se le niegan al hombre sus derechos 36y no se le hace justicia, ¿el Señor no se da cuenta?
37¿Quién puede anunciar algo y hacerlo realidad sin que el Señor dé la orden? 38¿No es acaso por mandato del Altísimo que acontece lo bueno y lo malo? 39¿Por qué habría de quejarse en vida quien es castigado por sus pecados?
40Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del SEÑOR. 41Elevemos al Dios de los cielos nuestro corazón y nuestras manos. 42Hemos pecado, hemos sido rebeldes, y tú no has querido perdonarnos.
43Ardiendo en ira nos persigues; nos masacras sin piedad. 44Te envuelves en una nube para no escuchar nuestra oración. 45Como a escoria despreciable, nos has arrojado entre las naciones.
46Todos nuestros enemigos abren la boca para hablar mal de nosotros. 47Hemos sufrido terrores, caídas, ruina y destrucción. 48Ríos de lágrimas corren por mis mejillas porque ha sido destruida la capital de mi pueblo.
49Se inundarán en llanto mis ojos, sin cesar y sin consuelo, 50hasta que desde el cielo el SEÑOR se digne mirarnos. 51Me duele en lo más profundo del alma ver sufrir a las mujeres de mi ciudad.
52Mis enemigos me persiguen sin razón, y quieren atraparme como a un ave. 53Me quieren enterrar vivo y taparme con piedras la salida. 54Las aguas me han cubierto la cabeza; tal parece que me ha llegado el fin.
55Desde lo más profundo de la fosa invoqué, SEÑOR, tu nombre, 56y tú escuchaste mi plegaria; no cerraste tus oídos a mi clamor. 57Te invoqué, y viniste a mí; «No temas», me dijiste.
58Tú, Señor, te pusiste de mi parte y me salvaste la vida. 59Tú, SEÑOR, viste el mal que me causaron; ¡hazme justicia! 60Tú notaste su sed de venganza y todas sus maquinaciones en mi contra.
Reina-Valera 1960
1Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo. 2Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz; 3Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.
4Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos; 5Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo. 6Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo.
7Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas; 8Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración; 9Cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.
10Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijos; 11Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado. 12Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta.
13Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba. 14Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días; 15Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.
16Mis dientes quebró con cascajo, me cubrió de ceniza; 17Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien, 18Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová.
19Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; 20Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; 21Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. 22Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. 24Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
25Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. 26Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. 27Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
28Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso; 29Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza; 30Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.
31Porque el Señor no desecha para siempre; 32Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; 33Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
34Desmenuzar bajo los pies a todos los encarcelados de la tierra, 35Torcer el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo, 36Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba.
37¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? 38¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? 39¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
40Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová; 41Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos; 42Nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales; tú no perdonaste.
43Desplegaste la ira y nos perseguiste; mataste, y no perdonaste; 44Te cubriste de nube para que no pasase la oración nuestra; 45Nos volviste en oprobio y abominación en medio de los pueblos.
46Todos nuestros enemigos abrieron contra nosotros su boca; 47Temor y lazo fueron para nosotros, asolamiento y quebranto; 48Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
49Mis ojos destilan y no cesan, porque no hay alivio 50Hasta que Jehová mire y vea desde los cielos; 51Mis ojos contristaron mi alma por todas las hijas de mi ciudad.
52Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin haber por qué; 53Ataron mi vida en cisterna, pusieron piedra sobre mí; 54Aguas cubrieron mi cabeza; yo dije: Muerto soy.
55Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda; 56Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros. 57Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.
58Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida. 59Tú has visto, oh Jehová, mi agravio; defiende mi causa. 60Has visto toda su venganza, todos sus pensamientos contra mí.
Biblia del Jubileo
1Alef: Yo soy un hombre que ve aflicción en la vara de su enojo. 2Alef: Me guió y me llevó en tinieblas, mas no en luz. 3Alef: Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día. 4Bet: Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos. 5Bet: Edificó contra mí, y me cercó de tósigo y de trabajo. 6Bet: Me asentó en oscuridades, como los muertos para siempre. 7Guímel: Me cercó de seto, y no saldré; agravó mis grillos. 8Guímel: Aun cuando clamé y di voces, cerró mi oración. 9Guímel: Cercó de seto mis caminos a piedra tajada, torció mis senderos. 10Dálet: Oso que acecha fue para mí, como león en escondrijos. 11Dálet: Torció mis caminos, y me despedazó; me tornó asolado. 12Dálet: Su arco entesó, y me puso como blanco a la saeta. 13He: Hizo entrar en mis riñones las saetas de su aljaba. 14He: Fui escarnio a todo mi pueblo, canción de ellos todos los días. 15He: Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos. 16Vau: Me quebró los dientes con cascajo, me cubrió de ceniza. 17Vau: Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien. 18Vau: Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza del SEÑOR. 19Zain: Acuérdate de mi aflicción y de mi lloro, del ajenjo y de la hiel. 20Zain: Lo tendrá aún en memoria mi alma, porque en mí está humillada. 21Zain: Esto reduciré a mi corazón, por tanto esperaré. 22Chet: Es por las misericordias del SEÑOR que no somos consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23Chet: Nuevas son cada mañana; grande es tu fe. 24Chet: Mi parte es el SEÑOR, dijo mi alma; por tanto a él esperaré. 25Tet: Bueno es el SEÑOR a los que en él esperan, al alma que le buscare. 26Tet: Bueno es esperar callando en la salud del SEÑOR. 27Tet: Bueno es al varón, si llevare el yugo desde su juventud. 28Yod: Se sentará solo, y callará, porque lo llevó sobre sí. 29Yod: Pondrá su boca en el polvo, si por ventura habrá esperanza. 30Yod: Dará la mejilla al que le hiriere; se llenará de afrenta. 31Cof: Porque el Señor no desechará para siempre; 32Cof: Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias. 33Cof: Porque no aflige ni acongoja de su corazón a los hijos de los hombres. 34Lámed: Para desmenuzar debajo de sus pies todos los encarcelados de la tierra, 35Lámed: Para hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo, 36Lámed: Para trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo sabe. 37Mem: ¿Quién será aquel que diga, que vino algo que el Señor no mandó? 38Mem: ¿De la boca del Altísimo no saldrá malo ni bueno? 39Mem: ¿Por qué tiene dolor el hombre viviente, el hombre en su pecado? 40Nun: Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos al SEÑOR. 41Nun: Levantemos nuestros corazones con las manos a Dios en los cielos. 42Nun: Nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales; por tanto tú no perdonaste. 43Sámec: Desplegaste la ira, y nos perseguiste; mataste, no perdonaste. 44Sámec: Te cubriste de nube, para que no pasase la oración nuestra. 45Sámec: Raedura y abominación nos tornaste en medio de los pueblos. 46Pe: Todos nuestros enemigos abrieron sobre nosotros su boca. 47Pe: Temor y lazo fue para nosotros, asolamiento y quebrantamiento. 48Pe: Ríos de aguas echan mis ojos, por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo. 49Ayin Mis ojos destilan, y no cesan, porque no hay alivio, 50Ayin Hasta que el SEÑOR mire y vea desde los cielos. 51Ayin Mis ojos contristaron mi alma, por todas las hijas de mi ciudad. 52Tsade: Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin razón. 53Tsade: Ataron mi vida en mazmorra, pusieron piedra sobre mí. 54Tsade Aguas de avenida vinieron sobre mi cabeza; yo dije: muerto soy. 55Cof: Invoqué tu nombre, oh SEÑOR, desde la cárcel profunda. 56Cof: Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi clamor, para mi respiro. 57Cof: Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas. 58Resh: Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida. 59Resh: Tú has visto, oh SEÑOR, mi sinrazón; pleitea mi causa. 60Resh: Tú has visto toda su venganza; todos sus pensamientos contra mí. 61Sin: Tú has oído la afrenta de ellos, oh SEÑOR, todas sus maquinaciones contra mí; 62Sin: Los dichos de los que se levantaron contra mí, y su designio contra mí todo el día. 63Sin: Su sentarse, y su levantarse mira; yo soy su canción. 64Tau: Dales el pago, oh SEÑOR, según la obra de sus manos. 65Tau: Dales ansia de corazón, tu maldición a ellos. 66Tau: Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh SEÑOR.